Del título a los nervios: el Fenerbahçe se desangra

El Fenerbahçe se coronó como campeón de la Euroliga por segunda vez en su historia en la Final Four de Abu Dabi. Los turcos se deshicieron del Panathinaikos en semifinales (82-76) y en la final, del AS Mónaco (70-81). Eso ocurrió el pasado 25 de mayo.

Cinco meses después, ese éxito ha quedado sepultado por su desastroso inicio de temporada. El Fener ha naufragado de arranque, con cinco derrotas en las primeras ocho jornadas. Tres de ellas, bochornosas: cayó frente al Madrid por 26 puntos (84-58) y ante el Valencia por 15 (94-79). Contra ambos equipos, el duelo ya estaba decantado al descanso tras ser barrido en los dos primeros cuartos.

La derrota frente al Dubái en la cuarta jornada ha sido la más dolorosa, de todas formas. El club de los Emiratos Árabes, un novel en la gran competición continental, asaltó Estambul con rabia, sin dejar rehenes, por unos incómodos 24 puntos de diferencia (69-93).

“Me da igual el baloncesto en este punto. Primero, quiero ver si tenemos buenas personas, porque ahora no nos estamos comportando como tal en absoluto”, dijo muy molesto Sarunas Jasikevicius tras caer en el Movistar Arena. El entrenador del Fenerbahçe no encuentra por el momento soluciones para revertir unos problemas que tienen su punto de origen en el éxito del equipo.

La conquista de la Euroliga fue resultado de la gran labor de jugadores como Marko Guduric, Errick McCollum y Nigel Hayes-Davies. Ninguno de los tres sigue. El primero puso rumbo a Milán y el segundo, al Galatasaray. El tercero regresó a la NBA con Phoenix Suns tras ser nombrado MVP de la final con 23 puntos y 9 rebotes para 30 de valoración. También se marcharon Dyshawn Pierre (Unics) y Sertac Sanli (Dubái).

Los reemplazos no están haciendo olvidar a los que se marcharon. Ni Talen Horton-Tucker ni Armando Bacot ni Mikael Jantunen. Brandon Boston solo pudo jugar las dos primeras jornadas antes de caer lesionado. Y eso ha afectado de manera muy grave al funcionamiento de un equipo que tampoco tiene todavía la mejor versión de Scottie Wilbekin. El estadounidense ha vuelto tras recuperarse de la rotura completa del ligamento cruzado anterior derecho que sufrió en octubre de 2024.

El Fenerbahçe es ahora mismo el tercer peor equipo en puntos anotados por partido (78,5) y en asistencias (16,5). Según Clutch Data, tiene el rating ofensivo (puntos por cada 100 posesiones) más bajo de la Euroliga con 106,3 tantos. Igualmente es el último en el porcentaje de rebotes ofensivos (28,5%) y en puntos tras pérdida del rival (1,03).

Ocupa la antepenúltima posición tanto en tantos en segunda oportunidad tras rebote ofensivo (0,95) como en el porcentaje de pérdidas (19,5%). Es el 16º equipo en puntos por tiro de campo intentado con 1,06.

“Tenemos que mejorar, pero vamos a seguir luchando. Hay lesiones y problemas físicos, así que mejoraremos. Los estadounidenses, sobre todo, irán participando más a medida que avance la temporada. Y los que irán regresando van a aportar su granito de arena. Es un momento difícil, pero hay más así en las temporadas. Seguiremos teniendo dificultades y tenemos que pelear. Lo importante es no rendirse, seguir luchando. Creo que lo conseguiremos”, dijo Jasikevicius, más calmado, para los medios de un club que necesita reaccionar antes de que sea tarde, porque la Euroliga no espera a nadie.

¡Tus opiniones importan!

Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí.