LA AUTOCANASTA DE FERRÁNDIZ

La autocanasta de Ferrándiz: el truco que cambió el baloncesto

El por entonces técnico del Real Madrid ideó una estrategia para evitar una prórroga ante el Varese en 1962 que no le convenía nada al equipo blanco.

DIARIO AS

Pedro Ferrándiz no fue simplemente el mejor entrenador de la historia del Real Madrid y una leyenda del baloncesto español, sino también un auténtico revolucionario. No solo estuvo tres años sin perder y acumuló cuatro Copas de Europa, 12 Ligas y 11 Copas en las 13 temporadas que dirigió al conjunto blanco, sino que también cambió las reglas de este deporte para siempre.

Fue el 18 de enero de 1962 en Italia. Al legendario entrenador del Real Madrid se le ocurrió una genialidad para evitar una prórroga que hubiera terminado en desastre para la equipo blanco: la autocanasta. Los blancos jugaban en Varese el partido de ida de los octavos de final de la Copa de Europa. Al descanso, ganaban por 36-44, pero la cosa se puso fea. El estadounidense Wayne Hightower estaba lesionado y a falta de dos segundos, los transalpinos empataron el partido y eliminaron por faltas a Morrison (Sevillano también lo estaba).

La prórroga no convenía y la jugada estaba ensayada. Lluís se la paso a Alocén que la metió limpia. Fingió celebrarlo ante una afición italiana que se burlaba: “¡Lorenzini, Lorenzini!”, gritaba. Hasta que Toth, jugador del Varese, se dio cuenta de la trampa y el público comprendió el engaño. El partido de vuelta lo ganó el Madrid (83-62), que acabaría perdiendo la final ante el Dinamo de Tiflis. Aquella canasta cambió la historia. La FIBA reaccionó para evitar más autocanastas: una multa y dos años de sanción para el que imitara a Alocén.

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