Bilbao
75
Gottingen
73
Finalizado

EC | TOP-16 | 1ª JORNADA

De Ridder evita un susto en Europa

Partidazo del pívot belga del Bilbao Basket, que taponó una jugada de Zugic cuando intentaba llevar al Gottingen a una proeza.

AIOL

El Bilbao Basket sigue con paso firme por esta FIBA Europe Cup, una competición desconocida hasta este año, pero en la que se mueve como pez en el agua. La fase regular se la ventiló sin grandes dificultades ni alardes y el primer aprieto se lo ha planteado el Gottingen, un equipo que llegaba con 5-1, con derrota tras una prórroga con el Varese, pero que en su liga transita por la zona crítica. Los ‘hombres de negro’ tuvieron demasiados altibajos, sobre todo en ataque, y apelaron a la defensa, que les condujo a recortar casi 20 punto la media anotadora del rival, para sacar favorablemente el inicio de la segunda ronda, esto es, los dieciseisavos. Se aliaron con De Ridder, su jugador más lúcido ahora mismo junto con Killeya-Jones, aunque les hicieron pasar un buen sofocón. Con 74-73, en la jugada final, que podía dar el triunfo a los germanos, Zugic, todo coraje tras fallar un tiro libre importantísimo unos segundos antes, quiso vestirse de héroe y buscó una penetración ante De Ridder, el coloso belga. Le puso un tapón y luego agarró la bola como un poseso. Le hizo falta Ensminger y fue revisada la acción para ver si aún quedaba tiempo. Se determinó que 9 décimas. Y le cayó una técnica al técnico visitante, que estaba que se subía por las paredes. De hecho, al final montó un buen pollo a los colegiados y uno de ellos se negó a estrecharle la mano. Cabe recordar que los árbitros se inhibieron en cada penetración de los bilbaínos. Aquí los golpes se catalogan como caricias. Kullamae falló el tiro libre de la técnica y De Ridder metió el primero de la falta y lanzó al aro el segundo para que se fuera por el desagüe el escaso tiempo que quedaba. Final de un choque con más emoción que calidad, con enorme producción en un tiempo y escasez en el segundo, en el que algunos jugadores del Surne siguen mostrando que no están finos de cara a canasta, como Renfroe, Reyes, Andersson y Tsalmpouris. Segunda victoria sin Hlinason, la montaña islandesa a la que parecen echar poco de menos.

El Gottingen inauguró el tanteador con una bandeja de Monninghoff. Y, a partir de ahí, la locura. Un 11-0 comandado por Rabaseda que obligó a Foucart a pedir un tiempo muerto, y un 0-8 del cuadro germano en tres ataques mostrando ya lo que iba a proponer durante toda la tarde, un juego incómodo y muy atípico. El que paró el juego entonces fue Ponsarnau, para reconstruir la defensa. Los bilbaínos mostraron una zona-press para intentar romper el ritmo del rival, un equipo con un perfil poco habitual en ACB, lo que provoca bastante incomodidad: juega con cinco por fuera y en cuanto logra una mínima ventaja, a través de un bloqueo o un corte, arma el tiro. Se puso de nuevo por delante con un triple de Zugic a los 20 segundos del segundo cuarto: 20-22. Un 0-10 volvió a darles el mando: 43-45.

El partido estaba en las manos de los locales, aunque estos notaban cuando se iba al banquillo Killeya-Jones y De Ridder. No lograban desenganchar al Gottingen, que en el descanso tenía un 50 por ciento en tiros de tres (8 de 16). Solo hicieron una canasta más de dos que desde el arco de 6,75, síntoma de por dónde iban sus tiros.

