Doncic no puede con toda Boston

Los Celtics no hacen distingos en cuanto a dejar de apretar el acelerador cuando se meten en partido. Han alcanzado un punto en esta fase regular en el que la inercia les lleva a ganar por mucho algún encuentro que parece más apretado. Facilidad innata. Y eso que los Mavericks de Doncic no se le han dado bien estos últimos años, pero el pasado está pisado para los hombres de Joe Mazzulla. Y a lo que no paran de mirar es al título al que Larry O’Brien da nombre.

En el TD Garden se vio otro paseo militar de las fuerzas verdes, como acostumbra, en la última parada de esta gira del Este que los Mavs han tenido en la última semana. Un revolcón en términos numéricos, 138-110 (+28), para los texanos, que no dieron tan mala impresión como dice el marcador aunque sí se les notó menos frescos.

Los Mavericks fueron perdiendo poco a poco el enganche al partido y acabaron arrastrados por un muy mal último cuarto que infló la diferencia entre ambos conjuntos. Sin Irving tan bien como Doncic y con Kidd reservando unidades en una rotación corta, con Lively titular y Kleber de suplente y la falta de presencia más allá de ellos, Luka y Washington. Partido que se podía perder en Boston. El oponente está rodado de toda la temporada y se nota.

Una versión nuevamente espectacular de Doncic, con un triple-doble de 37 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias (y un valioso 14/25 en tiros de campo), chocó con las dificultades de Kyrie Irving para controlar sus lanzamientos (9/23) en otro día en el que el público del Garden se le echó encima. “Tienen derecho a abuchearme. No les he vencido en los últimos partidos que he tenido con ellos, pueden hacerlo hasta que les vuelva a ganar. Lo tomo bien, creo que esa teatralidad hace del deporte algo divertido”, dijo Irving, que mencionaba su 0-6 contra los célticos, al acabar. Más contento acabó un Kristaps Porzingis (24) que hizo el camino contrario, ahora lejos de Doncic y contento en Boston. Con éste hacen diez los triunfos que los Celtics han encadenado: ¿quién para a estos tíos?

Los Mavericks se mantendrán en el octavo lugar del Oeste tras la jornada, metidos en una maraña de la que nadie escapará sin grandes sacrificios. En la cita de este viernes se vieron impotentes para cortar las circulaciones de los locales, la seña de identidad con la que están marcando este año, e igualmente para ponerse al mismo nivel de acierto en lanzamientos exteriores. A estos Celtics hay que seguirles el ritmo o morirás sin solución. Así se resolvió la noche.

Especialmente sangrante fueron los emparejamientos de grandes con grandes y cómo los Celtics hicieron pagar al máximo los desajustes de su contrario. La movilidad de Porzingis y Tatum, titulares, y Horford, suplente, fue un caudal de puntos desde fuera que nadie supo frenar en Dallas. Aunque de la cascada de triples en contra no se libró ningún mav: inapelable 21/46 de los locales por el parco 26% de acierto de los visitantes. Kidd reflejó tras el partido algo que está claro, “no puedes tener bajones defensivos contra ellos”, y apuntó también que habían tenido muchas “posesiones vacías” en referencia a esa falta de ideas imperdonable cuando se juega a un tanteo alto. El cuadro de Massachusetts abrió las hostilidades con fuerza, llegando a los 38 puntos en el primer acto, y bajó en el segundo y tercero. Antes del descanso Tatum, líder nato, desvió la atención hacia otros compañeros y con ello Doncic fue marcando un camino por el que sí se podía transitar. De hecho se aferraron a la vida y de qué manera tras el descanso, poniéndose a sólo dos de distancia (81-79, minuto 30) con un mate de Lively, sin fallo. Pero ahí se fundieron los plomos: tres triples, dos de ellos de Tatum (32), protagonizaron un parcial de 21-13 para clausurar el tercer periodo e ir al cuarto, en el que un 36-20 machacó definitivamente a los Mavericks.