Garland volverá a jugar tras cinco meses

Normalmente, el inicio de temporada de un equipo no indica el curso que seguirá al final de su camino, pero puede ser un buen indicador para buscar solución al inicio de un problema; curar la enfermedad antes de detectarla. En una conferencia plagada de incertidumbres, los Cavaliers empezaron la temporada, junto a los Knicks, como favoritos para dominar el este. El panorama actual de la conferencia les ha favorecido en las predicciones para llegar al final de la competición, y los de Kenny Atkinson han recibido una gran noticia: Darius Garland volverá a las pistas tras cinco meses. Si se miran los hechos con detenimiento, se entiende cómo la situación de la conferencia este se ha ido modelando progresivamente a base de grandes infortunios para diferentes equipos.

Los Celtics acabaron la temporada pasada mermados por la durísima lesión de Jayson Tatum, y las bajas sustanciales por salidas de Holiday, Porzingis y Horford condicionaban a los verdes a una temporada difícil de remontar. Un equipo que hace tan sólo dos años parecía que consolidaba lo que podía ser el inicio de una dinastía. En los playoffs de 2024, los verdes arrollaron primero a sus rivales del este y después a los Mavericks en las finales. Con ello certificaron su dominio absoluto en la liga con un anillo inmaculado. Pero el destino tenía otros planes para ellos, y la realidad de los Celtics es que han ganado tres de los primeros ocho partidos y no apuntan a ser grandes candidatos en su conferencia.

El segundo caso es el de Indiana Pacers. No pudieron estar más cerca de la gloria hace escasos meses, pero en el último partido de las finales ante Oklahoma, Tyrese Haliburton, el motor y brújula del equipo, que había empezado el partido con tres triples en el primer cuarto, se rompió por completo. El base corrió el mismo destino que su compañero de selección, Tatum, en una de las peores lesiones que puede sufrir un jugador de baloncesto; el Aquiles cedió, y con el las esperanzas al título para Indiana. Este año, 1-6 de inicio y una pinta de lo menos optimista.

Todo esto abrió hueco a Cleveland Cavaliers. Precisamente lo que lastró a este equipo en las últimas finales de conferencia ante los Pacers fueron precisamente, las lesiones. Mobley, Hunter, y por supuesto, Garland fueron bajas en algún momento durante ese enfrentamiento. La noticia fue que, en junio, Darius Garland se operó del pie, en la confirmación de que había jugado lesionado ante Indiana. Aún así, en todo el mejunje de lesiones y cambios dentro del este, los Cavs parecían de los beneficiados de la película. Los de Ohio mantienen una estructura sólida desde año pasado, a diferencia de unos Knicks que se están adaptando a un cambio de entrenador. Sin embargo, el inicio de curso no ha sido de lo más alentador para los Cavs, que han logrado cuatro victorias en siete partidos.

Por suerte para los Cavaliers, Garland se ha recuperado plenamente de su lesión, y volverá a jugar en la madrugada de este miércoles, cinco meses después de su último partido. Lo hará ante los Sixers, que son sin duda, junto a los Spurs, la sorpresa de este inicio de campaña. El equipo de Filadelfia está siendo liderado por un Tyrese Maxey desatado y V.J. Edgecombe, un rookie que ha irrumpido en la liga con mucha más fuerza de lo que se esperaba (20 puntos por partido). Por otro lado, Joel Embiid está aportando lo que puede, aunque se encuentra muy lejos de estar en condiciones físicas óptimas, con unas rodillas que vienen muy mermadas de atrás y no tienen buen aspecto a largo plazo.

Un inicio exigente, que supoondrá un buen reto para Garland, y una incorporación muy necesaria para unos Cavs neceistan la mejor versión del escolta para competir por todo esta temporada. El proyecto es ilusionante, pero las lesiones son muy injustas, y en los últimos años parece que llega más lejos el equipo que más sano se mantiene. Garland es un jugador eléctrico, un auténtico microondas, capaz de anotar desde el bote tanto cerca del aro como desde el perímetro. Un jugador que enciende a la grada, y que fue all-star en 2021 (21,7 puntos por partido), y en 2025 (20,6 puntos por partido); todo un pilar para un equipo aspirante al anillo.

Donovan Mitchell, superestrella de la liga, es el líder de los Cavs, y todo líder necesita a su escudero, que en términos baloncestísticos es Garland, su gran complemento exterior. En la pintura, los Cavs repiten este año con una de las parejas interiores que más miedo infunde en los rivales. Evan Mobley, el último ganador del premio a mejor defensor del año, y Jarrett Allen, que sin hacer mucho ruido se ha convertido en uno de los pívots más fiables de la liga. Un equipo que sin duda es aspirante a todo, más con la situación de su conferencia, y más aún con la vuelta de Garland.

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