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PHOENIX SUNS

Mat Ishbia, un nuevo propietario de la NBA en guerra con otro

El nuevo dueño de los Suns odia a otro miembro de la Junta Directiva de la NBA, Dan Gilbert, el dueño de los Cavaliers, por sus negocios extradeportivos.

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Mat Ishbia, un nuevo propietario de la NBA en guerra con otro

La NBA ha recibido este mes a un nuevo propietario. Robert Sarver, después de las acusaciones vertidas en los medios por trabajadores de la franquicia sobre su actitud déspota, misógina e irrespetuosa, vendió el paquete accionarial principal que tenía de los Suns (también de las Mercury de la WNBA) después de que la Liga le apartara en mitad de una investigación que concluyó meses después. El precio fue de unos 4.000 millones de dólares, la venta más cara de la historia de la competición hasta el momento. Mat Ishbia es el nuevo dueño de Phoenix Suns. La entrada en la Junta Directiva fue aprobada el pasado 7 de febrero por 29-0, no por unanimidad, porque hay un equipo que quiso evitar que recibiera todos los votos. Dan Gilbert, de Cleveland Cavaliers, se abstuvo. Y no es una casualidad, como es evidente.

Ishbia es un multimillonario de sólo 43 años. Es incluso de menor edad que Ryan Smith, el accionista mayoritario de los Jazz, que también entró hace poco a la Liga. Nació en el seno de una familia judía de un suburbio de Detroit. Durante su etapa universitaria en Michigan State, de la mano del consagrado Tom Izzo, alcanzó la Final Four de la NCAA en tres ocasiones y ganó una, la del año 2000, con compañeros como Jason Richardson, Morris Peterson o Charlie Bell.

Durante los siguientes años a aquel pequeño hito en la universidad trabajó en la empresa que fundó su padre, United Wholesale Mortgage, hasta que le relevó como CEO en 2013. La hizo pública y multiplicó los beneficios. Tenían 12 empleados en sus primeros pasos y ahora van por 7.200.

Es el empresario modelo, además. Llama todos los días a al menos un empleado para agradecerle su trabajo e interesarse por su situación personal. Ha creado un sistema de bonificaciones por buen trabajo, canjeables en Navidad por premios que van desde vacaciones de lujo pagadas hasta a coches de la marca Cadillac. También ha unificado los salarios con bonos que le cuestan 25 millones extra cada año. Una historia digna de abrazar una taza de Mr. Wonderful.

Toda esta interfaz de buen hombre ha ido minando la opinión de Dan Gilbert, dueño de Rocket Mortgage -antes conocida como Quicken Loans- y también de Phoenix Suns. Como Mat Ishbia, estudió en Michigan State. Y comparten el negocio de las hipotecas de un modo que a Gilbert, un personaje especial que tensó hasta un punto intenso su relación con LeBron James (héroe de Ohio, campeón con los Cavs), no le convence. Por lo que sea. Ishbia criticó duramente la catarata de despidos (2.000) que Gilbert hizo en su empresa y el otro se apuntó la matrícula. Además hubo otro anuncio que enfureció aún más a Gilbert: ningún agente que estuviera trabajando con Rocket podría hacerlo ya con United. Un veto en toda regla. La respuesta llegó un tiempo después: Ishbia donó cincuenta millones al departamento de los Spartans y un mes después Dan Gilbert le adelantó por la derecha, firmando un acuerdo para patrocinar al equipo durante los próximos años. Toda esta turbulenta historia empresarial les ha conducido a verse las caras en la nueva Junta Directiva de la NBA. “Le patearé el culo”, declaró hace poco Ishbia sobre Gilbert ante la posibilidad de que algún día Suns y Cavaliers se enfrenten en las Finales. Mat, de momento, ha logrado un primer impacto en su llegada a la competición de los que pocas veces se dan: apretó a su directiva para lograr el traspaso de Kevin Durant desde Brooklyn Nets, un acuerdo rompedor que le catapulta al favoritismo en esta temporada.