HOUSTON ROCKETS

Los Rockets quieren traspasar a Porter tras su detención

El base de 23 años fue detenido el lunes en un hotel de Nueva York por un grave caso de violencia de género. La NBA está investigando.

Los Rockets, según información de Shams Charania (The Athletic) están intentando traspasar a Kevin Porter Jr, el guard de 23 años que fue detenido el lunes en Nueva York y que está acusado con cargos muy graves por violencia de género. Su caso legal se retomará el 16 de octubre en Manhattan, y por ahora está en libertad con esos cargos tras pagar 75.000 dólares de fianza.

Parece sorprendente que, ante la gravedad de los hechos en los que aparentemente estuvo implicado el jugador, los Rockets hayan optado por esta vía, que desde luego no es óptima para su imagen, del mismo modo que sería, a priori, contraproducente para el equipo que negociara ahora por un jugador en la situación de Porter Jr. En casos así, la lógica deportiva debería quedar apartada hasta que se puedan sacar las conclusiones definitivas y tomar las medidas oportunas. Porter firmó en octubre de 2022 una extensión de cuatro años y 82,5 millones de dólares. En esta temporada 2023-24 entra en vigencia ese nuevo acuerdo, que solo tiene garantizados esos 15,8 millones. Las otras tres temporadas son no garantizadas. Para la 2024-25, hay un millón asegurado para el jugador. Serían tres ya si está con el equipo (no parece que vaya a ser el caso) cuando comience el training camp el 3 de octubre y seis si continúa en Houston más allá del trade deadline invernal.

Los Rockets, según Charania, querrían incluir capital de draft para convencer a otra franquicia de que se lleve a Porter… y el consiguiente (ahora mismo) golpe de imagen que eso supondría. En Houston querrían un jugador sobrepagado (y que por eso su actual equipo viera con buenos ojos intercambiar) pero que pueda ayudar en la rotación para no acabar desprendiéndose de Porter Jr a cambio de nada. El teórico socio para un traspaso que no parece probable se llevaría las rondas de draft que ofrezcan los Rockets y, en principio, optaría después por no mantener al recién llegado en plantilla.

Pero esa lógica deportiva y empresarial debería, seguramente, mantenerse al margen de un caso como este de Porter Jr, que parece extremadamente grave. La policía de Nueva York recibió una llamada de emergencia a las 6:45 de la mañana. Porter había tenido una discusión con su pareja, la jugadora Kysre Gondrezick, y según el informe policial le habría dado varios puñetazos en la cara, con una laceración en un ojo como resultado, y apretado el cuello con las manos provocándole dificultades para respirar y un dolor provocado, según los informes médicos, por la fractura de una vértebra. Porter Jr fue detenido y está acusado con cargos de “asalto con intención criminal y estrangulamiento”.

La NBA abrió su propia investigación y Adam Silver, a la espera de resultados concluyentes y básicamente de que se desarrolle el caso legal en los juzgados, definió como “horribles” los indicios con los que por ahora se cuenta. Los Rockets también aseguraron que estaban haciendo sus indagaciones pero no se contaba con el jugador en el media day del 2 de octubre y el inicio oficial de los entrenamientos, un día después.

A nivel legal y según el nuevo convenio colectivo, los Rockets tienen que esperar movimientos de la NBA para poder tomar medidas drásticas, aunque ambas partes ya han hablado para tratar esa más que posible ausencia de Porter Jr en el regreso a la actividad de la franquicia. El convenio deja claro que la Liga podrá tomar medidas más allá de que el caso acabe con condena o no en los tribunales si considera que se ha incumplido su política con respecto a la violencia doméstica. El comisionado puede suspender al investigado de empleo y sueldo mientras se recaba la información y, después, “multar, suspender o descalificar de cualquier relación con la NBA”. Pero el convenio también aclara que el equipo tiene que esperar, por su parte, a que la Liga acabe su investigación y esta suele estar muy vinculado a la evolución del caso en los juzgados.

En abril, la NBA suspendió a Miles Bridges (Charlotte Hornets) 30 partidos por un caso de violencia de género. Como no jugó en toda la temporada pasada, se le consideraron como cumplidos veinte de ellos y le quedan ahora diez de ausencia en la nueva temporada antes de regresar a las pistas, algo que muchos creían que no sucedería ante la gravedad de las acusaciones contra el alero, que este verano ha firmado un nuevo contrato con la franquicia de Carolina (7,9 millones para la próxima temporada).

Porter Jr llevaba tres temporadas en los Rockets, donde había ejercido de base titular de un equipo en plena reconstrucción deportiva tras la salida de James Harden. Su promedio en Texas es de 17,2 puntos, 4,7 rebotes y 6 asistencias. Su talento es obvio, pero sus problemas de conducta han sido una constante durante toda su trayectoria. Suspendido por USC en su etapa universitaria, nadie se arriesgó con él (aunque como jugador su valoración era muy alta) hasta el pick 30 del draft de 2019. Elegido por los Cavaliers, estuvo menos de dos años en Cleveland, donde fue acusado de pegar a una mujer que había tenido una pelea con su hermana, arrestado por posesión de armas y marihuana y conducir sin carnet (el arma era de su madre, que tenía permiso para tenerla) y finalmente traspasado a cambio de básicamente nada tras enfrentarse a la franquicia por cambiar su taquilla en el vestuario. Los Rockets solo tuvieron que dar una segunda ronda de draft para convertirse en el equipo que intentaría reconducir definitivamente a un jugador muy problemático.

En Houston, Porter también tuvo problemas (un altercado en una discoteca de Miami, un encontronazo con asistentes del equipo que le hizo marcharse de un partido en el descanso…) pero, hasta estos hechos ocurridos en un hotel de Nueva York, se consideraba que había encontrado un camino correcto y por eso el puesto de titular y la extensión de contrato el año pasado. Ahora que los Rockets han decidido intentar ser de nuevo competitivos, su lugar en el equipo estaba menos claro con la llegada para la rotación de guards de Fred VanVleet, Dillon Brooks y el número 4 del último draft, Amen Thompson.

Porter Jr incluso dio en la última combine una charla a los nuevos aspirantes a estrellas de la NBA. Y habló abiertamente en la prensa de sus problemas personales y su vida en Houston. Llegó a reconocer que tal y como lo veía él, criado en el peligroso South End de Seattle, los Rockets le habían “salvado la vida”: “Me han dado el amor, la confianza en mí mismo y la motivación para ser un mejor jugador y una mejor persona. Han invertido en mí, y trabajo para devolver eso de la manera que pueda. La extensión de contrato significa mucho, es un hito en mi vida. Una motivación para seguir adelante. Mi carrera ha sido como una montaña rusa, me han pasado muchas cosas, y esto es una bendición. En Houston estoy aprendiendo a moverme, interactuar con la gente, reaccionar a determinadas cosas. A conocer mi valor, lo que soy. Todo eso me está ayudando a crecer”.

Ahora, sin embargo, hay muchas posibilidades de que Kevin Porter Jr no vuelva a pisar una cancha de la NBA. Y eso sin contar con una condena legal que será importante si se confirma los gravísimos actos que se detallan en el primer informe policial redactado tras su detención.

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