REAL MADRID

Los pecados del Real Madrid

Los blancos pierden su tercer partido oficial de los cuatro disputados, algo que la temporada pasada no ocurrió hasta el 14 de enero. El triple, la defensa y la salida sin suplir de Yabusele, algunas de las claves.

El Real Madrid ha empezado mal. Muy mal. Ante el Bayern ha perdido su tercer partido oficial de los cuatro disputados, algo insólito para una entidad casada con la victoria. Primer fue la final de la Supercopa ante el Unicaja, luego el encuentro inaugural de la Liga Endesa contra el Leyma Coruña y ahora, el debut en la Euroliga. La única victoria fue contra el Barça en las semifinales del torneo de Murcia, uno que habían conquistado cinco veces consecutivas. No hubo seis. Desde entonces, el equipo de Chus Mateo ha entrado en una pequeña espiral de malos resultados que, sin ser catastrófica, deja en evidencia algunas de las carencias que todavía tienen. Especialmente si el objetivo, y es el que es, versa sobre la conquista de la máxima competición continental. Una que, de momento, queda muy lejos en cuanto a resultados y, sobre todo, sensaciones.

La baja de Guerschon Yabusele fue un jarro de agua fría para los blancos, que tenían la plantilla cerrada y siguen con una vacante que todavía no han suplido. El francés, tras sus buenos Juegos Olímpicos, fichó por los Sixers para adentrarse en su segunda etapa en la NBA, dejando al Madrid un vacío que sigue sin llenarse. Chus Mateo ya ha reivindicado en varias ruedas de prensa la necesidad de una nueva incorporación, pero todo sigue igual y las derrotas se suceden. Las salidas en forma de retirada de Rudy Fernández y Sergio Rodríguez han dejado un hueco en lo referente a liderazgo, los jugadores parecen no estar en la mejor forma posible y todo se reduce a lo que puedan hacer Facundo Campazzo y Edy Tavares. Algo que no parece suficiente y que, desde luego, no lo está siendo para una plantilla que se dedica a verlas venir mientras acumula derrotas y se emponzoña en un inicio de curso baloncestístico que no deja de ser eso, un inicio. Pero que no deja de ser malo.

Los pecados del Madrid

Una de las cosas que peor está funcionando para los blancos es el triple, algo en lo que se incluye en primer partido ante el Barça, que terminó en victoria: fue un 10 de 34, que en la final ante el Unicaja se quedó en un 7 de 26. Contra el Leyma, 9 de 24. Y en el encuentro que les enfrentó al Bayern, 9 de 22. El santo y seña del Madrid en los últimos años, primero con Pablo Laso y luego con Chus Mateo, ha desaparecido por completo. En total, 35 triples anotados... en 106 intentos. Un 33% de acierto que contrasta con una de las armas esenciales en el club y que ahora no da con la tecla. La salida de Yabusele, la ausencia de Mario Hezonja en los dos últimos partidos (uno por enfermedad y otro por paternidad) y las dificultades en la adaptación de fichajes como Xavier Rathan-Mayes (2 de 11 de forma combinada) ha impedido que la situación mejore.

El otro punto a tratar de forma urgente por los blancos es la defensa. Han recibido 83, 90, 86 y 97 puntos, 356 tantos totales en cuatro encuentros para 89 recibidos por choque. Una losa demasiado grande a pesar de contar con Tavares, pero ya sin el revulsivo de Vincent Poirier. Y una ausencia de colectividad muy grande que no da continuidad y que se queda en escenas aisladas, algo que funciona en la ofensiva por el talento individual que objetivamente tiene la plantilla, pero que se queda corto en una defensa que funciona cuando los cinco jugadores que estén en pista estén centrados y compitiendo. Serge Ibaka ha ayudado solo en ocasiones, el papel de Usman Garuba ha sido intermitente con algún ramalazo, mientras que los exteriores parecen perdidos y no están compenetrados.

¿Soluciones a la vista?

Ahora, el Madrid se tiene que poner a trabajar para solucionar las cosas. Chus Mateo debe concienciar a sus jugadores para un objetivo común, encontrar el punto de forma ideal y poder competir contra cualquiera. Panathinaikos y Olympiacos están por delante en las quinielas como favoritos para la Euroliga, se han reforzado en verano y parecen estar un escalón por encima, aunque generen las dudas habituales de inicio. Mientras que el resto están en un puño y el Madrid, de momento, no se ha ganado el derecho como para situarse por encima de ninguno de ellos. Que los nuevos fichajes finalicen su adaptación es esencial e imperativo para que las cosas funcionen. La situación mejorará con la incorporación definitiva de Hezonja, pero falta que haya más opciones más allá de Campazzo y Tavares.

El Real Madrid debutará en el WiZink Center esta temporada el domingo a las 12:30 ante el Zaragoza, un partido que a priori servirá para volver a la senda de la victoria. Luego recibe al Partizán de Zeljko Obradovic, que siempre sabe competir. Esos dos encuentros deberían ser dos victorias antes de volver a viajar, primero a Bilbao en la Liga Endesa y luego para visitar al Baskonia en la Euroliga en el que será un nuevo reencuentro con Pablo Laso. La temporada pasada, la tercera derrota en un partido oficial fue el 14 de enero. Este curso llega el 3 de octubre. Desde luego, las cosas han cambiado. Y mucho tendrá que mejorar la situación para que los blancos vuelvan a generar confianza y postularse como favoritos a todo, que es lo que deberían ser. El fichaje que les falta, todavía en el aire. Por el resto, tiempo tienen para ello. Y talento. A pesar de un inicio lleno de desmanes y pecados. Insólito pero cierto.

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