Kukoc: “No sé si los estadounidenses sobrevivirían a Obradovic”

El Olympiacos logró una victoria clave en pista del Partizán. El subcampeón de la Euroliga tiene un doble reto en este tramo final de la fase regular, evitar el play en mínimos y, en máximos, situarse entre los cuatro primeros y tener el normalmente decisivo factor cancha en el playoffs que da acceso a la Final Four. Ahora es quinto a falta de dos jornadas, pero tiene todo a un partido, por delante la cuarta posición (factor cancha) y por detrás la séptima (repesca).

En Belgrado, donde el Partizán se complicó mucho la vida en su lucha por estar en el play in, el equipo de Bartzokas logró una remontada tremenda y ganó 69-74 un partido que perdía 59-46 en el inicio del último cuarto. En la granda, entre la marabunta habitual que llena el Stark Arena, había dos invitados de excepción, dos de los mejores jugadores de la historia del baloncesto europeo, los croatas Toni Kukoc y Dino Radja.

Kukoc (55 años), habló con Sport Klub y se deshizo en elogios hacia Zeljko Obradovic, el ya mítico entrenador del Partizán y su compañero, como jugadores y antes de la escisión en los Balcanes, en una Yugoslavia inolvidable que fue plata olímpica (1988) y campeona del mundo (1990): “No es un secreto que pueda que sea el mejor entrenador de la historia, desde luego de los últimos veinte años. Se sabe qué tipo de entrenador es, y no tengo ninguna duda de que tendría mucho éxito en la NBA. Si partes de su conocimiento del juego, claro que tendría éxito. Eso sí, si te fijas en su forma de comunicar… no sé si los jugadores estadounidenses sobrevivirían a esas formas, eso ya sería cosa de ellos. Porque ahora están un poco mimados, me da la sensación. Cuanto más dinero tienen, menos quieren jugar al baloncesto”.

E, ex de los Bulls, campeón con Michael Jordan y Scottie Pippen, insistió en que no es fácil ser entrenador hoy en día: “Si quieres entrenar tienes que ser padre, enternador y psicólogo. Una cosa es tener mamado el baloncesto y otra saber transmitir esos conocimientos. Michael Jordan siempre será para mi el más grande como jugador, pero no tuvo éxito después como general manager. Tanto él como Phil Jackson, un entrenador fenomenal, intentaron desempeñar otros roles, no les fue bien. Hay una diferencia”.

Sentado a su lado estaba Dino Radja (56 años), su compañero en la Jugoplastica campeona de Europa y que también estuvo en la Yugoslavia medallista en Seúl 88. Y que, por su parte, contó hace unos días una anécdota de sus años en Grecia, cuando jugó (1997-99) en el Panathinaikos tras su paso por Boston Celtics y antes de un año en el eterno rival de Atenas, el Olympiacos. El mítico ala-pívot regresó a Europa en 1997 por unos problemas de rodilla y los desencuentros con el entrenador Rick Pitino. El Panathinaikos montaba su proyecto superambicioso (ganó cinco Euroligas entre 2000 y 2011) con la familia Giannakopoulos, que había hecho fortuna en el negocio farmacéutico, al frente. Entonces mandaban los hermanos Pavlos y Thanasis, ahora está al frente del club Dimitrios, hijo de Pavlos y uno de los personajes más polémicos del baloncesto europeo en el último lustro.

Radja ganó dos Ligas con el PAO, pero hace unos días contó en Meridian Sport que su tiempo en el equipo verde tuvo sus complicaciones, incluido un jaleo con el ahora propietario: “Pegué al hijo del jefe, el que ahora está al mando. Lo siento… Pero no lamentó haber ido allí, quería pelear por ganar títulos. Y Grecia… me enamoré de Grecia, no sabría lo que me había perdido si no hubiera ido a jugar allí. Son balcánicos, como nosotros, adoran el baloncesto y tiene la misma energía en su mentalidad”.

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