Tavares: “No hubo nada con el Panathinaikos”
El pívot, que renovó el pasado verano con el Real Madrid por cinco temporadas, confirmó en una entrevista con Eurohoops que su deseo siempre fue quedarse en el equipo blanco.
Walter Tavares cumplió hace unas semanas siete años en el Real Madrid. El pívot aterrizó en el equipo blanco en noviembre de 2017 y debutó en un Clásico. En la capital español ha encontrado su sitio y aunque antes de renovar con el Real Madrid (firmó por cinco temporadas más este verano, hasta junio de 2029), algunos le colocaron en el radar del Panatahinaikos, el gigante caboverdiano tenía claro dónde quería jugar. “No pasó nada. Mi intención siempre fue continuar en el Madrid. Respeto un montón a los seguidores del Panathinaikos. Son un gran equipo”, reconoció en una entrevista a Eurohoops.
Con sus 2,20 de estatura se ha convertido en uno de los grandes dominadores de la Euroliga, aunque el juego haya cambiado y ya no sea un deporte para gigantes. “Ahora el juego es de los bajitos. Y creo que antes era de los grandes. El estilo ha cambiado. Ahora puedes ver a todos tirando de tres, a los grandes también. Todos quieren ser un base, todos quieren tener el balón. Es la era del baloncesto de los bajitos”.
Tavares, que en marzo cumplirá 33 años, cerró en 2017 una etapa NBA que duró solo dos años y en la que sólo pudo disputar 13 partidos en la Liga norteamericana. Su primer destino fueron los Atlanta Hawks, que le habían drafteado en 2014 en el puesto 43. “No tuve una oportunidad. Quizá no llegué a Atlanta en el momento adecuado. Cuando llegué, los Hawks no tenían un gran equipo, pero ahora sí cuentan con buenos jugadores y se han metido en playoffs bastante veces”, explica el pívot que disputó once partidos, sin incidencia en el juego (2,3 puntos y 1,9 rebotes en 6,6 minutos) con la franquicia de Georgia.
Tras un paso por la Liga Desarrollo, su siguiente destino NBA fueron los Cavaliers, que le ficharon como sustituto de Larry Sanders antes del inicio de los playoffs. Jugó con Cleveland el último partido de la temporada regular, pero no tuvo oportunidad durante las eliminatorias por el título, en las que los Cavs perdieron la final ante los Warriors. “En Cleveland me pasó lo mismo. Dijeron que me querían. Pero querían que me quedara en la G-League esperando el momento. Estaba cabreado y decidí intentarlo de otra forma para volver a ser feliz con el baloncesto de nuevo”.
Tavares reconoce que tocó fondo en la NBA. “Empecé a odiar el baloncesto. Lo principal era volver a ser feliz otra vez, trabajar duro y mejorar en el pista”. Y ahí apareció la opción del Real Madrid. Con su fichaje por el entonces equipo de Pablo Laso, Tavares regresaba al baloncesto español que, en su día, le brindó una oportunidad de cambiar su vida. Porque a Tavares lo descubrió un turista alemán en Maio (Cabo Verde) cuando tenía 17 años y de ahí pasó a la cantera del Gran Canaria y en cuatro años ya había debutado con el primer equipo en ACB. “No sabía nada de baloncesto. El baloncesto salvó mi vida. Voy a morir en la pista cada vez que tenga la oportunidad. Ninguna lesión me va a sacar del partido”.
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