NBA | CELTICS 92 - MAGIC 95

Banchero es el rey del Garden

Segunda victoria consecutiva de los Magic en el Garden con un final de locos y un Banchero que, excelso, fue el mejor jugador del partido.

Brian BabineauGetty

El final de locos fue para los Magic. Segunda victoria consecutiva del equipo de Orlando ante los Celtics, ambas en Boston. Una anomalía si tenemos en cuenta que han sido dos enfrentamientos entre el mejor equipo de la NBA ante uno de los peores. Lección de pundonor de unos Magic que demuestran que tienen un equipo de futuro y se acercan tímidamente a los puestos de play-in, algo que no entraba entre los planes iniciales del proyecto pero que se podrían plantear si siguen en este momento de forma: 6 victorias consecutivas ante rivales teóricamente superiores y una capacidad de resiliencia desconocida en el inicio de curso. De 5-20 a 11-20 y ganando, además, a unos Celtics que no han sido capaces de sacar ninguno de los dos partidos en el Garden, ante su público y esta vez en un final igualado que no supieron gestionar.

Con 93-89, un triple de Malcolm Brogdon daba una vida extra a unos Celtics que no lo merecían, pero que tiene una plantilla maravillosa, practican un juego fabuloso y que, incluso jugando un mal partido pueden optar a la victoria. Markelle Fultz recogía el rebote tras un caprichoso lanzamiento de Paolo Banchero. El base gritó tiempo muerto mientras una ingente cantidad de manos de los Celtics se abalanzaban sobre él. Los árbitros se lo concedieron. Pero en la reanudación y al no encontrar a ningún compañero, la intentó tirar contra Al Horford para provocar un nuevo saque de banda que le diera 5 segundos extra para pensar... y los verdes recuperaron el balón. La locura siguió: Grant Williams la perdió en un nuevo saque tras tiempo muerto y Mortiz Wagner no concretó desde la personal. Ahí se acabó todo: los Celtics fallaron el intento de triple y la balanza se inclinó, merecidamente, del lado de los visitantes.

Los Magic fueron mejores durante más tiempo: se fueron 41-50 arriba al descanso y controlaron la rebelión local en el tercer periodo, que puso de nuevo a los Celtics por delante (71-68). Nadie se arredó: con una madurez inopinada para su juventud y un aprovechamiento máximo de los fallos rivales (hasta 16 pérdidas), volvieron a tomar la delantera y mandaron durante casi la totalidad del último periodo. Y cerraron gracias a un Banchero espectacular, que si bien no apareció en el taquicárdico final, sí mantuvo a los suyos a flote incluso en los peores momentos: 31 puntos, 6 rebotes y 3 aisstencias para el rookie con 6 de 7 en triples, unas cifras espectaculares que aumentan sus apuestas para ser nombrado Novato del Año. Un premio para el que todavía queda mucho, pero que ahora mismo se merece casi sin competencia. Solo falta por ver si los Magic irán o no para arriba. Se enfrentan ahora a Hawks, Rockets, Spurs, Lakers, Pistons, Wizards y Thunder. Un calendario muy proclive a que puedan seguir sumando.

Los Celtics, que jugaron sin Jayson Tatum por motivos personales, quedan virtualmente empatados con los Bucks en la primera posición de la Conferencia Este (22-9, por el 21-8 de sus máximos rivales). No tienen motivos para preocuparse, aunque estos dos baches consecutivos no son propios de una plantilla de semejante categoría. Jaylen Brown sumó 24 puntos y 14 rebotes, pero solo estuvo acompañado de un poco de Marcus Smart (15+7+7), Grant Williams (14) y Malcolm Brogdon (12). El lanzamiento de tres puntos fue una verdadera tortura (12 de 47, un bochorno) y no encontraron soluciones más allá de la insistencia propia de la desesperación. La poca seguridad con el balón fue una obviedad, como también el relajamiento ante un equipo supuestamente inferior, algo que pagaron con creces. Los Celtics juegan en otra Liga y su temporada es otra, aunque tienen que tener cuidado con las 4 derrotas que llevan en los últimos 5 partidos. En este caso, sencillamente, han sido peores. Hay veces que la explicación más simple es la mejor.

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