Nadie puede parar al Unicaja

Nadie puede parar al Unicaja. El equipo de Ibon Navarro mantiene el liderato de la Liga Endesa tras superar a un Casademont Zaragoza con una diferencia que llegó a ser de 26 puntos (85-39, min. 24). En el tramo final los malagueños se relajaron y permitieron que su rival dignificase su catástrofe con un parcial de 16-28.

Decía Ibon Navarro que terminar líder en la Liga regular no da tantas ventajas y que un buen octavo puede chafar las expectativas en un playoff a cara de perro. Este aparente ‘poco entusiasmo’ por ser el primero de la clasificación se puede entender como una manera de quitar presión y no tener el liderato como un motivo innecesario de tortura. Pero nadie puede negar que liderar en la jornada 29 una Liga donde están Real Madrid, Barcelona, Joventut, Baskonia y Valencia no es casualidad. El Unicaja va a por todas.

Y bien que lo sufrió el Casademont Zaragoza. A pesar de la ausencia de Osetkowski, su MVP del momento, los de Ibon Navarro impusieron su autoridad. Defensa agresiva, acierto exterior, juego de memoria y confianza descomunal en una propuesta que enamora a su afición. Este Unicaja lo hace casi todo bien y es candidato a pelear por la Liga. Ante semejante manantial de baloncesto poco pudo hacer el Zaragoza, un equipo estimable.

Sin tregua

El Casademont Zaragoza es un equipo que, en momentos señalados, ha dado sustos al Unicaja. En la memoria aquel triunfo de los aragoneses en la Copa del Rey de 2014 en el Carpena. En la primera vuelta los malagueños doblaron la rodilla en el Príncipe Felipe (100-92). Con precedentes o sin ellos, Unicaja sale como un torbellino. Porfirio Fisac se huele la tostada cuando a los seis minutos pide su primer tiempo muerto tras cinco puntos seguidos de Barreiro (16-6).

Lejos de resetear, el Unicaja mantiene su ritmo avasallador. Carter se atreve con lanzamientos desde siete metros en momentos desacertados de McFadden, un tirador que suele ser solvente. La diferencia se dispara hasta un tremendo 46-23. Casademont trata de remar con un 0-5 de parcial. A falta de dos segundos para el intermedio Djedovic roba y anota del tirón un triple brutal. 49-28 y todos a la ducha con sensación de que el Zaragoza no tiene la mejor actitud para contrarrestar a un oponente implacable.

Tras la reanudación el Zaragoza sale con otro aire y primer triple de McFadden (51-33). Admitido el potencial de los verdimorados, no era normal la poca sangre de los de Fisac. Este arrebato de orgullo no basta. Con 4/17 en triples es imposible avanzar y el Unicaja, manteniendo sus constantes, pone un 65-39 (min. 28) de meridiana rotundidad.

Con todo resuelto, el Unicaja bajó de revoluciones, solo lo justo para no hacer sangre. Eso permitió que el Zaragoza bajase de los 20 de desventaja (79-64 min. 36). Ibon tiene que pedir el clásico tiempo muerto para decir a sus hombres que nada de fiestas por un parcial de 3-13. Con en Unicaja sesteando, el Zaragoza se acerca en el marcador ante el estupor del Carpena que esperaba un resultado de escándalo. El parcial, de 7-23, aprieta el marcador hasta 81-72. Perry anota la última canasta para cerrar un partido sin sufrimientos.

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