Llegan curvas para el Madrid

Salida de tacos y aceleración, el calendario obliga a los equipos a encarar retos como si fueran velocistas pero con la resistencia de un fondista. El Madrid abrió la Euroliga el viernes en Vitoria, jugó en Girona el domingo en el pulso de invictos ACB, el lunes volvió a casa, el martes recibió a Doncic y sus Mavs y ayer viajó a Estambul para enfrentarse hoy al Efes (19:30, #Vamos). Y la próxima semana llega la primera doble jornada continental, el martes visita el WiZink Center el Zalgiris y el jueves, el Armani Milán. A continuación, el Barça, el jueves 26.

Vienen curvas, la primera, en el coliseo Sinan Erdem, en el duelo de supercampeones en el estreno del nuevo Efes ante su gente tras la derrota en el Palau (91-74). Desde 2018, al menos uno de los dos ha estado en las cinco finales disputadas (la de 2020 se canceló cuando viajaban primero y segundo en la clasificación), protagonizaron ambos la de 2022 resuelta por un punto para el equipo turco (57-58), y se han repartido cuatro de los últimos cinco títulos, dos por barba (2018 y 23 el Madrid) y (2021 y 22 el Efes). Ya no están ni Ataman ni Laso, que se cruzan justo hoy en un PAO-Bayern, aunque el Real mantiene el rumbo en cotas máximas con Chus Mateo y el Anadolu espera hacerlo con Erdem Can, asistente de Obradovic en el Fenerbahçe y un año en Utah Jazz ante de dar el gran salto en el Turk Telekom.

El Madrid viene de fiesta, la de Doncic, pero centrado. Rudy se ha quedado en casa y han viajado, ya recuperados, Tavares (ausente cuatro partidos) y Deck (seis). “Hay que seguir ganando”, dice Musa.

Adiós a la era Ataman-Micic; bienvenidos Erdem Can y Darius Thompson

En verano se cerró una etapa gloriosa en el Anadolu Efes, la mejor de la historia del club de Estambul, con la marcha del turco Ergin Ataman, que trata ahora de reflotar el transatlántico verde, el del Panathinaikos. El adiós del técnico, unido a la marcha de Vasilije Micic a la NBA, pone fin a una era (2018-22), la que dirigió uno de los entrenadores más carismáticos del baloncesto europeo y, en la cancha, una de las estrellas más decisivas de los últimos años, Mister MVP. Un equipo que encadenó tres finales en la Euroliga, dos títulos consecutivos, que podrían haber sido tres de no mediar una pandemia, lo que no ha hecho nadie desde la Jugoplastika (1989-91). Pero agua pasada no mueve molinos y, aunque siempre es difícil cambiar de ciclo y seguir ganando, el Efes lo va a intentar: mantiene mimbres decisivos en sus conquistas y ha pujado fuerte en el mercado.

La primera gran decisión, apostar por Erdem Can, de 42 años, que mostró su ambición nada más deshacer la maleta: “Tengo grandes objetivos en mi vida y como entrenador estoy en constante evolución (no se olvida de la NBA)”. Recomendado ha llegado Tyrique Jones, con el que coincidió en Ankara el curso pasado. Un ala-pívot fortísimo con buenas manos para agarrar el balón, una pieza que pueda hacer carrera en la Euroliga. Pero el fichaje estrella, del total de ocho incorporaciones, ha sido el base Darius Thompson. El exbaskonista sonó para muchos de los grandes de Europa y, al final, fue el Efes quien se llevó el gato al agua ofreciéndole un contratazo (2,3 millones netos anuales por tres campañas).

Entre las altas, dos conocidos de la ACB, el base Justus Hollatz (Breogán) y el ala-pívot Derek Willis (Joventut). Y tan importantes como las novedades, los que siguen en el barco, en especial Shane Larkin, ahora con más galones ofensivos si cabe (el mejor pagado del continente: alrededor de 3,5 millones limpios), y Will Clyburn. También Beaubois, Elijah Bryant, Ante Zizic y Pleiss. La idea de Can es clara: “Mezclar jugadores de éxito con otros que demuestran hambre”.

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