El Barça respira ante el Breogán en un triunfo sin alardes

El Barça necesitaba una victoria tras el desastre contra Zalgiris y, seguramente, necesitaba una victoria tranquila. La logró ante un Breogán evidentemente inferior en calidad y presupuesto, que plantó cara y aguantó durante tres cuartos, pero que acabó sucumbiendo ante el potencial azulgrana. No disputó el Barça un partido redondo ni mucho menos, se le vieron las costuras en el segundo cuarto, pero con el acierto de Clyburn y la actitud de Parra tuvieron suficiente contra los gallegos.

La irregularidad del Barça no se circunscribe al calendario, no han conseguido enlazar todavía dos victorias consecutivas, sino que también impacta en los partidos. Como ante el Río Breogán, con un primer cuarto esperanzador y un segundo mucho más discreto. Arrancaron los azulgranas con la actitud correcta, un Palau frío y unos porcentajes de acierto muy elevados. Y se pusieron por delante.

Los azulgranas empezaron jugando un baloncesto ordenado, teniendo siempre una idea clara y un pase disponible. Los dos triples de Cale desde la esquina así lo atestiguan. El acierto, además, no se limitó a un solo jugador. Ocho puntos de Clyburn consecutivos, con dos triples, construyeron la primera ventaja culé (28-18). Ante Zalgiris no anotó un solo punto.

El nueve de seis en triples del primer cuarto no tuvo continuidad en el segundo, sino que cambió de bando. Es cierto que Brankovic había hecho daño al Barça por dentro en alguna jugada, pero no fueron hasta que entraron los triples de Francis Alonso cuando los visitantes plantaron cara de verdad al Barça. Un 3-16 de parcial, hasta el 33-37, de un Breogán que peleó siempre y no perdió casi ningún balón. La mejora atrás de los azulgranas y los puntos de Punter y Parra enviaron al Barça por delante al descanso (44-41).

El partido continuó siendo una suerte de concurso de triples, que ganó Clyburn, en un partido con menos exigencia y nivel físico que los de la Euroliga. Algo que agradeció un Barça que sin embargo ni supo ni pudo quitarse de encima a Río Breogán antes del último cuarto. Los puntos de Cook les mantuvieron siempre cerca y el buen papel de Parra les salvó. Y no fueron los puntos del catalán, que también, sino su actitud. Atento, competitivo, enchufado (67-64).

Pronto en el último período logró el Barça una ventaja considerable con Cale y Willy de protagonistas (84-72), que ya no desaprovechó. Con unos diez puntos de ventaja como mínimo, subió hasta los 17, todo estaba ya decidido antes del bocinazo final.

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