WNBA | Taurasi

Taurasi: “Hasta el puto bedel del pabellón ganaba más que yo en la WNBA”

En un documental que repasa su trayectoria profesional Diana Taurasi hace énfasis en sus etapas en Europa para complementar el bajo salario que recibía en la WNBA.

fiba
Nació en Madrid en 1992. Cursó estudios en Periodismo en la Complutense de Madrid. Entró a AS en 2017 y se zambulló en Baloncesto. Y ahí sigue, entre NBA, ACB, LEB, competiciones internacionales... Ha trabajado, además de aquí, en MARCA, NBAmaniacs, EuroSport, la revista Gigantes o las retransmisiones de Euroliga.
Actualizado a

En mitad de las negociaciones por el nuevo convenio colectivo de la WNBA, donde las jugadoras han agitado el avispero rechazando las propuestas hasta ahora hechas y visibilizando el problema con el lema ‘Pay us what you owe us’ (en español, “pagadnos lo que nos debéis”), una de las jugadoras más reconocibles de la historia de la competición estadounidense -si no la que más- ha puesto el foco en ello a pesar de estar retirada desde el año pasado. Diana Taurasi ha relatado en un documental cómo es parte de esta historia, la obligación de compensar el salario en Estados Unidos viajando otra media temporada fuera del país para continuar jugando, y cómo repercute a las jugadoras si se compara con los hombres o con situaciones más ventajosas en otros deportes.

Las palabras de las que muchos se hacen eco aparecen en una pieza de Amazon Prime Video en la que se repasa la gran carrera profesional de Diana, que dejó de jugar el año pasado aunque haya oficializado su retirada en el actual a los 42 de edad. Un sueño que ha durado dos décadas, después de marcar un antes y un después en U-Conn, desde 2004 hasta 2024 ininterrumpidamente en un único equipo en Estados Unidos, Phoenix Mercury (¿one-club woman?), aunque tuvo que complementar aquello con etapas en otros equipos a nivel internacional.

Diana es de padres argentinos, de ahí que sepa perfectamente español. Mario era portero de fútbol y se crio allí. Liliana es de esa nacionalidad. Ambos emigraron después a Estados Unidos. El bagaje cultural de la jugadora está lejos de quedarse ahí. Cuenta con pasaporte italiano de igual manera. Y como profesional llegó el momento de ganar un sueldo acorde a su calidad cumpliendo en la temporada invernal con fichajes por equipos europeos. Primero, en Moscú con Dynamo y Spartak respectivamente. Después, en Turquía con el Fenerbahçe. Por último, otros cinco años en Rusia con el Ekaterimburgo. Ganó seis veces la Euroliga. Pero es que además es conocida desde el último verano por ser la única mujer en la historia del baloncesto en coleccionar hasta seis oros olímpicos, una gesta absolutamente imborrable.

Bagaje cultural alto. Por ello hay quien no ha entendido las declaraciones emitidas en el documental. Taurasi enuncia parte de ese problema laboral: “Una vez volví y pensé: ‘Mis padres se están haciendo mayores y me estoy perdiendo gran parte de su vida’. No ganábamos mucho dinero, así que una buena parte de nuestra riqueza estaba en ir a Rusia a jugar todos los años. Y después teníamos que regresar, cobrando nada, para estar en una liga más dura, en malas condiciones, contra las competidoras más fuertes del mundo. Hasta el puto bedel del pabellón ganaba más que yo”. Hablamos de una jugadora generacional desde el día uno, la posición en la que fue escogida en el draft, y con campeonatos y honores a nivel individual de todo pelaje. Un dato que dice mucho: cuando estaba asentada en la absoluta élite, en EE.UU. cobraba un máximo salarial que era de 107.000 dólares y, en comparación, en el Ekaterimburgo le pagaban 1,5 millones por temporada. “Soy la mejor jugadora del mundo y tengo que ir a un país comunista para que me paguen como una capitalista”, dice también, aunque desde la caída de la Unión Soviética ese concepto no sea lógico asociarlo a la Federación Rusa.

Taurasi no ha sido ni mucho menos la única que ha emigrado profesionalmente cuando las luces se apagaban en América para poder ganarse la vida con el baloncesto. Por ejemplo, Becky Hammon, actual entrenadora de Las Vegas, directamente se nacionalizó rusa para poder competir con una selección al negárselo Estados Unidos. Otro caso en lo alto de la escalera es el de Breanna Stewart, una de las mejores de la historia, que en Kursk conoció a su mujer Marta Xargay y, como Taurasi, jugó en el Ekaterimburgo, ella después de la pandemia. La invasión de Ucrania por parte de Rusia supuso un éxodo, como con Courtney Vandersloot o Jonquel Jones, e incluso un problema burocrático de calado con Brittney Griner, a la que el gobierno americano tuvo que rescatar de una cárcel con un intercambio de presos.

La reflexión sobre la mejor jugadora de la actualidad

Angel Reese se quejó hace no mucho de que no podía pagar el alquiler de su casa con lo que ganaba en la WNBA. Caitlin Clark, su archienemiga, fue número uno de su promoción y por ello se embolsará 338.000 dólares por cuatro años, el primero en 76.535, y comparándolo con los hombres de la NBA sale a colación Zaccharie Risacher, número uno de 2024, cuya media de ingresos nada más llegar al profesionalismo está en 14,2 millones. No están bajo los mismos estándares. La liga de mujeres se nutre de presupuestos, en su mayoría, de las franquicias masculinas que en las mismas ciudades diversifican el negocio en pos de la paridad. Si bien la reivindicación se entiende, algo habitual en el deporte femenino en base a lo que se genere, Clark no gana sólo eso; de hecho es un 1% de lo que se llevó al banco en 2024, dado que Gatorade, State Farm, Wilson, Hy-Vee, Xfinity, Gainbridge, Panini y Lilly, además del contratazo de la marca de ropa Nike (el que más le genera), tienen firmados acuerdos de patrocinio con ella. Una reflexión a hacer para mejorar.

Mike Maestre

En 20 años de trayectoria, además de lo conseguido con la selección y en la Euroliga como antes se mencionaba, Taurasi ganó la WNBA tres veces (2007, 2009, 2014), fue dos veces MVP de las Finales y 11 veces participante en el All-Star. Es conocida como una de las anotadoras más fieras de siempre: en 565 de fase regular anotó 10.646 puntos, que son 18,8 por cita. Campeona en Rusia, Turquía y en tres ocasiones de la NCAA, donde comenzó una leyenda que ha terminado este 2025.

Noticias relacionadas

Nuestra Newsletter y alerta informativa en canal de WhatsApp.

¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí para la información.

Etiquetado en:

Te recomendamos en NBA

Lo más visto

Más noticias