El final de una era

Ahora es demasiado tarde, España. En la noche final de Limasol, cuando ya sólo valía ganar para seguir, la Selección se volvió reconocible, mordió sobre la pista con la rabia de Pradilla y personificó el futuro en la figura de Mario Saint-Supéry. Pero no pudo rematar la faena y, para colmo, tuvo un final bizarro, con cuatro tiros libres seguidos fallados (tres Juancho, y uno Aldama), que hicieron imposible el milagro cuando, aunque no lo pareciese, era posible. España se va del Eurobasket a las primeras de cambio, una hecatombe que no se hace menor por el esfuerzo final ante los griegos. Un borrón para Scariolo que, sin embargo, cierra una era memorable que, como explicó en AS en su última entrevista a mediados de agosto, queda para siempre. Llegan tiempos nuevos y duros. Una etapa en la que será necesaria unir fuerzas en época de diáspora de talentos hacia los Estados Unidos. En controlar y mantener la fidelidad de jugadores como Aldama, Saint-Supéry, Baba Miller, Ndiaye o Hugo González puede estar el futuro del baloncesto español.

Grecia fue un ciclón de salida. Spanoulis ya sabía que España se cerraría sobre Antetokounmpo, así que puso al ateniense de teórico center y sacó una batería de tiradores descomunales que combinaron su talento con un acierto diabólico. Dorsey lideró un tiroteo indiscriminado sobre la canasta de España, que aguantó el intercambio de canastas tres o cuatro minutos, pero que no soportó el ritmo y se vio diez puntos abajo en un abrir y cerrar de ojos (14-24). Scariolo pidió tiempo muerto pero la sangría continuó hasta un terrible 14-30, con Dorsey desbocado. España se fue al final del primer cuarto tocada (20-31), asombrada por los descomunales porcentajes de los helenos: 8/10 en triples. Y sin necesidad de abusar de Antetokounmpo.

El segundo cuarto empezó con Kostas Antetokounmpo de paseo ante Willy. Scariolo reaccionó y metió a Sima para intentar conseguir más actividad defensiva. España intentó agarrarse al partido de la manera que fuese. Una canasta de Aldama y ocho puntos seguidos de López Arostegui la acercaron a un 33-38 que obligó a Spanoulis a parar el partido. Ahora sí, Spanoulis sacó la carta Anteto. La superestrella de los Bucks volvió a estirar la diferencia: 35-50 al descanso después de otro parcial durísimo de 2-13. Era un partido de piel dura y a España se la estaban arrancando a jirones. España estaba al filo del abismo. Necesitaba todo el carácter y todas las herramientas para darle la vuelta. Y encima le faltaba una. Brizuela, lesionado, no iba a jugar más.

El inicio del tercer cuarto tuvo un desarrollo inesperadísimo. Pradilla, Yusta y De Larrea lideraron una rebelión contra la suerte que le esperaba a España. En un ejercicio encomiable de carácter, volvieron a meter a la Selección en el partido (52-56). Scariolo alargó la rotación de Pradilla y Aldama. Grecia, sin embargo, supo volver al partido y castigar con otro parcial al hígado de la Selección. España estaba dispuesto a recibir los golpes. Al final del tercer cuarto, y después de otro triple de Arostegui y una bombita de Saint-Supéry, España estaba a solo cinco puntos de Grecia (63-68).

Y empató. Un triple de Saint-Supéry, que estuvo sencillamente colosal en esos minutos, puso el partido en un inesperado 71-71. Parra falló un triple abierto que pudo poner arriba a la Selección. España defendió salvajemente a Antetokounmpo pero ya era un momento sin retorno. Por eso Scariolo pidió tiempo a cinco minutos del final cuando Grecia se marchó de cuatro (77-81) y devolvió a la pista a Pradilla y Aldama. Ahora sí, volvían a rugir los griegos en el Spyros Kyprianu. Estaban pasando un mal momento. Aldama volvió a adelantar a España (82-81). Scariolo juntó a Saint-Supéry y De Larrea en la pista. La imagen de un nuevo tiempo.

Grecia entró dos puntos por delante a los dos últimos minutos (84-86). Scariolo lo había conseguido otra vez. Competir hasta el final. Pradilla cayó, Aldama falló un triple. Sloukas anotó y a Parra se le cayó el balón. Con 56 segundos para el final, Grecia tenía el partido en la mano (84-88). Juancho tuvo la última oportunidad, pero falló los tres tiros libres. Y ya no hubo tiempo para más. España se fue del Eurobasket. Un borrón, pero gracias por todo, coach Scariolo.

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