El Barça cierra la ‘etapa Orellana’ recuperando su identidad

Se acabó la era Orellana tal y como empezó, con una victoria. Un tres de tres, esta última ante un Baskonia peleón, antes de entregarle a Xavi Pascual un equipo muy distinto al que dejó Peñarroya. Un equipo que ha recuperado la química, las ganas de esforzarse, la identidad colectiva y la conexión con el Palau, un equipo, en definitiva, que vuelve a serlo. Le falta mucho trabajo al Barça, cambiarán muchas cosas, pero en una sola semana este equipo parece otro. Ganó a Baskonia con trabajo y sacrificio, sufriendo en los momentos malos y alargando los buenos, en una victoria más que necesaria. Aunque sea anecdótico a estas alturas de campeonato, el Barça arrancó la jornada a una sola victoria del descenso. A Baskonia se le acabó la gasolina a cinco minutos del final, tras ser mejores en la primera parte y manifiestamente inferiores en la segunda. El Barça cambió la dinámica en el tercer cuarto y rubricó la victoria en el definitivo.

Uno puede perfectamente imaginar a Xavi Pascual descontento con los primeros minutos del partido. Quizás negando con la cabeza, seguramente tomando notas, en unos minutos donde las defensas fueron prácticamente inexistentes. Un intercambio de canastas fáciles, con dos mates y tres bandejas, que no gustan a ningún entrenador. Menos a un Pascual que es meticuloso con el trabajo defensivo, una de las razones por lo que le han fichado (9-9).

Baskonia estuvo cómodo corriendo y encontró a Luwawu-Cabarrot en estático, un jugador que si tiene el día es complicado de defender. El Barça trató de atacar a Howard especialmente en ‘el miss-match’, siendo Willy el primer protagonista del lado azulgrana. Efectivo arriba, nunca ha sido ese su ‘debe’, cogió más rebotes de lo habitual, manteniendo al Barça muy cerca, sino por delante, de Baskonia. La falta de centímetros en las filas baskonistas les pasó factura en este aspecto.

Ninguno de los dos equipos dominó con contundencia en la primera parte y siempre que alguno armó una pequeña ventaja, el otro respondió. Al menos hasta el borde del descanso (32-38). Varios fallos de jugadores con habitualmente poco volumen de triples, como Parra, Cale o Vesely, penalizaron mucho a los azulgranas. En un partido más rápido de lo habitual, con pocas faltas e interrupciones, los visitantes se fueron por delante a los vestuarios (39-43).

Salió el Barça tras el descanso más intenso, con las ideas claras y aprovechando el rebufo de los buenos minutos finales del segundo cuarto. Varias canastas seguidas de Shengelia abrieron hueco, obligando a Galbiati a parar el partido. Pero las sensaciones locales, buenas, no sacaron a Baskonia del partido. Ni siquiera los dos triples consecutivos de un Brizuela inspiradísimo (57-55).

Pero los azulgranas no perdieron la fe. Eran mejores sobre la pista pese a que no se reflejara en el marcador, por lo que sólo hacía falta insistir. Y eso hicieron. Baskonia seleccionó muy mal sus tiros, la defensa azulgrana les exigió, mientras que los exteriores azulgranas lo metieron todo (67-55). Ahora sí, a dos minutos del final del tercer cuarto, el partido se le ponía de cara al Barcelona.

Baskonia no dejó extinguir la llama de la remontada. Poco a poco, posesión a posesión, controlaron su rebote ofensivo y se fueron acercando a los de Orellana. A seis del final estaban, solo dos abajo (75-73). Diakite, casi infalible, empujó a los suyos. Ahí, sin embargo, se acabó la reacción. El Barça volvió a hacerse con las riendas del partido (83-75) transitando hasta el final sin ningún riesgo de perderlo.

¡Tus opiniones importan!

Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí.