El Granca devora al Joventut en la segunda parte

El Gran Canaria sigue en un gran momento de forma. Tras culminar una maravillosa primera fase de la Eurocup, que le permitirá jugar hasta una hipotética final con el factor cancha a favor, hoy se llevó por delante a un Joventut totalmente sobrepasado tras el descanso. El coral triunfo insular se decidió en el tercer cuarto ante una impasible Penya, que además sufrió la expulsión de Carles Duran.

Como un tiro, nunca mejor dicho, empezó el partido el Gran Canaria, acelerando desde la parrilla de salida sin apenas darle respiro a la Penya. Así, el equipo todavía dirigido por Victor García por aquella controvertida sanción a Lakovic comenzó con triples de Shurna, Brussino y Slaugther que muy pronto le dispararon en el marcador: 10-2. Sin embargo, en las primeras curvas derrapaba ya el equipo insular. Pese a que, de manera consecutiva, Shurna se cascó otro triple y Slaughter sacaba un 2+1, apenas ganaba de siete: 16-9. Por aquel entonces había entrado Tomic para poner orden, y un triple de Parra, su séptimo punto del cuarto inicial (y de la primera parte), puso el marcador en un puño: 18-17.

Entre los últimos minutos de este periodo y los primeros del siguiente entró el Granca en bajada. Así, sin apenas darse cuenta, incapaz como de encontrar respuestas a las múltiples variantes ofensivas del Joventut, que tampoco se dejaba nada en la defensa de su propia canasta, encajó un parcial de 5-18 que anunciaba tormenta: 25-35.

El equipo local apenas encontraba espacios en su otrora fluido ataque, tan atascada la hueste amarilla ante la empalizada verdinegra. Tan fue así que Brussino, la principal opción ofensiva local, apenas había tirado una vez a canasta, aquel triple del inicio, antes de los dos tiros libres que mínimamente recortaban la ventaja visitante: 29-37. Sin embargo, un tremendo triple de Guy le daba la máxima renta a su favor a la Penya, 31-42, que además contaba con el estado de gracia de Feliz, 15 puntos en una primera parte que se cerró 41-46 con la agónica canasta de Inglis, que reaparecía después de su doble lesión, rodilla y tobillo izquierdo, sufrida el pasado 11 de marzo en Granada.

No le pudo sentar mejor el descanso al Gran Canaria. Enrabietada, la formación local se arrancó con nueve puntos del tirón entre Slaughter y Brussino, 13 cada uno en ese momento, para recuperar el mando del partido: 51-47. Desde entonces, y poco a poco, el Joventut se fue hundiendo sin posibilidad alguna de salvación. Ocurrió que, solo en el tercer cuarto, el parcial a favor del conjunto insular fue de 32-12, 73-58 al final del mismo, un auténtico martillo pilón el amarillo, desatados además actores secundarios como Albicy y Salvó.

Por parte de la Penya, tras el paso por los vestuarios apenas hubo noticias de Parra, Tomic y Vives. Pareció del todo desaparecido el equipo verdinegro cuando fue el expulsado un alteradísimo Carles Duran. Sendos triples de Bassas y Brussino parecieron definitivos, 85-71, pero el Joventut aprovechó lo que pareció un conato de distracción local para intentar meterse de nuevo en el partido, poniéndose 92-83 con un par de minutos de juego todavía por delante.

Sin embargo, cinco puntos de Shurna, ya dentro de los últimos 60 segundos, terminaron de certificar una victoria local que tampoco es que corriera mayor peligro en la segunda parte. Suma así el Granca su 16ª victoria del curso, empatando precisamente con la propia Penya, a la que este curso ha ganado los dos partidos de esta temporada. Quizás falte un tercero. Sería, en todo caso, una maravillosa noticia para el basket español: semifinal de la Eurocup. Pero esa es otra historia que, por qué no, tiene tantas posibilidades de ser real que cuesta no imaginársela.