Calderón: “Lo importante es poner nuestro granito de arena”

El exjugador presentó el trabajo que realiza su Fundación para ayudar a los más jóvenes, con mucho foco en su Extremadura natal.

AITOR MARTINDiarioAS

Compañerismo, trabajo en equipo, diversión, sacrificio, esfuerzo, humildad, solidaridad… en la Fundación José Manuel Calderón tienen claro que esos valores se aprenden desde la infancia y se cultivan durante toda la vida. En las aulas y fuera de ellas, a través del ejemplo de otros y de la práctica, y en todas las facetas de una vida que es mejor para uno mismo cuanto mejor sea para todos. Por eso desde 2010 ha organizado más de 200 eventos y tiene ahora siete proyectos propios y un campus que ha recibido a más de 3.000 visitantes.

Esa labor la cosen quienes ponen su trabajo y sus conocimientos al servicio de la Fundación, y la remata el rostro conocido que, en este caso, hace mucho más que dar el nombre: José Manuel Calderón. Uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto español tiene, desde luego, un currículum de leyenda que incluye 14 años y 935 partidos, 602 como titular, en la NBA. Integrante de una generación que es uno de los hitos del deporte español, la de los Júnior de Oro, ganó con la Selección tres medallas olímpicas, un Mundial y cuatro medallas, entre ellas un oro, continentales.

Nacido en Extremadura (Villanueva de la Serena, 1981), Calde hizo las maletas a los 13 años porque le llamó el Baskonia. Vivió en Vitoria, Alicante y Fuenlabrada antes de marcharse a Estados Unidos, donde sigue residiendo ahora tras jugar en Toronto (en Canadá), Detroit, Dallas, Los Ángeles, Nueva York, Atlanta, Cleveland… Ahora, después de pasar por las oficinas del poderoso sindicato de jugadores de la NBA (NBPA), ejerce de consejero de Cleveland Cavaliers y desarrolla una brillante carrera de las pistas que incluye una notable presencia en los medios y, desde luego, las tareas con la Fundación. En gran parte, una forma de mantenerse cerca de sus raíces, de esa Extremadura que abandonó hace tantos años pero de la que nunca se fue del todo: “Cuando fui a Estados Unidos, me di cuenta de la enorme capacidad que tenía Toronto Raptors, y los jugadores de la NBA, para ayudar a través del deporte y pensé que se podía hacer algo así en mi tierra, en Extremadura. Así que en 2010 empezamos con la Fundación. Nos centramos en Extremadura y desde ahí nos expandimos. Todo surge en mi primer año en la NBA, pero también es una manera de mantener las raíces, el contacto con mi tierra”.

La Fundación José Manuel Calderón, que el exjugador presentó desde Estados Unidos en el Congreso Deporte en positivo de AS, vertebra su función en torno al baloncesto, pero va mucho más allá. Sus acciones y colaboraciones con organismos públicos y entidades privadas se dirigen a la población joven, dejan un foco importante para Extremadura y tienen como eje el fomento de hábitos de vida saludables. “La Fundación se ha adaptado a las necesidades que quería cubrir. El deporte es importante, es la excusa, pero al final nos preocupamos por diferentes problemas sociales. Estamos en cursos escolares, vamos a institutos para hacer campañas contra el botellón y contra las drogas, hablamos de nutrición, hemos creado espacios en hospitales para las familias... También damos clases particulares, hay torneos de 3x3... Lo importante es encontrar dónde encajamos, cómo podemos ayudar, poner nuestro granito arena”.

Muchos proyectos con un mismo objetivo

Sus proyectos propios incluyen “Ponle un tapón al botellón”, una iniciativa para combatir el consumo de alcohol entre los jóvenes a partir de charlas y actividades dinámicas; “Come bien, vive mejor”, juegos didácticos y talleres para promover buenos hábitos alimentarios entre los niños y niñas de primaria o el torneo de baloncesto 3x3 Street Basket Tour, que recorre pueblos de Extremadura para inspirar formas de ocio saludables y, de paso, para echar un cable a Cruz Roja y el Banco de Alimentos: para inscribirse hay que aportar un kilo de alimentos no perecederos. Y, claro, el campus de baloncesto que tiene paradas en Badajoz, Madrid y Fuengirola. Semanas de convivencia en las que mandan el baloncesto y la amistad.

Además, la Fundación José Manuel Calderón ha construido espacios de ocio infantil en los hospitales de Badajoz y Don Benito (parques, zonas recreativas…) y ayuda a combatir la igualdad didáctica con acciones como Educa Villanueva, que ofreció clases de refuerzo para los niños más afectados por el confinamiento al que obligó la pandemia, y Aula Conecta, un paso para hacer frente a la brecha digital que crea indeseables divisiones en las posibilidades de aprendizaje. O el proyecto Siente-T, un aula de estimulación multisensorial para niños y niñas con discapacidad intelectual o de desarrollo. En ella pueden estimular sus sentidos y trabajar sus habilidades sociales e intelectuales para mejorar sus condiciones de vida, presentes y de futuro.

Cualquiera que conozca a José Manuel Calderón entenderá rápido por qué se embarcó en todo este proyecto, qué se lleva de su fundación. Él lo explicó así durante el Congreso Deporte en Positivo de AS: “El baloncesto ha sido clave en mi vida. He aprendido a respetar al contrario, al árbitro... a todos. Y todo tiene que empezar por ahí. El trabajo colectivo es clave. La humildad es importante. Es el mensaje que trato de transmitir: mi objetivo es ser cada día un poco mejor”.

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