NCAA

Aday Mara vuelve a soñar

Partido soberbio de Aday Mara contra Wake Forest, el mejor de su equipo, que permite al español soñar de nuevo con la NBA. Ha recuperado parte de su magia.

Nació en Madrid en 1992. Cursó estudios en Periodismo en la Complutense de Madrid. Entró a AS en 2017 y se zambulló en Baloncesto. Y ahí sigue, entre NBA, ACB, LEB, competiciones internacionales... Ha trabajado, además de aquí, en MARCA, NBAmaniacs, EuroSport, la revista Gigantes o las retransmisiones de Euroliga.
Actualizado a

Ha renacido. Al menos ésa es la impresión que uno se lleva repasando sus actuaciones de ahora con las de los dos últimos años, en Los Ángeles, con un entrenador que no llegó nunca a apostar realmente por un talento como él. El maño Aday Mara viene para quedarse. En uno de los conjuntos más floridos de la conferencia Big Ten, los Wolverines de Míchigan, cumple con creces. Este martes por la noche, de hecho, se desmarcó como el jugador del partido en uno excitante frente a la Wake Forest que en su día encumbró a Tim Duncan y Chris Paul. Mucho que contar.

Era simplemente el segundo compromiso de Michigan esta temporada. Los sextos favoritos conquistan de nuevo un encuentro al aguantar el tiempo reglamentario y el extra, donde se decidió todo, en el Little Caesars Arena. 85-84 después de una prórroga de muchos nervios, muñecas agarrotadas y un escueto marcador de 5-4. Podemos estar ante uno de los tapados de la NCAA esta temporada, aunque la tenemos aún en los albores, y con un español al mando. Este futurible de la NBA, un sueño que persigue desde hace dos cursos, abandonando Zaragoza para hacer vida en las Américas, vio minada su confianza por un técnico, Mick Cronin, que no llegaba de verle como una estrella en ciernes; ahora Dusty May, al menos de entrada, le da el espacio que necesitaba, sólo le queda animarse con los triples. Dirige como pívot en cabecera y pelea por la posición dentro, donde debería dominar por altura y fundamentos. Nuevo impulso.

Los Wolverines creyeron tener el partido en la palma de su mano hasta que la tendencia fue cambiando durante el segundo periodo. Tuvieron que reponerse, ya que a cinco minutos de acabar el tiempo regulado no sólo les habían remontado en un tiempo récord sino que se veían siete puntos abajo. Supieron dejar a un lado los malos pensamientos y volver al buen juego propuesto al comienzo de la cita.

Contribuyó a ello Aday, ese tallo de 2,20 metros que ilusiona al baloncesto nacional. 37 minutos para paladear cómo ha recuperado la confianza si lo comparamos con sus días en UCLA. Titular de nuevo en el puesto de pívot, en ataque se atreve con su característico juego de espaldas en el poste bajo y en defensa lo hace saliendo a intimidar con sus largos brazos. 8/11 en tiros de campo, 2/4 en tiros libres. La línea estadística es de vértigo: 18 puntos, 13 rebotes, 6 asistencias, 5 tapones. Que no sólo de números vive el hombre, en este caso también las sensaciones hacen palpable que Mara ha recuperado parte de su magia.

Los Deacons habían leído la caída de rendimiento de sus rivales. Plantearon un problema gordo a los lobeznos en Detroit. Pero el antídoto para Mara era inexistente. Un nombre propio: Calmese. El jugador de Wake Forest perdió el balón para ganar en la jugada decisiva de la segunda parte y erró la bandeja final de la prórroga, en ese caso por el miedo que le produjo el pívot aragonés.

RELACIONADO | Tabla de anotadores

Noticias relacionadas

Nuestra Newsletter y alerta informativa en canal de WhatsApp.

¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí para la información.

Etiquetado en:

Te recomendamos en NBA

Lo más visto

Más noticias