EUROLIGA

Durant y la Euroliga con el Barça: “Sonaba muy bien”

Muchos años después de poner en la mesa la posibilidad de jugar su último año en el Barça, Durant retrocede con la Euroliga, una opción que ahora ve lejana.

Lo que hicieran en su día Dominique Wilkins, George Gervin o Bob McAdoo, no parece que vaya a hacerlo Kevin Durant. Antes era más común que grandes estrellas de la NBA probaran suerte en la Euroliga, una tradición que no se ha mantenido en el siglo XXI, más allá de algunos ejemplos aislados. Eso sí, las ganas de jugar en el otro lado del charco sí han estado representadas en determinadas declaraciones de jugadores de la mejor Liga del mundo. Kobe Bryant ya mostró en su día su predilección por el Barça y amagó con retirarse allí, algo que finalmente no ocurrió. Y lo mismo pasó con un Durant que regateó con lo mismo hace algún tiempo, pero que ahora recula y deja la idea muy lejos.

No deja de ser común: la visión de la NBA, muy arraigada entre los jugadores norteamericanos, hace que los deseos de gloria eterna se mantengan en una competición que les da el feedback que ellos desean de una forma más marcada que una cultura totalmente distinta, la que se mueve en Europa. Las ganas de probarse a sí mismos están presentes en una Liga que parece superior al resto y que se jacta constantemente de practicar un baloncesto que denominan como el mejor del mundo. Algo que no se aleja de la realidad, pero que impide que en muchas ocasiones veamos a grandes estrellas absolutamente generacionales demostrar su marcado talento a la vista de unos aficionados que, generalmente, sólo pueden disfrutar de sus increíbles proezas desde la distancia.

Estaba emocionado con ello hace algunos años. Acabábamos de ganar un campeonato y estaba jugando muy bien. Supongo que eso te hace pensar demasiado en el final. Eso pasa cuando alcanzas la cima de lo que es ser un jugador de la NBA. Respeto mucho la Euroliga, tengo amigos en la Euroliga, me encanta ver los partidos, pero dudo mucho que eso suceda. Sonaba bien cuando lo dije”, asegura Durant en una charla con su excompañero en los Thunder Serge Ibaka y en declaraciones recogidas por EuroHoops. El respeto y la admiración por la máxima competición continental es una obviedad en Durant, que tras la eliminación de los Nets a manos de los Celtics en primera ronda de los pasados playoffs viajó a Europa para seguir la serie entre el Olympiacos y el Mónaco, resuelta en el quinto partido a favor de los griegos.

En el Mónaco jugaba (y juega) un jugador muy cercano a Durant, Mike James, con el que compartió equipo en los Nets. Algo que no parece que vaya a afectar a la decisión de la estrella de la NBA, que en su día se inclinó, igual que hizo Kobe Bryant tiempo atrás, en vestir la camiseta del Barça durante su último año como profesional. Del equipo azulgrana habla también el propio Durant: “¿No está Mirotic allí? ¿En Barcelona? No conozco a mucha gente allí. Mike James, que jugó conmigo hace algunos años, así que trato de seguirlo tanto como sea posible. Intento decir a muchos jugadores que deberían seguir ese camino además de tratar de llegar a la NBA. Es la segunda mejor liga del mundo”, asegura.

La posibilidad parece remota. Ha habido pocos casos en los últimos años en los que hayamos visto algo así. Allen Iverson y Deron Williams pasaron por el Besiktas en épocas distintas casi por obligación, pero no es el caso de Durant, que con 34 años promedia más de 30 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias por partido en los Nets. La idea de la estrella es volver a luchar por un anillo antes de finalizar su actual contrato, que abarca 4 años y acabará cuando tenga 38. Algo posible en una franquicia que ha vivido un auténtico terremoto en los últimos tiempos, pero que rezuma talento y escala posiciones en la Conferencia Este. Una situación demasiado jugosa para que Durant tome la decisión de cambiar de aires y probar suerte en la Euroliga, por mucho que le guste ver sus partidos. Así está el tema.

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