700 policías y medidas extremas para entrar a La Fonteta

Los aledaños del pabellón Fuente de San Luis de Valencia eran todo lo contrario a lo que se ve en un partido normal. Sin apenas aficionados en el exterior del pabellón, en las calles próximas al pabellón sólo se veían policías, uniformados y de paisano, y periodistas acreditados. Más que una previa de un partido parecía una zona prebélica. La llegada del autobús del Maccabi procedente de su hotel de concentración concitó la llegada de algún curioso, sobre todo, por las medidas de seguridad extrema a las que estaba sometido. Decenas de vehículos policiales escoltaron el autobús del equipo maccabeo. Un helicóptero sobrevolaba el pabellón a la llegada del bus del Maccabi. No se produjo ningún incidente.

Para los periodistas y aficionados, la entrada a La Fonteta también ha sido muy distinta. Cada persona que entraba en el pabellón tenía que pasar obligatoriamente por los arcos de seguridad enviados desde Madrid para la ocasión. Mayor seguridad que en cualquier aeropuerto. Una vez dentro, especialistas exploraban cada dispositivo que se entraba al pabellón. Incluso había que encender cada ordenador para que comprobaran que efectivamente se trataba de un dispositivo de trabajo. El temor de los aficionados y la dificultad para entrar al pabellón hizo que a apenas un cuarto de hora del salto inicial apenas hubiera un millar de personas en el recinto deportivo valenciano.

Los jugadores del Maccabi y el Valencia Basket saltaron a realizar la sesión de tiro de manera habitual aunque los del Maccabi lucían un mensaje en sus camisetas a favor de los rehenes y personas desaparecidas en el conflicto bélico: #BringThemHomeNow. Este es el primer partido que va a jugar el Maccabi desde que estalló la guerra. Desde entonces, la plantilla está instalada en Chipre, desde donde viajaron ayer a Valencia.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.