El Panathinaikos adora a Hezonja

El Real Madrid dejó atrás su derrota en Estambul contra el Fenerbahçe, la primera de la temporada en la Euroliga, con una doble jornada fantástica en la que saldó con dos victorias el doblete en Atenas, un muy exigente doble enfrentamiento en solo tres días contra Olympiacos y Panathinaikos. En El Pireo, el equipo blanco resolvió con aplomo en los instantes finales, en la reedición de la última final de la Euroliga. Ayer, en el temible OAKA, que vuelve a ser un feudo muy complicado de conquistar después de la enorme inversión que hicieron los verdes este verano, se escapó en un tercer cuarto primoroso con un increíble parcial de 1-22.

Uno de los mejores jugadores en el paso por Grecia fue Mario Hezonja. El alero croata acabó el primer partido con 18 puntos, 10 rebotes y 21 de valoración. Y el segundo con 19 puntos y 23 de valoración. A sus 28 y en plena madurez, promedia en competición europea más de 11 puntos, 4 rebotes y 11 de valoración por noche. Y está demostrando, como ya hizo sobre en el tramo final de la pasada temporada (con Gabriel Deck lesionado) que puede ser uno de los mejores secundarios de todo el continente. Con techo y talento de gran estrella, ha sabido adaptarse a otras funciones y hacer trabajo sucio con apariciones geniales gracias a esa calidad que sigue estando ahí. La cabeza, un asunto peliagudo con él en sus primeros años de carrera, ya acompaña. Y Súper Mario se ha convertido en un jugador muy valioso para el Real Madrid, donde ha demostrado que además de alero puede hacer también las funciones de ala-pívot.

Hezonja, número 5 del draft en 2015, vivió una mala experiencia en sus años (2015-2021) en la NBA, donde no encontró su sitio y no se sintió cómodo. Había llegado a Estados Unidos desde el Barcelona, que no quiso hacerse con él aunque tenía sus derechos cuando el croata decidió regresar a Europa. Jugó en el Panathinaikos como primera escala en Europa, y después se fue al UNICS Kazan, que estaba siendo una de las sensaciones en la temporada 2021-22 hasta que fue expulsado de la competición por la invasión rusa de Ucrania. Su siguiente destino fue el Real Madrid, donde firmó en el verano de 2022 para dos temporadas.

Tras ganar la Euroliga, hubo rumores de que Hezonja podía salir, pero dejó claro que cumpliría su segundo año de contrato en Madrid. En todo caso, la sombra verde del Panathinaikos se alarga. El club ateniense ya ha reconocido que el próximo verano volverá a peinar el mercado en busca de grandes fichajes, con la obsesión de volver a ser una de las referencias en la Euroliga. Y Hezonja es un objetivo claro, hasta tal punto de que pocos dudan de que, como mínimo, habrá una gran oferta para que regrese a un equipo en el que fue muy feliz y se reencontró con su juego tras sus malos tiempos en la NBA.

Por eso, muchos se fijaron en la reacción del alero después del triunfo en pista del PAO, cuando se acercó hacia los aficionados y les hizo un gesto que se podía interpretar como un “nos vemos después” o un “nos volveremos a encontrar”.

Desde antes del partido había sido aclamado por una afición que le pide que regrese, y él quiso aclarar después cuál es su posición: “Esté en Rusia o en España, realmente me gustaría volver a jugar en el Panathinaikos. Veremos cómo va. Ahora, el Real Madrid es mi equipo, estoy feliz aquí y van a tener preferencia para hablar conmigo en cuanto acabe mi contrato”.

Edy Tavares, que también acaba contrato, habló hace unos días de su futuro y también dejó todas las opciones abiertas. Así que está claro que el Real Madrid tiene trabajo en los despachos… aunque por ahora, que es lo más importante para los aficionados, se está mostrando intratable tanto en la competición doméstica como en la Euroliga.

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