EuroBasket 2025

Un mes tortuoso

La Selección aterrizó en Chipre con la moral intacta pese a las dificultades de un difícil verano de preparación en el que han caído, por el camino, Lorenzo Brown, Ndiaye, Alberto Díaz y Abalde.

FEB
Redactor jefe de AS. Fue colaborador en AS (2000-04) y, después de pasar por Málaga Hoy, regresó como jefe de Sección en Málaga. Delegado de Andalucía entre 2009 y 2012, colaboró en la integración digital-papel de AS en Madrid. Cubre la información del Barça y la Selección de baloncesto. Tres Juegos Olímpicos. Colaborador de SER, Canal Sur y Gol.
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“Es la primera vez que no tengo que hacer ningún descarte desde que estoy en la Selección”. La frase de Sergio Scariolo el pasado jueves en Madrd es la mejor foto de un verano tortuoso en el que los problemas han atacado por tierra, mar y aire a una España que se ha visto lastrada por problemas personales, lesiones y hasta dificultades de nuevo cuño como la diáspora universitaria de los más jóvenes.

El pasado 2 de julio, Sergio Scariolo ofreció su última prelista como seleccionador nacional. 15 jugadores debían pelear por un puesto entre los doce elegidos para empezar el Eurobasket. La criba, sin embargo, no ha sido deportiva. El 16 de julio, a primera hora, AS anunció que Lorenzo Brown tenía pie y medio fuera del Eurobasket debido a un grave problema personal. Por la tarde, la FEB anunció la baja del base naturalizado, que durante la temporada había dado garantías a Scariolo y a Elisa Aguilar de que estaría en Limasol (Chipre) desde el 28 de agosto. Finalmente, Brown, que había firmado sólo unos días antes por el Armani Milan, club que también le aconsejó que se bajase del avión de la Selección, renunció. La historia del estadounidense en la Selección, como confirmó Scariolo en su entrevista a AS del pasado 16 de agosto, se ha terminado. El futuro entrenador del Madrid llamó al jovencísimo Mario Saint-Supéry, que había renunciado a la España B para centrarse en su salto a la NCAA. La FEB, sin embargo, se movió con habilidad y logró sacar el sí de Gonzaga.

Del 5 al 7 de agosto, la Selección jugo su primer torneo en Málaga. No se vistió Eli John Ndiaye. El nuevo ala-pívot de los Atlanta Hawks, lastrado por los problemas físicos que ha sufrido durante toda la temporada, también cayó, siempre con los ojos de su nueva franquicia encima. Pero la cosa podía ser peor. Alberto Díaz sintió algo y no jugó la segunda parte del segundo partido ante la República Checa. La Selección hizo su primer break antes del doble enfrentamiento contra Francia. Las noticias ya eran inquietantes con Alberto, aunque una prueba en Barcelona le mantuvo, de momento, en la expedición. Entró en acción Baba Miller, que jugó un gran torneo de Málaga con la España B de Ponsarnau. Si embargo, y al contrario que Saint-Supéry, la FEB no obtuvo el OK de Cincinatti entre otros motivos para que se incorporase a la Absoluta.

En París llegó el último varapalo. Alberto Abalde abandonó al parqué de Bercy nada más empezar y, pese a que pareció un asunto sin importancia, la lesión de acabó confirmando y el gallego también tuvo que poner pie en tierra. Scariolo, que ya había llamado de urgencia a Guillem Ferrando e Isaac Nogués, tuvo que ampliar la lista a Álvaro Cárdenas y a Lucas Langarita porque Saint-Supéry también se lastimó el tobillo contra Francia en Bercy. El Principito llegó, pero Alberto Díaz no.

La selección de los doce se ha hecho, pues, de manera natural, aunque ha habido más sobresaltos. Brizuela y Aldama no han podido jugar algunos partidos de la preparación por problemas físicos. “No estamos tan mal”, se rebela Scariolo cuando se le pregunta por la condición física del equipo a las puertas del inicio del torneo. “Tenemos días para matizar los roles”, promete el seleccionador. Los jugadores tampoco se arrugan. “Ha sido una preparación difícil, pero se pueden sacar cosas positivas. Vamos a dar la cara; ya hemos demostrado a lo largo de nuestra historia que no nos arrugamos”, dijo Pradilla sobre el parqué del Lanxess Arena de Colonia nada más terminar el último amistoso contra Alemania.

La foto de esta España en transición habla de un equipo joven, de 26 años de media, con seis ganadores del último Eurobasket (López Arostegui, Brizuela, Parra, Pradilla, Juancho y Willy), cinco debutantes que incluyen una pareja de bases de 19 años; y a Santi Aldama, destinado a ser el líder de la España. Y no del futuro, sino del presente. “Es un reto, pero estamos preparados”, avisa De Larrea. Condenada al puesto 11 del famoso power ranking de la FIBA, España vuelve a aparecer olvidada en un rincón. Veremos.

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