Ataman: “Si no llegamos a la Final Four, me voy”

Ergin Ataman siempre ha sido protagonista. Lo era en el Efes, donde fue el hacedor de un equipo de ensueño que conquistó dos Euroligas consecutivas, ante Barcelona y Real Madrid. También en la selección turca, de la que sigue siendo el responsable y no se corta a la hora de hacer sus declaraciones. Y no iba a ser menos en el Panathinaikos, un proyecto mastodóntico que se ha hecho con sus servicios para intentar el asalto a la máxima competición continental, una que no conquista desde 2011, en una final en la que doblegaron al Maccabi (78-70). Tras ello, más de una década sin poder lograr el ansiado título, una espera demasiado larga para una entidad que lo conquistó en seis ocasiones desde 1996 hasta ese 2011, cuando juntaron el último equipo competitivo (Batiste, Fotsis, Sato, Diamantidis...) que ha visto el icónico club, todo un Clásico del Viejo Continente que busca regresar a lo más alto.

El primer paso es la Final Four y para ello el Panathinaikos tendrá que superar el playoff de cuartos de final ante el Maccabi. Tras un inicio de curso dubitativo, los de Ataman pusieron la directa y finalizaron con un récord de 23-11, estupendo, lo que les permitió emerger ante el atasco producido tras el Real Madrid (que llegó a las 27, récord histórico) y evitar un play-in que estrenaba formato en Euroliga esta temporada y al que muchos tenían riesgo de caer. Ahí quedó el Maccabi, que venció en su eliminatoria al Baskonia y se clasificó como séptimo entorchado, lo que les enfrentaba a los griegos en una reedición de esa final de 2011 que es el último gran recuerdo del PAO en la máxima gran competición continental. Eso sí, las cosas no han salido como esperaban en el estreno, en ese primer partido del playoff. Y el megaproyecto liderado por Ataman ha caído ante los israelíes (87-91).

El encuentro fue igualado hasta el final y dos tiros libres de Lorenzo Brown con 87 iguales resultaron claves para inclinar la balanza y que el Maccabi conquistara así el OAKA, recuperando la ventaja de campo en la eliminatoria al mejor de cinco. Y la derrota no ha sentado nada bien a Ergin Ataman, que ha hecho gala de su consabida verborrea para hacer una afirmación inequívoca en la rueda de prensa posterior al partido: “Vamos a ir a la Final Four. Si no vamos a la Final Four no seguiré en el Panathinaikos el año que viene”, ha dicho el técnico. Una declaración categórica, muy propia de un entrenador que es también un personaje televisivo extraordinario y que muchas veces, casi siempre adrede, acapara más atención que los propios jugadores. Algo que ya hemos visto antes y que es parte de un discurso que pertenece a un estilo propio, bien dirigido y moldeado. Y que tiene claras intenciones.

El resultado negativo obliga al Panathinaikos a ganar tres de los cuatro próximos partidos ante el Maccabi (siempre en caso de que sean necesarios) y, sobre todo, a ganar uno de los dos que se disputan en Belgrado, sede de los israelíes esta temporada, lejos de Tel Aviv tras el conflicto bélico originado entre dicho país y Palestina. El equipo de Oded Kattash finalizó la fase regular con un récord de 20-14 y ha demostrado tener una gran personalidad y talento de sobra para dar problemas a cualquiera, Lorenzo Brown a la cabeza. Eso sí, las palabras de Ataman, más una promesa, esconden posiblemente las ganas que tiene el entrenador de demostrar que no tiene nada que perder y motivar así a sus jugadores y a una afición, la del OAKA, que convertirá al icónico estadio en un auténtico hervidero de cara al segundo asalto, que se celebrará el jueves a las 20:15. Veremos.

.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.