MUNDIAL 2023

El desafío mundial de los Hernangómez

El MVP del Eurobasket y el héroe la final de Berlín ya son piezas clave en España: “En la Selección es donde más nos divertimos; cada vez que podamos venir lo vamos a hacer”.

M.Pozo

Hace cuatro años, en un hotel cualquiera de Ningbó, AS se sentó con los dos Hernangómez en vísperas del Mundial de China. Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero otras no. “Venir a la Selección es un orgullo; y cada vez que podamos venir lo vamos a hacer”, decían a finales de agosto de 2019 y repiten en 2023, cuando este medio vuelve a reunirlos para hacer una fotografía de portada que simboliza el peso que han ganado con los años en la Selección. Willy se presenta en el Mundial con la etiqueta de MVP del pasado Eurobasket; y Juancho, como teórico cuatro titular y, sobre todo, con la seguridad de que no falla en los días grandes. El año pasado en Berlín, después de un torneo durísimo, jugó una final de película en la que, con 27 puntos, disparó a España hacia el oro en uno de los viajes más maravillosos de la historia del deporte español.

Hace cuatro años ya habían hecho historia. Su rol era menos protagonista, pero un trocito de ese Mundial también es suyo. Juancho ya era titular y un salto de calidad físico necesario que ayudó a las vacas sagradas de la Selección. De Willy siempre se recordará su partidazo contra Polonia en cuartos y, sobre todo, la sensación de que, respetando los tiempos de los Gasol, ya estaba para mucho más. Los dos recuerdan aquel maravilloso viaje de la ‘quinta del patinete’, bautizada así por Juancho por ser el instrumento que utilizaron para desplazarse durante los días de concentración en Los Ángeles.

Allí, en Marina del Rey, donde España se alojó para jugar un amistoso contra Estados Unidos en Anaheim, se empezaron a poner las bases del equipo campeón. “Las memorias del Mundial… Fue soñado, muy duro”, evoca Juancho. Partíamos de unas expectativas bastante bajas y el equipo se unió más que nunca para ir poco a poco. Recuerdo que lo veíamos negro antes de jugar contra Italia y Serbia, pero había que jugar los partidos. Nos miramos a los ojos y luchamos por un sueño. Liderados por Ricky y por Marc, todos teníamos un rol. Creo que todos nos podemos retirar. Me quedo con ese mes de concentración. Anécdotas, viajes, conocer a Kobe Bryant… una final soñada, una semifinal de infarto, rezando cada tiro libre. No sé cómo Marc pudo meter todos aquellos tiros libres contra Australia. Aquel torneo de Ricky, de Claver, de Chechi (Llull). Todo empezó con el equipo patinete en Los Ángeles y acabamos siendo campeones del mundo”. Willy extrajo aprendizajes: “Fue una experiencia auténticamente increíble y muy útil para futuras competiciones. Nosotros siempre hemos sido como dos esponjas que hemos querido aprender todo lo posible. El mundial nos sirvió mucho para los próximos campeonatos que jugamos con la selección y todos los que quedan”.

Los Hernangómez, el 14 y el 41 de la Selección, un capicúa que no es casual porque así de unidos están, aterrizan en el Mundial después de haber tomado una decisión clave en sus carreras. Regresan a Europa después de haberlo intentado hasta en ocho franquicias de la NBA. Willy, en Knicks, Hornets y Pelicans; Juancho, en Denver, Minnesota, Boston, San Antonio y Toronto. Siempre soñaron coincidir en la NBA, pero para eso también han tenido siempre la Selección. “Es el premio al trabajo de una temporada. Defender estos colores es lo máximo”, explica Willy. “Es donde mejor nos lo pasamos, donde más hemos competido, nos hemos sentido líderes, donde hemos aprendido y donde cada temporada estamos pensando en ganar”, cuenta Juancho.

