Musa la rompe: 38 de valoración

El Madrid se llevó un duelo magnífico (91-87) entre dos grandes equipos, aunque sin completar un partido redondo: su 7 de 25 de tres no le ayudó. El intercambio de golpes baloncestísticos fue tan vehemente, con tanta pasión y lucha en los balones divididos, pleno de emoción, que empujó a los árbitros a hacer un uso intensivo del vídeo que alargó la duración del choque por encima de las dos horas y quince minutos. Todo con Florentino Pérez y Giorgio Armani, que a sus 88 años no suele viajar con la escuadra italiana, de la que es propietario, sentados a pie de pista y no en el palco.

El gran protagonista fue un Dzanan Musa de récord personal, que concluyó con 38 de valoración al apilar 27 puntos (4 de 5 de dos, 2 de 5 de tres y 13 de 14 tiros libres tras forzar al rival 10 faltas), 5 rebotes, 3 asistencias y una sola pérdida. Su equipo apenas extravió 9 balones, cifra muy mejorada respecto a otras noches, y provocó 12 del disciplinado Armani Milán, que ve cortada su racha de seis victorias, la segunda mejor del curso. Aún tiene opciones de playoff, pero debe ganarlo todo, los seis encuentros que le restan. El Madrid esa meta ya la ha conquistado y cada vez se acerca más a la ventaja de cancha en cuartos, la derrota del Fenerbahçe este jueves en Valencia (82-80) le puede ayudar.

Hezonja tuvo una racha muy importante; Tavares abrumó por tramos, luego se equivocó con una técnica y volvió a tiempo; el Chacho respondió como único base puro; Yabusele fue un factor en el desenlace; y Rudy se marchó a cero con el pómulo abierto y el ojo tocado y con un +16 con él en pista en 15:43, hasta que recibió el codazo. En la otra trinchera, a Messina no le bastó con el fantástico trío formado por Napier, Baron y Melli.

El renacido, al Olimpia Milán nos referimos, mostró en el Palacio, después de un bonito reconocimiento a Giorgio Armani, el diseñador y dueño del club, que sus constantes vitales están ahora boyantes, por encima de la media, y muy por encima de las que presentó de octubre a enero, cuando perdió 15 de los primeros 21 partidos y cayó a la última plaza. El fichaje de Shabazz Napier para arropar a Billy Baron y la recuperación de Pangos, más la conexión interior Melli y Voigtmann, le ha dado un plus al equipo, otra cara.

La salida de los de Messina resultó magnífica, con Napier al mano de las operaciones (6 asistencias en menos de 6 minutos). Chus Mateo optó por emparejar a Tavares con Melli de inicio y, mientras el caboverdiano destrozaba a Voigtmann en ataque, en defensa sufría frente a la movilidad del italiano. El escolta Tonut entraba con fuerza y velocidad: 12-20. El Real respondió con Yabusele y Musa. Y Tavares, con el Chacho ya en pista. Un 10-0 para recobrar el mando y afianzarlo en el segundo cuarto tras dos triples de Causeur: 30-23. La carga de Tonut (11 puntos sumaba entonces) nivelaba de nuevo el pulso y solo la habilidad en la penetración de Musa, con ese paso mágico con el que cambia de dirección, permitía a los blancos marcharse al vestuario arriba: 42-40.

En la reanudación, más intercambios de golpes con Melli haciendo pupa y dos técnicas a los merengues, una al banquillo y otra a Tavares por aplaudir a los árbitros tras una clara personal propia en un bloqueo, así que encadenaba la tercera y la cuarta. Al banquillo perjudicando gravemente a su equipo, o eso parecía (56-60), porque al final el quinteto funcionó muy bien con Poirier. Y con Hezonja, que agarró una enorme racha para despedir el tercer acto y dar la bienvenida al último (11 puntos en 2 minutos), la mejor réplica a la pujante entrada del pívot Brandon Davies, el enésimo recurso del Milán, aunque ahora el exazulgrana tiene una misión más de anotador exprés.

Al cuarto decisivo se le recibió con más vaivenes, primero lo dio Pangos y luego contestaron Musa y Yabusele: 83-76 a 3:22 de la bocina. Quedaba cera por arder y Napier, con fortuna y posibles dobles previos de Voigtmann, igualaba a 84. El Chacho, con su séptima asistencia, conectaba rápido para el mate de Tavares, de vuelta a tiempo ambos. Voigtmann marraba el triple y el desenlace se iba a definir desde la personal, con Musa, Deck y Yabusele encestando de dos en dos sin fallo. Un triple de Voigtman a falta de 4,9 segundos elevaba el 88-87, era el turno de Deck, y en el saque posterior el alemán del Olimpia piso la línea lateral. El Emporio Armani venía contraatacando, pero el Madrid le cortó la racha. Muy cercar de abrazar el factor cancha, el gran objetivo de octubre a abril.