SELECCIÓN ESPAÑOLA (M)

Lorenzo Brown se ‘gana’ la nacionalización

El base estadounidense (32 años y 1,96 metros) ha mostrado durante la preparación que es una pieza básica para que España sea competitiva.

Luis MillánEFE

La nacionalización de Lorenzo Brown tuvo más detractores que partidarios. Aficionados e internacionales se mostraron contrariados al fichaje del estadounidense, cuya única relación con España eran sus enfrentamientos con los representantes españoles de la Euroliga. “Lamentable”, escribía en Twitter Dani Pérez, base del Baxi Manresa y miembro de la Selección de las Ventanas. “No me parece bien”, dijo Rudy Fernández, escolta del Real Madrid y capitán del conjunto nacional.

No solo se criticaba su poca vinculación con nuestro país. También que su nacionalización era un desprecio al producto nacional, una muestra de poca confianza hacia los jugadores de la Liga Endesa y un tapón para el ascenso a la élite de la Selección a los jóvenes talentos de las categorías de formación. En cada medalla atrapada por los Sub durante este verano, se ponía de nuevo sobre la mesa este tema.

Pero la Federación Española de Baloncesto (FEB) y el seleccionador Sergio Scariolo lo tenían claro: era necesario. El estadounidense es un jugador veterano (32 años) y de talento, con experiencia en la Euroliga (Estrella Roja, Fenerbahçe, Unics Kazán y, ahora, Maccabi), buena mano para la dirección y calma en los momentos de tensión. Algo, que entendían la FEB y el italiano, que no había en el mercado español.

Y bajo la tormenta, Brown aterrizó en el Movistar Academy Magariños de Madrid, el pabellón de entrenamiento de la Selección a principios de agosto, para conquistar a los más escépticos de sus compañeros. “Su adaptación al grupo ha sido excelente (…). La realidad ha superado con creces a la imaginación, tanto él como el resto de sus compañeros”, aseguró Scariolo después de la primera semana de entrenamientos. Incluso, Rudy, cambió su parecer: “Va a ser un jugador muy importante (…). Prefiero a Lorenzo, que deja un pasaporte para estar con España, que otros jugadores que han intentado estar y al final no han estado. Estoy encantado de tener un jugador como Lorenzo en nuestro equipo”.

Evolución positiva

Las buenas palabras de entrenador y capitán no cayeron en saco roto y el de Roswell (Georgia) se ha hecho con el timonel de la Selección con el paso de los amistosos. Empezó dubitativo, con esa falta de conocimiento de compañeros y de sistemas que tanto ha repetido Scariolo, contra la Grecia de Giannis Antetokoumpo. En Atenas, firmó solo 7 puntos (1/4 de tres), dos asistencias y 2 robos para 6 de valoración en 17 minutos sobre la cancha. Dejó destellos, con alguna que otra buena conexión con Willy Hernangómez, pero estaba a mitad de camino.

Su presencia sobre la pista ganó en minutos: 19 en Madrid contra Grecia y 21 y 26 frente a Lituania en Las Palmas y Vilna, respectivamente. También su aportación hasta llegar a los 18 puntos en la capital lituana, con un último cuarto esplendoroso en el que se montó el equipo a la espalda y que permitió a España estar a un tiro suyo de llevar el duelo a la prórroga. Falló, pero no ensombreció una labor que le elevó a los 15 de valoración en un equipo que estaba sin Rudy ni Willy ni Llull, los tres veteranos del grupo.

Nunca es cuestión de un único jugador. Estoy aquí para competir y tratar de ser mejor cada día. Si yo doy lo mejor, el equipo mejora. Es lo más importante”, restaba importancia Brown a su actuación. El base ha cerrado una gira preparatoria con unos buenos 11 tantos (54,5% en triples), 2 rebotes, 4,5 asistencias y 1,3 robos para 10,8 de valoración en 21 minutos sobre la cancha de media.

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