REAL MADRID

El Real Madrid y un asunto clave: saber pescar en la NBA

La capacidad para entender la evolución del mercado y las conexiones cada vez mayores entre EE.UU. y Europa, una de las claves del equipo blanco.

Pedro CastilloReal Madrid via Getty Images

Hace unos años, los jugadores con cierta trayectoria NBA en su currículum eran rara avis en la Euroliga. Pero eso ha cambiado porque el mercado ha cambiado y el trasvase entre los dos lados del Atlántico se ha convertido en un auténtico puente aéreo. Con las distancias muy reducidas, el baloncesto globalizado y un intercambio cada vez mayor de jugadores, hay un salto constante de jugadores de Europa a la NBA y otro cada vez mayor en sentido contrario.

Las razones son obvias: si van muchos más, desde edades más jóvenes y en situaciones que no siempre son de entrada provechosas, aumentan las posibilidades de que haya regresos. Jugadores de mucho talento y todavía con muchos años de carrera por delante deciden regresar a Europa para un reseteo que a veces tiene al final del camino otro intento en EE UU pero otras muchas, no. Además, cada vez hay más estadounidenses de nivel alto que eligen la vía del Viejo Continente. Ahí, en la capacidad para entender quién se va a mover y cómo, qué jugador no cuaja en la NBA por cuestiones concretas pero sí lo tiene todo para ser importante en Europa, reside uno de los quid en la confección actual de las mejores plantillas de la Euroliga.

Y, en eso, el Real Madrid lo ha hecho extraordinariamente bien. Desde hace años. En la Final Four 2024, el Real Madrid fue el equipo con más jugadores que acumulan experiencia NBA: nueve de los 18 (la mitad) de los inscritos por el club en competición europea. El Olympiacos, al que derrotó en semifinales, tiene ocho. El Fenerbahçe siete y el Panathinaikos, su verdugo en la final, cinco.

El cuándo y el cómo de los regresos

En la temporada completa, el Real Madrid también fue el equipo que comenzó con más jugadores NBA. Nadie alcanzó esos nueve: solo el Mónaco (ocho) y el Fenerbahçe (siete) tenían, además de los de Chus Mateo, más de seis. En cuanto a experiencia de esos jugadores, los del Madrid acumulaban 1.255 partidos en NBA, una cifra que solo está por detrás de la del Barcelona (1.396). Y bien repartidos: el que más tenía es Sergio Rodríguez (353 partidos) seguido por Mario Hezonja (330), Rudy Fernández (249), Facundo Campazzo (138) y, ya por debajo de cien, Guerschon Yabusele (74), Dzanan Musa (49), Vincent Poirier (32), Gabriel Deck (17) y Walter Tavares (13).

El Barcelona concentraba su historial NBA en seis jugadores: Tomas Satoransky (388 partidos), Willy Hernangómez (344), Jabari Parker (310), Álex Abrines (174), Jan Vesely (162) y Nicolas Laprovittola (18). Otros tenían muchos partidos NBA, pero con un jugador tremendamente destacado. Es el caso del Bayern, donde Serge ibaka (que puede reforzar el juego interior del Real Madrid de cara a la próxima temporada) apilaba 919 de los 1.214 partidos NBA totales del equipo; de la Virtus (Marco Belinelli tiene 860 de 1.009) o del Mónaco, donde Kemba Walker había jugado 750 de los 1.232. Pero, una antigua estrella con todos los galones en la NBA, apenas tuvo minutos en su aventura europea por unas gravísimas lesiones de rodilla que le impiden acercarse siquiera a la sombra del base eléctrico y all-star que fue. Son jugadores, en estos casos, que pueden seguir siendo importantes (Ibaka y Belinelli han jugado a buen nivel) pero que ya han dejado atrás sus mejores años. El congoleño tiene 34 años y el italiano, 38.

El Real Madrid entendió rápido la importancia de posicionarse en ese trasvase de mercado NBA-Europa. En 2018, acababa de ganar la Euroliga y veía como Luka Doncic se marchaba tras ser elegido con el número 3 del draft pero contaba con más jugadores ex NBA que nadie, ya por entonces siete: Gustavo Ayón, Rudy Fernández, Ognjen Kuzmic, Anthony Randolph, Walter Tavares, Jeffery Taylor y Trey Thompkins. Antes, en el inicio de la era Laso, fue fundamental la llegada de Rudy, un jugador español y con ganas de reiniciar su carrera tras sus problemas en Estados Unidos y sus lesiones de espalda. Con ganas de echar raíces en Madrid.

Otros, como Anthony Randolph, eran jugadores de mucho talento (un 14 de draft) pero que se habían quedado sin sitio en la NBA. En Europa su rendimiento fue sobresaliente (primero en el Lokomotiv Kuban y luego siete años de blanco). Ahora, Mario Hezonja es otro que parecía llamado a ser estrella en Estados Unidos (5 de draft) pero que no encontró su sitio en Estados Unidos. Como Dzanan Musa (también primera ronda: pick 28). Los dos volvieron y, tras un paso por otros equipos (Panathinaikos y Unics Kazan uno, Efes y Breogán el otro) acabaron en el Real Madrid, todavía con años de máximo nivel de su carrera por delante. Hezonja tiene 29 años y Musa, 25.

Son dos ejemplos claros de que no encontrar sitio en la NBA no significa no poder ser una estrella en Europa. Así el Real Madrid ha reunido a, tal vez, los dos jugadores más determinantes de la Euroliga, seguramente los mejores en sus puestos, el base Facundo Campazzo y el pívot Walter Tavares. El primero no tenía acomodo por su físico y porque su forma de jugar se optimiza en el estilo FIBA, algo que es clarísimo en el caso de Tavares. Como Ayón: dos excelentes pívots, esenciales en las últimas grandes versiones del club, llegaron tras terminar frustrados en la NBA.

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Ayón pudo ser del Barça, también Tavares; Y el club azulgrana tenía los derechos sobre Hezonja, pero no contó con él en su regreso a Europa. Muchas veces, la visión y el encaje es lo verdaderamente diferencial. Y para muchos años: Rudy (que se va cuando acabe este curso) lleva en el equipo doce años tras un breve paso anterior durante el lockout de 2011 en la NBA; Tavares lleva siete (está pendiente de firmar una renovación que parece cantada tras unos meses de negociaciones complicadas). Y Sergio Rodríguez estuvo seis en Madrid tras su primera etapa en EE UU y ha vivido otros dos, antes de su retirada, tras otro regreso y un paso por Moscú y Milán. En toda la etapa dorada que comenzó con Pablo Laso y a la que está dando continuidad Chus Mateo, el Real Madrid ha ganado (desde el verano de 2011) siete Ligas, seis Copas, nueve Supercopas y, por supuesto, tres Euroligas (con otras cuatro finales jugadas).

Ahora, el Madrid mantiene siempre la mirada fija en la NBA: Usman Garuba sigue teniendo entre ceja y ceja triunfar allí pero será del Real Madrid si emprende el regreso, sea este verano o más adelante. La alternativa es otro NBA con pasado en el club: Serge Ibaka. Sin embargo, el club no valoró la opción de Willy Hernangómez, que acabó en el Barcelona, donde está teniendo una primer temporada de regreso complicada. Una situación parecida a la de Nikola Mirotic, que no pudo volver a vestir de blanco cuando se cansó de las circunstancias de la NBA y acabó en el Barça, donde salió el verano pasado sin haber podido ganar la Euroliga y tras un buen lío salarial.

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