España cumple: a cuartos por la vía directa

¡Cómo es el baloncesto! España viajará directamente a los cuartos de final, a Liubliana (Eslovenia), como primera tras ganar a Grecia (76-60) y poner punto final a un recorrido en esta fase de grupos de Tel Aviv (Israel) de auténtica locura. La suya y la del resto de selecciones. Porque tras caer frente a Letonia en el duelo inaugural, que ponía a las bálticas como grandes candidatas al liderato, estas cayeron en los dos siguientes duelo para terminar eliminadas. Un camino contrario al de la Selección, de la nada al todo, después de doblegar con autoridad a Montenegro y tirar de casta contra Grecia en un encuentro que eran unos octavos adelantados: o clasificación para cuartos como líder de grupo o hacer las maltas para casa. Sin término medio.

Enorme labor de Carrera y Gil en su defensa sobre Fasoula y Spanou. La pívot del Valencia Basket hizo un poquito más: 14 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias y 5 robos para 27 de valoración. Genial la aparición de Ouviña (12 tantos) en el segundo cuarto y colosal la de Casas: entre el tercer y último periodo apiló 14 de sus 16 puntos para que la Selección diera el latigazo que dejó en la lona a Grecia. Debut en un Eurobasket de Lola Pendande, la número 100 en la historia. Y 15 robos, 25 asistencias y tan solo 4 pérdidas. Nada mal. Un único pero, Conde tuvo que retirarse en el segundo cuarto por una lesión (hombro) y no volvió a jugar.

Dominar. Desde el principio. Con velocidad, aprovechando su superioridad en la carrera y para ahogar a Fasoula y Spanou, las dos sobrexplotadas pívots griegas. Son el principio y el final de Grecia, que si quiere ganar, las debe tener en pista. Y, claro, minutada: 16 y 18 minutos, respectivamente, en la primera parte. 30 y 33, al terminar el duelo. España empezó a crecer a través de ahí… y de una defensa asfixiante. Marca de la casa. Es innegociable. Gil y Ouviña, determinantes. El resto seguían una estela que se saldó con 9 robos para 9 puntos. Un buen botín para olvidar el 0 de 6 desde el triple inicial que evitaba la fuga española. Gil y Carrera alargaban su presencia en cancha para detener a Fasoula y Spanou. Los buenos minutos de Ginzo para darles aire fueron importantes un día más.

Pero la Selección demarró con 8 puntos de Ouviña (2 de 3 de tres) y un triple de Leo Rodríguez que propulsaron el parcial de 13-2 que puso tierra de por miedo con las helenas (33-20), a las que les costaba horrores anotar frente a la férrea defensa española: solo 4 tantos en 7 minutos; 9 en un segundo cuarto que dejó la salida forzada de Conde tras un golpe en el hombro. Mientras sus compañeras jugaban, ella se probaba. Los 5 puntos de Spanou dejaban el marcador al descanso con 35-27 tras alcanzar el +13 (35-22).

Cuando todo pintaba mejor para el equipo nacional, con el viento y las corrientes a favor, surgió el orgullo griego. El de Spanou y el de Tsineke, que recortaban la distancia con la caída de los minutos. Del 38-27 tras un buen triple de Cazorla al 49-47 con dos tiros libres de Fasoula, que entró en partido en el tercer cuarto. La Selección, como ante Montenegro, supo navegar una situación límite, de nervios. Fue Casas la que emergió y evitó el abordaje heleno. ¡Y de qué manera! Enlazó 14 puntos seguidos, con un triples y un 2+1, a caballo entre el final del tercer periodo y el inicio del cuarto para un más relajado 66-56, que Gil y Ouviña, desde el perímetro, aumentaron para un 71-57 a falta de dos minutos que ya era definitivo. España continúa su camino. Ahora, toca Liubliana y Alemania o Eslovaquia.