El Gran Canaria sonrió el último
Tras verse sometido por el Slask durante 30 minutos, resurgió con fuerza en el último cuarto. Bassas, Slaughter y Diop, decisivos.
Le costó espabilar al Gran Canaria, pero cuando lo hizo sucedió a lo grande. Tras muchos momentos de zozobra, los pupilos de Lakovic emergieron en los últimos 10 minutos para abrochar la primera victoria europea del curso en este primer partido.
No podía empezar mejor su andadura Benite como el jugador del Gran Canaria. En su debut con la entidad insular, además como titular, el escolta brasileño enchufó dos triples consecutivos para darle la primera ventaja a su equipo: 6-5. Jugaba a tirones el equipo de Lakovic ante un estructurado Slasl Wroclaw, académico baloncesto el suyo. Kolenda marcaba territorio ante el atasco local, y el 13-19, obra de Parakhouski, obligó al banquillo amarillo a pedir su primer tiempo muerto. Ante la inquietud del Granca surgió poderoso su habitual salvavidas, un AJ Slaughter que le mantenía dentro del partido cuando se consumieron sus primeros 10 minutos: 20-24.
Reaccionó tímidamente la hueste de Lakovic al alba del segundo periodo, cuando un triple de Bassas para el 26-25 le dio su ventaja del partido tras aquellos dos triples de Benite. Lejos de reaccionar, un apocado Gran Canaria parecía sumido en un atasco casi permanente, aprovechando la ocasión Martin para darle al Slask el 34-41 que suponía le mayor diferencia hasta el momento de todo el partido.
Cuando peor lo tenía mejor reaccionó la formación local, firmando un parcial de 6-0 iniciado por un poderoso mate de Diop, continuado por un triple de Slaugther y sellado por una exquisitez de Brussino al contrataque para marcharse a los vestuarios, como corresponde en tiempo de descanso, con la igualdad casi máxima coronando el cielo del desangelado Gran Canaria Arena: 40-41.
Supo esperar su momento el grupo de Lakovic para ponerse en el partido por montera, y eso que el Slask jamás pareció darse por vencido. Sendos triples de Bassas y Brussino mantenían a los suyos en vereda, 48-49, pero hasta entonces no había aparecido Kolanda. Cuando lo hizo pareció imparable, siete puntos consecutivos los suyos que matenían a su equipo con ventaja: 58-63. No se encontraba a gusto el Gran Canaria, pero ya era un tremendo consuelo no verse con el partido perdido por muy mal que estuviera jugando. Y hasta se vio 64-64 al final del tercer cuarto tras un triple de Bassas que fue el preludio del despegue grancanario.
Y es que los locales se guardaron lo mejor para el final. Otros dos triples, ahora de Slaugther, ya tenían a los insulares por encima, 72-70, y otro de Bassas, que había entrado en trance, cinco encestes desde más allá del 6,75 en total, le dio la máxima ventaja a su equipo. El Slask parecía fiarlo por entonces todo a Kolenda, pero el Gran Canaria se agarró a la pericia ofensiva los propios Bassas, Slaugther y Diop para hacerse con su primera victoria de la Eurocup en la primera jornada de la segunda competición continental. Sonrió el último y, claro, lo hizo mejor.