Jones: “En los momentos decisivos quiero el balón en mis manos”

Chris Jones (Garland, Texas, EEUU, 1993) está siendo la sensación y el referente del Valencia Basket. Con su baloncesto sostiene, en muchos momentos, al equipo en los partidos. Llega a la Copa tras firmar dos actuaciones brillantes ante el Panathinaikos, con triple ganador, y el Gran Canaria.

El base norteamericano, con pasaporte armenio, ha superado los problemas de rodilla que ha arrastrado durante la primera parte de la temporada y se muestra a gusto y contento en Valencia. Cree que éste puede ser el año del Valencia Basket porque tiene “equipo y entrenador para hacer algo grande”.

-¿Cómo fueron sus inicios en el baloncesto y cómo acabó en Mongolia?

-Fue un poco duro para mí. Cuando salí de la universidad no tuve ofertas para jugar en el extranjero, por lo que acabé buscando un trabajo porque acababa de tener un hijo. Tenía que llevar dinero a casa para mi familia. Así que un amigo de mi entrenador de la universidad me ayudó a encontrar equipo en Mongolia. Él me explicó que, mostrando mi baloncesto, ahí sería más fácil comenzar una carrera en el extranjero. Pero cuando llegué a Mongolia fue muy duro. El clima, el idioma, el baloncesto... todo era diferente. Estar fuera de Estados Unidos, lejos de mi familia, era complicado. Pero ahora siento que valoro más de dónde vengo y hace las cosas más fáciles para mí. Ahora me centro únicamente en el baloncesto y es todo más fácil para mí.

-Tuvo un hijo muy joven. ¿Eso le impulsó a buscar un futuro en el baloncesto fuera de EE. UU.?

-Cuando fui a Mongolia, mi mujer y mi hijo se quedaron en Estados Unidos. Estuve allí solo. En sus primeros meses no lo pude ver crecer, solo videollamadas. Fue duro para mí porque era la primera vez que estaba lejos de casa y de los míos. Eso me ayudó a valorar las cosas todavía más. Ahora que las cosas me van mejor, vienen conmigo y eso hace que la vida sea más fácil para mí.

-Después de sus cuatro años de universidad, su sueño era jugar en la NBA…

-El sueño de cualquier niño es jugar en la NBA. En mi último año en la universidad, empecé a interesarme por el baloncesto extranjero cuando vi que las esperanzas de llegar a la NBA eran muy reducidas. Mis entrenadores me explicaron los pros y los contras de desarrollar mi carrera fuera de Estados Unidos. Pensé que eso encajaba más con mis posibilidades que pelear por tratar de labrarme una carrera en mi país. Ahora mismo no podría estar más feliz por ver cómo me han ido las cosas. Algunos se han llegado a sorprender por cómo me van las cosas en Europa. Estoy feliz de poder mostrar hoy todo el trabajo duro que he puesto durante estos años.

-Ahora Valencia disfruta de su baloncesto. ¿Está disfrutando de su rol protagonista en el equipo?

-Por supuesto. Como he dicho, jugamos por el amor al baloncesto, pero también tenemos familias de las que cuidar. Hablé con Álex (Mumbrú) este verano y la oportunidad era perfecta para mí. Por el estilo de juego, lo que el coach pedía de mí y el equipo que se estaba creando, sentí que era el lugar indicado. Jugar en este rol importante, con todos los grandes jugadores que hay a mi alrededor, creo que no había un mejor lugar para mí.

-Le llama Álex, ¿qué piensa de Mumbrú?

-Primero de todo, déjeme aclararlo, le llamo coach. Nunca le llamo Álex (ríe). Es un gran tipo. Es la misma persona con la que hablé por teléfono en verano. Muchas veces, en estos casos, la gente te vende sueños e historias para convencerte y que juegues en su equipo, pero luego te encuentras otra realidad. Él siempre se ha mostrado como la misma persona que estaba al otro lado del teléfono y no puedo estar más feliz con la decisión que tomé de venir aquí. Está claro que ganar partidos hace que las cosas vayan mucho mejor, pero estoy muy feliz de estar aquí, que Álex sea mi entrenador y de tener los compañeros que tengo. Estoy disfrutando de cada momento.

-Cuando llegan los momentos finales de partido y le toca tomar la responsabilidad. ¿Qué siente en ese momento?

-Cuando íbamos dos abajo contra el Panathinaikos y teníamos el último tiro, pensé: ‘Voy a por el partido. Es todo o nada’. Parece fácil decirlo, pero es todo gracias a la confianza que el equipo y los entrenadores ponen en mí. Cuando tenía el balón en mis manos en los segundos finales, no tenía ninguna duda de que me iba a jugar ese tiro. Unas veces entra y otras no, pero sabía que la iba a meter. La alegría de tus compañeros y de los aficionados es increíble. Aquí esta temporada he metido un par de canastas en los momentos finales, así que cuando llega el momento decisivo de los partidos quiero el balón en mis manos.

-¿Cree que esta puede ser su Copa? ¿Se ve con opciones de guiar al Valencia Basket a hacer grandes cosas?

-El Real Madrid es uno de los grandes equipos de Europa. Hemos peleado para disputar la Copa, pero tenemos que ir partido a partido. No podemos pensar más allá. Tenemos que centrarnos en el Madrid que es el partido que tenemos primero. Nuestra meta principal es ser nosotros mismos, no puedes llegar a la Copa y tratar de hacer otras cosas, cambiar roles o tratar de hacer más de lo que se supone que debemos hacer. Tenemos que seguir siendo un equipo, pelear por nuestros compañeros y eso nos dará opciones de hacer algo grande.

-¿Se ven con opciones también de hacer algo grande en la Euroliga?

-Por supuesto que tenemos opciones. Mis entrenadores de la universidad solían decirme que, si te hacías fuerte en casa, aunque cayeras fuera tendrías siempre tus opciones. En nuestro caso está siendo un poco al revés, sufriendo algún revés en la Fonteta y consiguiendo victorias en grandes canchas. Siento que somos un buen equipo, tenemos muchas piezas: tiradores, jugadores al poste, jugadores que pueden crear desde el balón… Cada noche puede ser protagonista cualquiera de nosotros. Eso nos hace peligrosos. Creo que somos un buen equipo y creo que todavía tenemos margen como grupo. Pienso que podemos ser todavía mejores. La gente piensa que es nuestro mejor momento, pero si corregimos algunas cosas y recuperamos a los lesionados, creo que tenemos oportunidades de hacer algo grande en Euroliga.

-En España es tradición hacer una promesa si consiguen un título. ¿Qué haría Chris Jones si el Valencia Basket gana la Copa?

-Uf, esa es una buena pregunta. Prometo... (piensa) no sé... quizá regalar cinco camisetas firmadas mías para los aficionados.