LeBron: “Me pongo por delante de todos los jugadores de la historia”

LeBron James batió el récord de Kareem Abdul-Jabbar, una marca que durante años se consideró imposible de igualar, y ya es el máximo anotador de la historia de la NBA, ahora con 38.390 puntos (tres más que Kareem: 38.387). El legendario pívot le entregó de forma simbólica un balón, un relevo que marca un antes y un después: desde 1984, llegó también con la camiseta de los Lakers, Kareem había sido el líder en anotación de la Liga.

Después del partido, LeBron (necesitaba 36 puntos para ponerse primero y anotó 38 contra Oklahoma City Thunder) aseguró que estaba asimilando lo que acababa de suceder: “Todavía no me he hecho del todo a la idea…” y dejó un mensaje muy claro: “Creo que puedo seguir jugando un par de años más”. Para sumar a esto último, dejó palabras que no parece difícil interpretar como un recado a su actual equipo, los Lakers: “Sé lo que todavía puedo hacer por un grupo de jugadores, por cualquier franquicia. Puedo salir ahí fuera y ayudar, todavía, a ganar varios anillos”. Ese cualquier franquicia se puede interpretar como un dardo al mandamás de los Lakers, Rob Pelinka, a menos de dos días de que se cierre el mercado y con los Lakers en una situación absolutamente desastrosa (25-30) después de no encontrar formas de reforzar el equipo tras el desastre que fue la llegada de Russell Westbrook la pasada temporada.

En los últimos días, y en los artículos previos a esta histórica noche del récord, LeBron (38 años, 20 en la NBA) ya había dejado claro que acepta que se le considere el mejor jugador de siempre a la vista de lo que está logrando, un debate con Michael Jordan (entre aficionados y analista) que está ahora mismo más vivo que nunca: “Voy a dejar que cada uno decida dónde me sitúa este récord. No me corresponde a mí decir si soy esto o lo otro. Pero lo que aporto como jugador de baloncesto… creo que soy el mejor jugador que ha habido. Esa es la confianza que tengo, eso es lo que creo que valgo, lo que poseo. Pero si es este récord el que me hace subir al último nivel… eso no lo sé”.

Después del partido, el mismísimo Shaquille O’Neal le apretó las tuercas ante las cámaras de TNT preguntándole si se considera el mejor jugador de la historia. LeBron insistió: “Voy a dejar que cada uno decida según su opinión. Personalmente, yo me pongo por delante de todos los demás que han jugado al baloncesto. Pero cada uno tendrá sus favoritos…”.

Lo que está claro, y es una particular paradoja porque siempre se definieron otras virtudes suyas antes que la de anotador voraz, es que ya no hay dudas numéricas sobre una de las marcas más increíbles y señaladas de la NBA: “Cuando la gente hable de los mejores anotadores que ha habido en la historia, mi nombre va a tener que salir. Ahora, ya no podrá de otra manera, no va a haber otra opción”.