Real Madrid

Angulo: “El método de Scariolo es algo confuso: le gusta empezar mal para acabar bien”

Lucio Angulo, que estuvo a las órdenes de Scariolo en sus cinco primeras temporadas en España, recuerda anécdotas y detalles del técnico en ‘Jot Down’.

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Lucio Angulo conoce bien a Sergio Scariolo y no es porque ambos hayan compartido retransmisiones televisivas la pasada temporada en Movistar+, que también, sino porque el exjugador zaragozano, ahora de 52 años y retirado en 2011, estuvo a las órdenes del entrenador italiano en sus cinco primeras campañas en la ACB, entre 1997 y 2002, las dos primeras en Vitoria, en el Baskonia, y las tres últimas en el Real Madrid, donde ahora ha regresado el técnico de Brescia 23 años después de su salida.

Lucio Angulo, diplomado en magisterio, con el grado medio de piano en el conservatorio y siempre con un fino sentido del humor, concedió al principio de la temporada que acaba de terminar una extensa entrevista a Guillermo Ortiz para Jot Down en la que analiza su extensa carrera, pero en la que cuenta muchos detalles sobre cómo es el nuevo entrenador merengue en acción: entrenamientos, partidos, cómo ve las cosas, cómo plantifica... Una visión interesante sobre el mejor seleccionador español de la historia (un oro mundial y cuatro europeos), aunque desde la óptica del día a día en un club, porque Angulo no coincidió con él en la Selección.

La Liga de Djorjdevic, “el rey del marketing”

El gran éxito de Scariolo en el Madrid, en realidad, el único título, fue la Liga de la temporada 1999-00, en su primera campaña de blanco, en la que se impuso al Barça de Aíto García Reneses (y Pau Gasol antes de su explosión definitiva) en el quinto partido en el Palau Blaugrana. Lucio Angulo habla de aquella final, a la que casi todos se refieren como la Liga de Djordjevic, cuando, en realidad, su hermano Alberto Angulo (ahora responsable de la cantera merengue) fue “el que ganó el MVP con unos partidos espectaculares”. “Sasha era el rey del marketing, sabía montar un buen espectáculo”, dice Lucio, que recuerda cómo fue ganar aquel quinto partido en Barcelona: “En el vestuario estábamos con una confianza tremenda, muy tranquilos, convencidos de que se podía sacar adelante. El asunto era competir, llegar al final ajustados y luego ya veríamos. Fue una eliminatoria con mucho juego de prensa por parte de los entrenadores. Aíto tenía su cultura del karate press y Scariolo era igual. Recuerdo entrenamientos con Sergio en los que les decía a sus asistentes: ‘No pitéis faltas, no pitéis faltas’, y ahí nos pegábamos de lo lindo. Fíjate hasta qué punto era un enfoque físico que cuando estábamos en Vitoria, también con Brent Scott, hubo un entrenamiento en el que Sergio empezó a gritarnos ‘más duro, más duro’ y en un bloqueo Scott pescó a Jorge Fernández, el que luego fue modelo y ahora presenta La ruleta de la fortuna, y le rompió la rodilla. De broma siempre le dice que le debe su carrera en el espectáculo (risas)”.

El despido frustrado

¿Qué pasó de verdad entre Scariolo y Herreros? ¿Le echó en el gimnasio delante de todo el mundo o fue en un despacho? “Scariolo tenía una visión de equipo… y para mí no estaba desorientada. Tenía su razón de ser, vaya. Recuerdo que estábamos haciendo pesas y nos fue llamando Sergio para ir diciéndonos si contaba con nosotros o no. A mí también me dijo que me tenía que ir, lo que pasa es que yo le dije que tenía contrato en vigor y que me gustaría seguir, aunque fuera con pocos minutos, y lo entendí y lo acepté. Su intención era hacer un barrido total, echar incluso a Herreros, y al final resultó que el que acabó en la calle fue él y Herreros siguió porque pusieron a Lolo Sainz de director deportivo y a Imbroda de entrenador. Fueron unas formas un poco drásticas, pero lo mismo que le hizo a Herreros se lo hizo a mi hermano. Esa era su idea de futuro y tampoco le veo tanto problema”.

