Una ACB de oro
La Supercopa alza el telón de la temporada de clubes seis días después del éxito en el Eurobasket. Betis-Madrid y Barcelona-Joventut.
Tres meses y cinco días después del título liguero del Madrid, regresa la ACB. Un trimestre en el que los equipos han aprovechado para reforzarse, en general, bastante bien y que se ha cerrado con el oro del Eurobasket, una conquista celebrada con siete jugadores de la Liga y el protagonismo de la clase media (solo uno del Madrid, Rudy, y ninguno del Barça). Y otro oro nos toca muy de cerca, el de la Americup con hasta cinco jugadores de esa Argentina ahora en España. Si añadimos platas y bronces en ambos torneos continentales, nos vamos hasta los 20 medallistas en la ACB, la mejor liga nacional del mundo con bastante ventaja. El buen momento no evita que haya problemas, que sea complicado que las promesas encuentren su espacio cuando cumplen los 18 años y que en el capítulo de los presupuestos se arrastren descompensación entre ingresos y gastos, sobre todo en los dos grandes y el Valencia.
Pero hoy toca jugar, se echaba de menos. La apertura del curso llega en Sevilla con la Supercopa, ese torneo revoltoso que coge a todos los entrenadores en chándal, cuando aún no se han puesto el traje, y con los equipos a medio hacer. Un trofeo, que quizá por las circunstancias de improvisación, ha premiado a uno de los más estables en las últimas campañas, un Madrid que domina el palmarés con ocho títulos, los últimos cuatro seguidos (seis lleva el Barça, cuatro el Baskonia y dos el Joventut). El torneo lo disputan los tres mejores de la pasada temporada y el anfitrión, un Coosur Betis que alza el telón a las 18:30 horas ante el Real Madrid. Luego, en el segundo turno, Barça-Joventut (21:30, ambos en #Vamos), la revancha de la Lliga Catalana.
Los blancos se presentan con 13 jugadores, entre ellos sus cuatro fichajes (Chacho, Musa, Hezonja y Cornelie) y todos los internacionales (Rudy, Yabusele y Poirier, los últimos en llegar) más los recuperados Llull y Hanga y Eli Ndiaye, pero sin Williams-Goss ni Abalde, que apuran su recuperación (les queda poco). Y sin Alocén ni Randolph, bajas de larga duración. La novedad la encontramos en el banquillo con el estreno de Chus Mateo tras la salida de Pablo Laso después de once temporadas. Para el Betis es “una gran oportunidad”, así lo entiende Luis Casimiro, su técnico, campeón de la Supercopa con el Gran Canaria en 2016 y que dice ser “muy, muy de Laso”. “Debemos mantener la personalidad del final del curso pasado, a lo que contribuirá que el rival se preocupe de alguien tan determinante como Shannon Evans”. Una de las renovaciones del verano, al que acompañan seis fichajes: Jeremiah Hill, Rodions Kurucs, Sylla, Gerun, el 2,16 Tsalmpouris y el lesionado Nzosa.
En la segunda semifinal, el Barça viene sin Mirotic (tendinitis en el tendón de Aquiles), lo que Higgins interpreta como “una oportunidad para los demás”, y con seis caras nuevas: Satoransky, Paulí, Kalinic, Da Silva, Tobey y Vesely. ¿El problema? Que hay que inscribir cuatro cupos en plantillas de doce, por lo que, con Mirotic ausente pero dado de alta, Jasikevicius incluirá en el acta al canterano Nnaji en su lugar y mantendrá a Abrines, Paulí y Sergi Martínez, lo que le obliga a dos descartes entre los principales no formados en España. La Penya, por su parte, conserva el grupo y lo ha reforzado con el cañonero Kyle Guy, el 4-5 Ellenson y el polivalente William Howard, de momento lesionado. “Defensa y ritmo”, apunta Carles Duran para dar la campanada en una Supercopa de oro.