El Barça regresa a su fortaleza

El Barça tiene una doble vida esta temporada. La fea e impredecible lejos de la Ciudad Condal; y la impecable y resolutiva en un Palau que tras 13 partidos disputados entre la Liga Endesa (6) y la Euroliga (7) aún no ha visto perder a los suyos. Un dato espectacular que solo imita el Fenerbahçe entre los 18 equipos de la presente edición de la máxima competición continental. Una imbatibilidad que pondrá a prueba este miércoles el Baxi Manresa de Pedro Martínez (20:30 horas, M+D) en la adelantada jornada 15.

El derbi catalán no será el único duelo que dispute el Barça esta semana en el Palau: el Armani Milán de Ettore Messina llega el viernes sin el lesionado Nikola Mirotic en la Euroliga y el Baskonia de Dusko Ivanovic el domingo en una nueva jornada, la 14ª, de la ACB. “Nos sacamos kilómetros de encima y podemos descansar un poco con nuestras familias, que esto también te da energía y te ayuda a cargar las pilas. Jugar en el Palau siempre tiene un aliciente especial”, aseguró Grimau, entrenador del Barça, en rueda de prensa.

Esta fortaleza en casa supera, por el momento a la de la era Jasikevicius cuando los culés se quedaban siempre por debajo del 90% por de triunfos con un 87,8% la pasada campaña (36-5), un 76,6% (33-9) hace dos y un 81,4% (35-8) en la primera del lituano en el banquillo. Y contrasta con su inestabilidad a domicilio, donde los azulgranas tienen un balance negativo de 6-7. En la Euroliga, están 3-3; y en la Liga Endesa, 3-4 tras caer en Madrid, Valencia, Murcia y, este domingo, Zaragoza. Es un 53,8% de derrotas, empeorando los resultados de Jasikevicius: 30,7% en las temporadas 2021-21 y 2022-23 (27-12) y 25% en la 2020-21 (30-10).

Una dualidad dentro-fuera que no solo se refleja en el balance de victorias-derrotas, sino también en la producción del Barcelona. Mientras que en el Palau, anota 94,3 y recibe 80,7 puntos de media en la ACB; fuera su producción ofensiva cae por debajo de los 80 (79,6). En defensa, eso sí, mejora levemente en 9 décimas,79,8. En la Euroliga, es similar: 88,4 tantos a favor en su feudo por los 75,6 lejos de él y 78,5 recibido en casa por 80 fuera.

Unos altibajos a los que Grimau resta importancia: “No creo que (esos datos) sean suficientes como para teorizar que hay un problema fuera y en casa no”. “Es evidente que no hemos estado bien. En Bolonia estuvimos bien gran parte del partido, excepto al final. Y en Murcia, contra un equipo que está jugando muy bien sobre todo en casa, en los últimos dos minutos jugamos mal, pero no lo pondría todo en el mismo saco”, concluyó.

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