“Scariolo nos metía una caña enorme”

Scariolo ganó la Liga de 2000, pero estuvo cerca de hacerlo dos años antes, en 1998, cuando con el Baskonia perdió la final con el TDK Manresa, que protagonizó la mayor sorpresa de siempre para coronarse campeón. El equipo vitoriano le había metido un 3-0 al Unicaja en cuartos y otro 3-0 al Barcelona en semifinales. “Lo vimos todo hecho”, rememora Lucio, que explica: “Y eso que en liga regular habíamos perdido con ellos (con el Manresa), no se nos daban bien. Había sido un año durísimo desde la pretemporada. Scariolo nos metía una caña enorme y se iba lesionando todo el mundo. Correr, entrenar, correr, entrenar… Eso sí, la temporada fue brutal. Ganamos trece partidos seguidos y cuando perdimos el decimocuarto nos cayó una bronca acojonante (de Scariolo) para que no nos relajáramos. En la final lo que pasó es que el TDK tenía muy buen equipo: no había manera de parar a Derrick Alston ni a Bryan Sallier, que era un pedazo de jugador, ni a Chichi Creus, que nos hizo un traje”.

“Querejeta se llevaba 80 millones y se libraba de mi ficha”

El proyecto en Vitoria iba bien, el club acababa de jugar por primera vez la Euroliga y Scariolo se marcha al Real Madrid en el verano de 1999. Y se lleva a Lucio: “Fue una carambola, la verdad, porque ellos querían a Scariolo y en el paquete entré yo como segundo plato. A Querejeta le venía muy bien porque se libraba de mi ficha y se llevaba ochenta millones (de pesetas, unos 480.000 euros) por los dos. Ahí salió su lado de empresario, una línea que ha trazado y que le ha ido muy bien. Tienes que entenderlo, es su filosofía de empresa. Tampoco engaña a nadie, es un estilo más NBA. Con el jugador apenas tenía relación. Me acuerdo de una vez que me puso una multa Scariolo y yo, tan inocente, fui a hablar con Querejeta porque no estaba de acuerdo. El tío me miró y me dijo: ‘A mí no me vengas con milongas, que aquí hay una jerarquía”.

El lío que montó el técnico para remontar un 0-2

Scariolo salió del Madrid en el verano de 2002, mientras que Lucio continuó otra temporada más antes de marcharse a Alicante. Allí, en el playoff de cuartos de la Liga 2004-05, el Etosa Alicante se puso 0-2 arriba frente al Unicaja de Scariolo: “En una de sus genialidades (de Scariolo) montó un chocho espectacular en el tercer partido en medio de la pista. Le pitan técnica, luego le expulsan… y a partir de ahí, todo cambió. Es algo que le he oído muchas veces, lo de forzar técnicas para cambiar la dinámica del partido y el arbitraje. Ahí le funcionó de maravilla y a partir de ese momento revientan la serie”.

El método algo confuso

A la pregunta de si el técnico italiano parece a veces incomprendido y estar siempre bajo sospecha, Lucio responde así: “No sé, quizá hay gente que tiene mejor prensa, como Pepu Hernández, pero el currículum ya debería avalarle. Es un poco expediente X. Es verdad que el método de Scariolo es algo confuso: le gusta empezar mal para acabar bien. Yo a veces sospechaba que hacía algunas cosas voluntariamente… te explico: cuando iba a llegar la Copa del Rey, el partido de antes lo perdíamos siempre, y te preguntabas si aquello estaba pensado de antemano para ir más motivados y más en alerta después de una derrota. Además, así nos podía echar más broncas (risas)”.

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