EUROLIGA

El fallido fichaje de Samanic por el Fenerbahçe sólo dura un mes

Luka Samanic se queda libre después de cerrar, de común acuerdo, su salida del Fenerbahçe de Jasikevicius un mes después de firmar con ellos.

El Fenerbahçe ha tenido que cambiar la configuración de su plantilla en la recta final de la pretemporada, teniendo que renunciar a uno de esos fichajes que se incorporaban directamente desde Utah Jazz a la mejor competición en el otro lado del charco. La Euroliga, de momento, tendrá que esperar para ver en su competición al croata Luka Samanic, que acaba de vivir una rocambolesca situación en el gigante turco: ha sido cortado un mes después de su fichaje, sin apenas tener opción de comenzar la campaña.

El pasado 5 de agosto se hizo oficial la incorporación de Samanic al Fener. Otros equipos, como el Baskonia, había estado interesados en su fichaje a sabiendas de que se había quedado sin sitio en Estados Unidos. Fue presentado, estuvo entrenando con sus nuevos compañeros y, de repente, se fue a su país con el permiso del club. Se alegan “motivos personales” y se hacía referencia, sin aportar más detalles, a su “estado de salud”. Habían transcurrido 36 días. El equipo emitió un segundo comunicado el 13 de septiembre apuntando que ambas partes habían separado sus caminos de común acuerdo, por lo que Luka se desliga de la disciplina natural, aunque se hace énfasis en que Fenerbahçe Beko se reserva sus derechos durante toda la temporada 2024/25.

El Fenerbahçe tuvo que virar el rumbo para paliar este golpe a la idea con la que habían concebido el nuevo curso, en el que tienen puestas muchas esperanzas después de ver cómo acabaron el anterior bajo el mando de Sarunas Jasikevicius. Por fuera han incorporado este verano a Baldwin y Hall y en la posición de alero a Colson y Melli, dos jugadores que se pueden adaptar a ser ala-pívot, pero Samanic es un interior claro. Khem Birch, un pívot clásico que acabó la temporada pasada en Girona, ha sido el parche.

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Samanic es un ‘4′-’5′ (alterna ambos puestos) que mide 2,08 metros . Ha recorrido mucho mundo desde pequeño gracias a que su padre, Marko, también era jugador de baloncesto. Él también lo ha hecho por sí mismo: sabe español porque su gran despertar fue en la cantera del Barça, con la que estuvo dos años y uno más en pruebas con el conjunto que disputaba la LEB Oro. Intentó regresar a su país de la mano del Zadar, pero terminó en el Olimpia de Liubliana (antes de que se fusionara con el Cedevita de Croacia). Un año después, en 2019, se presentó al draft y fue elegido en la 19ª posición por San Antonio Spurs. Allí disputó cuatro cursos de la liga mayor y uno de la menor, la G-League, entre los Spurs y los Jazz. En conjunto firmó 4,5 puntos y 2,4 rebotes, con un mal 24% en triples, en 86 citas de la NBA. Su regreso a Europa estaba anticipado por muchos pero de momento, de forma oficial sobre la pista, deberá esperar.

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