Los hijos de Wonny Geuer y Guillermo Hernangómez son ya parte de la tradición de hermanos que han jugado juntos en la Selección española a lo largo de la historia. Los Alonso (Emilio y Pedro), los Martínez (Alfonso y José Luis), los Ramos (Vicente y José Ramón), los Sagi-Vela (Gonzalo y José Luis), los Arcega (Fernando y José Ángel), los Jofresa (Rafa y Tomás), los Angulo (Alberto y Lucio), los Reyes (Felipe y Alfonso). Y antes de los Hernangómez, los memorables Pau y Marc. “Los hermanos Gasol para nosotros han sido mucho más que un espejo en el que mirarnos y aprender. Han sido dos hermanos mayores para nosotros que nos han enseñado muchas cosas fuera y dentro de la pista, valores del baloncesto y de la vida, son todo un ejemplo para nosotros. Me quedo con poder haber compartido vestuario los 4 juntos durante las olimpiadas de Tokio”, expresa Willy.

Juancho los ve como leyendas: “Yo creo que llamarnos herederos de los Gasol, je, je… (risas). Lo único que tenemos en común es que somos hermanos. Han ganado todo, han sido únicos. Son Hall of Fame, han sido líderes de España veinte años. Ojalá nos acercásemos a ellos un uno por ciento. Pero hemos tenido la suerte de coincidir con ellos, de poder jugar juntos, tener relación. Su familia nos quiere muchísimo y la nuestra a la suya. Siempre vamos a recordar lo que nos han dado. Verlos cómo competían, cómo se admiraban. Ese talento que tuvieron, esa ambición, han sido de lo mejor que podemos pedir”.

Es tiempo de otro rol para los Hernangómez. No sólo dentro de la cancha. Fuera, y aunque todavía quedan vacas sagradas como Rudy, Llull, Claver…, están en la edad perfecta para ser la llave de conexión entre generaciones. Este verano han hecho de anfitriones de Aldama y Núñez. “No me gusta la palabra veterano porque me hace bastante mayor y tengo 27 años. Me llamaban veterano en la NBA y no me gustaba mucho, la verdad. Pero te lo puedes tomar también por la parte positiva, tener más experiencia. Yo sigo siendo el mismo niño y me sorprenden mucho las nuevas generaciones. Este verano (programa Golden Boys) han venido algunos jugadores a los que les saco nueve y diez años, con los que no había coincidido; y que tienen un talento físico y técnico que no he visto en mi vida. Y ahora están con nosotros Juan y Santi, que son dos pedazo de jugadores”, se impresiona Juancho, que continúa: “Uno ya está jugando en la NBA y tiene todo el futuro por delante, con unas condiciones innatas que le permiten hacer de todo y que tiene una tremenda facilidad para jugar al baloncesto. Y Juan tiene un don: el de la picardía, el pase. Y luego es muy maduro para su edad y ellos tienen futuro para donde quieran llegar. Lo tienen todo por delante. Serán líderes de la Selección muy pronto. Lo tienen y entrenan duro para ello. Se lo tienen que ganar, pero están dispuestos a ello. Hay un recambio generacional que viene con mucho talento y ojalá puedan apretar y competir. Y eso es lo más importante. Que aprendan, que escuchen y que trabajen. Yo estoy orgulloso de jugar con ellos”.

“El consejo más fácil que se les puede es que disfruten y lo den todo cada día. Estar aquí en la Selección es un premio, es un honor, y tienes que darlo todo cada día de entreno y de partido pero sobre todo disfrutar de la familia y de cada momento, es muy especial y una experiencia única”, apostilla Willy, que llega al Mundial con el cartel de MVP del pasado Eurobasket y de nuevo referente. “Han pasado ya unos cuantos años desde que empecé y es verdad que me siento como uno de los referentes de este equipo junto a los más veteranos como Víctor o Rudy. Al final, ser líder es dar ejemplo en todo y cada día”. El desafío mundial de los Hernangómez empieza mañana contra Costa de Marfil.

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