Al borde del precipicio

Del cielo a estar cerca del abismo. De ganar dos Euroligas seguidas a estar a un resbalón de quedarse fuera del playoff. Del todo a rozar la nada con una de las plantillas más fuertes del Viejo Continente. En esa extrema dualidad se mueve el Anadolu Efes, que este martes se mide con el Real Madrid (18:30 horas, Dazn) en el partido aplazado de la jornada 24 por el terremoto que asoló Turquía y Siria el pasado 6 de febrero. El balance, trágico, con más de 55.000 muertos y cerca de 130.000 heridos.

El conjunto turco se convirtió en mayo de 2022 en el tercer equipo en este siglo XXI en enlazar dos Euroligas. Solo el Maccabi Tel Aviv israelí (2004 y 2005) y el Olympiacos turco (2012 y 2013) habían realizado una hazaña que se les ha resistido en los últimos 22 años a potencias como el Madrid (finalista en 2013 y 2014; campeón en 2015), Fenerbahçe (ganador en 2017 y subcampeón un año después) y CSKA Moscú: elevó el trofeo en 2006 y 2008 y se quedó a las puertas en 2007 y 2009.

El siguiente paso en la historia era coronarse por tercera vez. Un sueño solo visto a finales de la década de los 50 del siglo pasado por el Rigas ASK y con la Jugoplastika de Kukoc (1989-91), y del que está muy cerca de despertar si no da un vuelco completo a la situación. El Efes se encuentra fuera de los puesto del playoff, en la décima posición con un balance de 13-14, a dos victorias de la octava posición, que ocupa un Maccabi empatado con 15 triunfos con el Cazoo Baskonia (6º) y el Partizán Belgrado (7º). Y el tiempo se acaba: solo dispone de siete jornadas.

Un tic-tac ensordecedor agudizado por las aplastantes derrotas en la última semana doble ante el Estrella Roja (94-75) y el Maccabi Tel Aviv (64-86), y al que no acompañan las matemáticas: si situamos el billete para las rondas finales en 18 victorias, el Anadolu debe ganar el 71% de sus partidos. Es decir, debe alzarse con el triunfo en cinco de los siete que tiene por delante y, claro, esperar tropiezos. Lo bueno, su calendario. El Efes tiene cinco duelos en casa, en el Sinan Erdem Sports Hall.

Al margen de los blancos, Partizán Belgrado, Armani Milán, Virtus Bolonia y AS Mónaco deben viajar a tierras turcas. Alba Berlín es su único desplazamiento fuera de sus fronteras ya que en la penúltima jornada solo debe coger el autobús para medirse con el Fenerbahçe. Tan cómodo, tan difícil.

Baja de Williams-Goss

“Nuestro objetivo no es ganar al campeón de Europa y dejarle temblando”, asegura Chus Mateo sobre la opción de dejar al Efes contra las cuerdas. “Es un buen partido para que nosotros salgamos fortalecidos, pero no para eliminar gente de la ecuación de los playoffs”. El entrenador blanco avisa: “Es un partido importante, en una cancha difícil y contra el vigente campeón”. “Vamos con ganas de seguir sumando para conseguir primero clasificarnos para playoffs y luego lograr la ventaja de campo”, sentencia Mateo, que tiene la duda de Guerschon Yabusele y la baja de Nigel Williams-Goss (rotura en el abductor). La ausencia del estadounidense deja al Real con solo un base puro: Sergio Rodríguez.

Y si los problemas no fueran pocos, la participación de Rodrigue Beaubois es complicada por culpa del tobillo, mientras que Vasilije Micic y Shane Larkin están algo bajos de ritmo tras superar una lesión en la rodilla el base serbio y estar a las puertas de una operación por apendicitis el estadounidense la semana pasada. “Esta es una semana importante. Nada está perdido todavía”, subraya Ergin Ataman, el polémico técnico del Efes. Del cielo al infierno solo hay un paso.