Isaiah Thomas y su vía para volver a la NBA
El mítico jugador que dejó grandes actuaciones en Boston, y luego formó parte del traspaso de Kyrie Irving, ha fichado por el filial de los Jazz en la G-League.
La idea de volver a la NBA sigue presente para muchos jugadores que han pasado por la liga. Para otros tantos, las posibilidades eran tan pequeñas que decidieron apostar por otras vías para cerrar su carrera en el baloncesto. Cada temporada la presencia de ex NBA es mayor en la Euroliga, donde muchos de ellos se han visto sorprendidos por la competencia en Europa. En el caso español, tenemos el ejemplo más sonado con Jabari Parker en el Barça, donde su renovación podría acabar llegando en las próximas semanas. Existe el caso de algunos jugadores que han optado por la liga China como los pivots Dwight Howard y Demarcus Cousins, esta liga no se acerca ni de lejos a las europeas, pero en términos económicos si es superior. Otra razón para apostar por ella es la estadística, sin duda, debido al bajo nivel medio de los equipos muchas de estas estrellas venidas a menos, han encontrado una forma de acabar su carrera con unas estadísticas que recuerdan a sus mejores años.
La tercera vía y menos común es intentar volver a la NBA a través de su liga de formación la G-League. El último precedente de esta opción ha sido Isaiah Thomas, que recientemente ha fichado por el filial en dicha competición de los Utah Jazz. El propio jugador confirmó la información de Charania a tavés de su perfil en la red social X, agradeciendo los mensajes de apoyo. El gerente general de los Salt Lake City Stars expresó su entusiasmo por la incorporación de Thomas al equipo, destacando su experiencia, habilidades y mentalidad competitiva como activos valiosos para el equipo de la G-League.
Thomas tiene 35 años y este último lo ha pasado en blanco. Además de los Celtics, el equipo en el que maravilló en 2017 antes de que la franquicia decidiera tomar otro rumbo y cambiarle por Kyrie Irving, había pasado por Kings y Suns. En Cleveland no funcionó y tampoco dio su mejor versión en los Lakers, en ambos equipos ya lastrado por problemas recurrentes en una cadera que se tuvo que operar en dos ocasiones. El último juego de Thomas en la NBA tuvo lugar en abril de 2022, y desde entonces ha estado trabajando incansablemente para volver a la liga y demostrar su valía en la cancha. Su última temporada en la NBA la cerró con un promedio de 8.3 puntos, 1.4 asistencias y un impresionante 39.7% en tiros de tres puntos, todo ello en tan sólo 12 minutos.
El caso de Thomas se suma a la nueva tendencia de la liga de desarrollo. El caso reciente más llamativo es el de Tony Snell, que hace unas semanas salió para pedir un contrato que le ayudara: “No es por mi. Es por mis hijos”. La intención del jugador era la de acceder a un mejor sistema de pensiones que le ayudaran con sus hijos, diagnosticados de autismo, mismo trastorno que tiene Tony. Aunque sin duda el caso que más ha llamado la atención es Lance Stephenson, en los Iowa Wolves. La leyenda de Indiana, disputó 554 partidos en la liga. Como ya demostró en sus contratos durante la pandemia y está demostrando esta temporada (14.3 puntos, 7.8 rebotes y 5.2 asistencias por encuentro) no ha perdido la calidad que le hizo quedar en segunda posición en la carrera por el MIP, en 2014.
La G-League sigue intentando mejorar su rendimiento, mientras esta temporada comenzaban dos equipos nuevos: uno de ellos Ignite, conocida por la cantidad de jugadores que proyectan al draft en los últimos años y en un futuro a corto plazo, Izan Almansa es uno de sus jovenes más prometedores. Phoenix Suns anunció recientemente su incorporación con un equipo afiliado, con ello las 30 franquicias tendrán un equipo en esta liga.