Prigioni: “Lorenzo no sentirá la camiseta como Llull o Rudy”
El ahora seleccionador argentino, muy duro con la naturalización de jugadores: “Prefiero perder solo con argentinos. La selección es lo más puro”.
Sigue coleando la nacionalización exprés de Lorenzo Brown, el base estadounidense que ha sido uno de los héroes de la Selección española campeona de Europa. Brown, que recibió la nacionalidad en el BOE del pasado 4 de julio, acabó entrando en el Mejor Quinteto del torneo, fue clave en los dos partidos más dramáticos de los cruces (Lituania en octavos, Alemania en semifinales) y acabó siendo el jugador que más puntos generó con sus asistencias (169). Promedió 15,2 puntos y 7,6 asistencias en un Eurobasket en el que fue una de las sensaciones.
Por eso su nombre se ha convertido en el epicentro del debate sobre la nacionalización de jugadores estadounidenses con pocos o ningún lazo con el país para el que juegan, algo que sucede en muchas otras selecciones sin el éxito deportivo, claro, que ha tenido ahora un Lorenzo con el que Usman Garuba bromeaba tras la final contra Francia, cuando bautizó al base como “Lorenzo de Albacete”.
Uno de los que ha opinado sobre la situación del base, de 32 años, es Pablo Prigioni, que ahora ejerce de seleccionador de Argentina, cargo con el que ha sido campeón de la AmeriCup. El exjugador, de 45 años, no se ha mordido la lengua en una entrevista para Basquet Plus: “Siempre he estado en contra de la naturalización de jugadores. Mientras yo esté en el organigrama de la selección, eso no va a pasar en Argentina. No habrá nadie en el ‘staff’ de otro país. Cuando yo no esté, que la Federación haga lo que quiera. Para mí, el equipo nacional es lo más puro que hay. Ya hay otras competiciones para jugar con gente de todas las partes del mundo. Y es algo fantástico. No estoy en contra de los equipos que aplican la norma, si no de la norma en sí. Prefiero perder con nuestros jugadores que intentar ganar con un deportista que no es argentino. No creo que Lorenzo Brown sienta la camiseta de España como Sergio Llull o Rudy Fernández. Y ahí se acaba la discusión para mí”.
La FIBA no cambiará su postura
Hay que recordar que el secretario general de la FIBA, Andreas Zagklis, defendió antes del Eurobasket la presencia de un naturalizado por selección según las normas del organismo que encabeza: “El punto de partida es tener el pasaporte de ese país. La FIBA vela por la integridad y se asegura de estudiar los vínculos de los jugadores y el país que los nacionaliza. Lo complejo es que haces una norma única para 212 miembros y, por lo tanto, 212 regulaciones nacionales distintas. Obtener un pasaporte es dificilísimo en unos países y mucho más fácil en otros. Así que es difícil legislar para todos. En baloncesto, además, tenemos al país que inventó este juego produciendo al menos un millar de jugadores al año capaces de marcar diferencias en otras selecciones. Un país con muchísima inmigración y grandes comunidades de muchos lugares del mundo. Nuestra idea es ser muy estrictos con los otros once puestos de un equipo. La plaza doce puede ser para un jugador que adquiere la nacionalidad con más de 16 años. Hemos hablado de esto y no va a cambiar ni se va a ampliar, seguirá siendo uno de los doce convocados como máximo. Son las federaciones las que tienen que hacer buen uso de esta norma”.