Chamberlain, Kobe... y Luka Doncic
Con una actuación para la leyenda en la cancha del equipo que lo drafteó, Doncic se convirtió en el cuarto jugador que anota 73 puntos en un partido de la NBA.
Su compañero Josh Green, el alero australiano que acabó con 21 puntos, dijo que lo que había sucedido superaba incluso a las noches más épicas de videojuegos: “Ni en el 2K he visto algo así”. Su entrenador, Jason Kidd, se acordó de aquello que dijo James Harden de que él era el sistema de juego de sus equipos: “Si algunos son el sistema, él directamente es nuestro plan de juego”. Y él, Luka Doncic, se centró en que sus Mavericks llevaban tres derrotas seguidas y las aguas bajaban revueltas, entre patinazos y líos con árbitros y aficionados: “Las cosas no estaban yendo bien y estaba centrado en que ganáramos el partido”. Eso sí, también dijo que “probablemente” este había sido el mejor partido de su carrera.
Probablemente sí, Luka.
Los Mavericks (25-20 ahora) ganaron en Atlanta (143-148) y dejaron atrás un mal trago de tres derrotas seguidas, con Doncic señalado por esas desconexiones a las que a veces le llevan las protestas, esos enfados con el mundo que son una de sus pocas asignaturas pendientes. Allí, en el State Farm de Arena, en el corazón de Georgia, Luka Doncic apiló, para que su equipo saliera del bache, 73 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias. Cuatro días después de que el camerunés Joel Embiid anotara 70 en un Sixers-Spurs y se convirtiera en el primer no estadounidense en llegar a esa cifra, Doncic lo superó y puso su nuevo récord de puntos donde no había llegado ningún jugador europeo en la NBA. De hecho, solo tres estadounidenses han podido hacer algo así en una Liga que existe (en diversos formato) desde 1946: Wilt Chamberlain (cuatro veces, con el techo en 100), Kobe Bryant (81) y David Thompson, aquel espectacular matador que era el ídolo de Michael Jordan y que anotó 73 puntos en 1978. Así que solo dos jugadores, Wilt y Kobe, han anotado más puntos que Doncic en toda la historia de la NBA. El dato es apabullante.
Los Mavs llegaron a 148 con solo tres jugadores aportando al menos diez (Doncic, Green y 13 de Tim Hardaway Jr). Y necesitaron toda la producción del esloveno porque los Hawks (cuatro derrotas seguidas: 18-27) lo intentaron hasta el final, cuando un par de 2+1 llevaron la anotación de Doncic a 70 y, finalmente, 73. En total, 25/33 en tiros de campo con un 8/13 en triples y 15/16 en tiros libres. Es el primer partido con al menos 70 puntos y un 75% en tiros. Es el mejor de 70 en cuanto a true shooting percentage, el baremo que mide todos los tiros incluidos los de personal: 91,2%. Y fueron, finalmente, 100 puntos creados por él, vía anotación o asistencias, en la pista que pudo ser suya.
Conviene recordarlo: el 21 de junio de 2018, Atlanta Hawks eligió a Doncic con el número 3 del draft pero lo traspasó a los Mavs a cambio del pick 5, Trae Young, y una elección futura que acabó siendo Cam Reddish. Trae, por cierto, regresó para este partido después de un par ausente por una conmoción y acabó con 30 puntos y 11 asistencias. Insuficiente para un equipo que lo intentó todo contra Doncic: primero el más largo Jalen Johnson, después el músculo de Saddiq Bey y la actividad de Dejounte Murray... Todo, sí, pero para nada.
Habían pasado poco más de 24 horas desde que Doncic había sido elegido all star por quinta vez (cuarta como titular) y se había unido a una lista muy ilustre, la de los jugadores con cinco all star en su currículum antes de cumplir 25 años (LeBron James, Kobe, Shaquille O’Neal, Anthony Davis, Isiah Thomas). Ahora se ha convertido en el único junto a Michael Jordan con más de un partido de 60 puntos antes de llegar a esa edad (firmó estos 73 con 24 años y 332 días). Si se rebaja el tope a 50, la lista sigue siendo exquisita: Chamberlain 13 veces, Jordan 9, Kareem Abdul-Jabbar y LeBron 8 y Doncic, ahora, siete.
El décimo que llega a 70 puntos
Es el decimoquinto partido de al menos 70 puntos en la historia de la NBA, y Doncic es el décimo jugador que llega a esa cifra (seis de los quince llevan la firma de Chamberlain). Cuatro de ellos, eso sí, los hemos visto en poco más de un año: los 70 de Embiid el otro día, 71 de Donovan Mitchell y Damian Lillard en enero de 2023 y, ahora, estos 73 de un Doncic que anotó 18 puntos en el primer cuarto (8/11 en tiros), 23 en el segundo (8/10), 16 en el tercero (4/5) y otros 16 en el cuarto (5/7). Que se unió a Embiid y David Robinson como los únicos con al menos 10 rebotes y 5 asistencias junto a 70 puntos, que llevaba ya 41 al descanso (17/22 en tiros, 6/9 en triples) y que nunca había anotado 25 canastas en un partido.
Pero era, y no es el día para debatir cómo de sostenible o de saludable es eso, lo que necesitaba su equipo, otra vez sin el lesionado Kyrie Irving y también sin Derrick Jones Jr, fulminado durante el partido. Y era lo que necesitaba un jugador único, evidentemente especial, que a veces se enreda con sus contradicciones y sus asuntos pero que es capaz de hacer prácticamente cualquier cosa cuando está en una pista de baloncesto. Conviene no despistarse mirando para otro lado porque, con él, las malas noticias nunca duran demasiado.
Los Mavericks llegaron a Atlanta en un momento delicado, nerviosos y con la sensación de que su temporada se había, como mínimo, estancado. Y salen de un partido que se había vuelto peliagudo aferrados a su jugador franquicia, al chico esloveno que sigue devorando todos los récords que batió Dirk Nowitzki en el equipo texano. Agarrados a las genialidades de un Doncic que promedia esta temporada más de 34 puntos y que tocó, en Atlanta, una cima que solo habían conocido antes tres jugadores en toda la historia. Desde ahora tenemos los 100 puntos de Chamberlain, los 81 de Kobe, otros 78 de Chamberlain y, justo después, los 73 de Doncic en un hito que también alcanzaron Thompson y dos veces más el imposible Chamberlain. Y al que solo Kobe había llegado desde 1978. Da tanto vértigo como pensar dónde acabará Doncic, cómo será su currículum dentro de unos años y cuántas veces más tendremos que escribir que ha logrado algo que deja atrás las mayores barbaridades de los videojuegos. Será, finalmente, lo que dice Jason Kidd: Luka Doncic no es el sistema, es todo el plan de juego.