La cosa no fluía. Hasta Miribilla parecía perezosa en el ánimo. Los árbitros apenas castigaban los contactos y los golpes, y eso desesperaba a los ‘hombres de negro’. Smith estaba obcecado y cometió muy pronto la tercera personal. El Gottingen no se desenganchaba, apegado a pequeños parciales. Empezó a descubrir otro juego, el interior, con Silins, que mueve los pies muy bien cerca del aro y maneja las fintas con maestría. Ante Tsalmpouris encontró muchas facilidades. Ponsarnau probó con tres pequeños, Renfroe, Smith y Kullamae, para tener mejor ritmo en el nuevo parqué estrenado hoy. En el tercer cuarto dejó secos a los germanos, pero luego su equipo cayó en las precipitaciones, que les impidieron abrir brecha.

RESUMEN

75 - Surne Bilbao Basket (20+24+16+15): Renfroe, Smith (7), Rabaseda (7), Andersson y Killeya-Jones (22) -cinco inicial-; Pantzar (5), Kullamae (11), Reyes, De Ridder (18), Tsalmpouris (2) y Rigo (3).

73 - BG Gottingen (19+26+10+18): Gibson (11), Burns (6), Hume (6), Monninghoff (2) y Silins (13) -cinco inicial-; Ensminger (11), Zugic (16), Anticevich (8), Hemschemeier y Wullner.

Parciales: 20-19, 44-45 (descanso); 60-55 y 75-73 (final).

Árbitros: Petar Pesic (Serbia), Orhan Cagri Hekimoglu (Turquía) y Aurimas Borusas (Lituania). Eliminados por faltas Burns (m.37).

Incidencias: Partido de la primera jornada del Grupo K del Last 16 de la Copa Europa FIBA disputado en el Bilbao Arena de Miribilla ante unos 5.000 espectadores. Media entrada.

Zugic, un chaval con muy buena pinta que brilló en la noche de los jóvenes, se encendió de cara al final. Una bandeja suya consolidó un 0-9 (64-66) a 5:36 para concluir el choque. La incertidumbre perduró hasta que volvió a aparecer De Ridder, que crece y crece cada tarde. Anticevich, cuya puesta en escena asemeja a los tenistas de hace tres décadas con una cinta en el pelo y apariencia de algún kilo de más, firmó el empate a 72, pero luego falló un triple completamente solo, a 1:52. Tuvo en sus manos la victoria Rabaseda desde la esquina, pero su lanzamiento a larga distancia o quiso entrar. Zugic metió un tiro libre de los dos que tenía a falta de 41 segundos: 74-73. Hasta que De Ridder ahogó el intento de heroicidad del Gottingen. en el otro partido del Grupo K, el Oporto se deshizo con enorme facilidad del Balkan Botevgrad polaco, la cenicienta del grupo, por 63-88.

Ponsarnau: “Ha sido igualadísimo y en el cara o cruz hemos ganado”

Ponsarnau destacó, tras la victoria frente al Gottingen fue un partido “igualadísimo” en el que pudieron llevarse la victoria “en el cara o cruz final”. “Entramos en el partido con la mentalidad adecuada entendiendo lo que demandaba el partido y con presencia en el rebote ofensivo, pero una vez que movimos a la gente para tener un buen nivel de energía empezamos a tener problemas”, explicó el técnico en su valoración del encuentro.

Ponsarnau lamentó que estuvieron “mal en defensa, muy mal en ataque” y “blandos contra su uso de las manos” en las penetraciones en la zona alemana y aseguró que eso les ha “traído problemas al final”. “Nos ha costado ser el equipo compacto que somos en muchos partidos de la ACB y por eso hemos sufrido. Pero es importante también saber que sufrimos porque ellos lo han hecho muy bien y hay que partir de la idea del respeto al rival porque sino te equivocas”, recalcó.

El de Tàrrega espera que en el futuro sean capaces de “encontrar una mentalidad más sólida y adecuada” en esta competición. “En el resto estuvimos bien. En el rebote, forzando pérdidas, dando asistencias, pero nos ha faltado gastar alguna falta y ser más compactos en esas manos que ponían en defensa”, incidió.

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