En blanco para los Hernangómez

Uno de los dos duelos de temporada entre Raptors y Pelicans, que sólo se ven dos veces al año al estar en conferencias distintas, se dio este jueves en Toronto después del parón del All-Star. El anterior se había disputado en enero. Y sutiles diferencias. Entre ambos duelos no sólo se ha dado ese pequeño receso de la temporada, sobre ello se vivió un cierre de mercado que siempre agita los equipos. Y las diferencias se hacen más grandes. En el duelo de hace más de un mes pudimos ver enfrentarse a los hermanos Hernangómez en un partido que deparó una victoria de los Pelicans, pero en esa segunda ocasión el triunfo cambió de bando y tanto Juancho como Willy tuvieron que observar el resultado sin poder contribuir a él. Una pena para ellos que no se ha reducido a esto, se ha convertido en una tendencia para los dos mientras se acerca el temido momento en el que los dos acaban sus contratos (mes de junio) y no tienen un asidero de promoción para mostrar sus habilidades.

En el caso de Juancho se han juntado dos cosas. Para empezar, la planificación de una plantilla en la que su posición está superpoblada. Muchos aleros. Y altos que puedan alternar también con un trabajo más interior. Es un perfil repetido. Siakam, Anunoby, Barnes, Boucher o incluso Achiuwa, más tosco, siempre han estado por delante de él. Hasta Koloko o Young se han quedado fuera en este encuentro, como el madrileño. Porque el otro punto importante de esta ecuación fue el fichaje de Jakob Pöltl, que ya conocía la casa y es el refuerzo interior que los Raptors buscaban en el mercado. La suma de los dos factores da como resultado que no haya hueco para Juancho. Su faceta de alero tirador está mal explotada, no le entran los tiros, y Nurse no confía tanto en él como en otros.

En el lado de Willy todo es menos comprensible. Si bien es cierto que la rotación interior de los Pelicans también es competente y no es fácil hacerse un hueco en ella, otros dos puntos discordantes se ven como un problema. Primero, la ausencia de Zion Williamson debería abrir oportunidades para los demás pero no lo está haciendo. Jonas Valanciunas, al que se quiso traspasar en el mercado, continúa como pívot de referencia en ausencia del joven de Salisbury, cuya salud sigue siendo un asunto turbio que parece lejos de resolverse. Pero, en segundo plano, a Zion no le está cubriendo ni Willy ni tampoco Jaxson Hayes, que se suponía en la pugna de minutos con el español. Green está jugando a lo bajo con Jones de titular y Nance de suplente para ayudar el pívot lituano.

Una nueva oportunidad perdida para los dos hermanos, siquiera para vivir un momento de amor y compaña pese a que hayan dejado de contar para sus entrenadores, en un ScotiaBank Arena que vivió de nuevo un triunfo de los suyos. Se nota ese cambio en la plantilla y el objetivo cada vez está más cerca de sus dedos. Los Raptors suman ya la tercera victoria seguida si cogemos los resultados anteriores al parón y también la sexta en siete partidos, un espaldarazo para sus opciones de futuro.

El encuentro fue muy bien llevado por los locales hasta que llegó el último cuarto. La ventaja de quince puntos con la que entraron al mismo casi se esfuma. Los Pels, sobre todo con el impulso de McCollum (23) en un primer momento y de Ingram (36) intentando rematar, trabajaron como hormiguitas en ese último acto para tener la oportunidad de pelear al final. Y así fue con nueve puntos consecutivos de B.I. que llevaron al -2 la distancia a falta de 33 segundos. A una canasta de empatar o ganar. Pero ahí se quedó la cosa. Una jugada de aclarado para Pascal Siakam (23) bien defendida por Jones en la parte central hizo que el balón pasara del camerunés a Gary Trent (18), esperando en el costado izquierdo, para lanzar un triple que entró dentro del tiempo de posesión y que se coló en el aro para estallido de la afición canadiense. Sólo quedaban trece segundos de tiempo de partido y no pasó más.