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Un periodista en busca y captura avisa de lo que está haciendo Rusia en Bulgaria

Christo Grozev apunta que los servicios de inteligencia rusos se han infiltrado en su país y, como consecuencia, asegura sentirse “amenazado” si regresa a su país.

HANNAH MCKAYREUTERS

El periodista de investigación búlgaro Christo Grozev ha advertido de una maniobra de infiltración por parte de la inteligencia rusa en su país. Moscú añadió a su lista negra al periodista hace unos días por sus publicaciones acerca de la guerra entre Rusia y Kiev. Ahora, asegura sentirse “amenazado” si regresa a su país.

“Me siento amenazado si vuelvo a Bulgaria”, ha reconocido ante el Parlamento búlgaro en una intervención telemática. “Nuestras investigaciones —las del medio que dirige, Bellingcat— muestran una importante infiltración de agentes rusos en el país”, ha asegurado. Y cree que, si regresa a su ciudad natal, Plovdiv —la segunda mayor ciudad de Bulgaria—, “hay peligro para mí”. “Estoy más relajado con mi familia en el país en el que estoy”, ha concluido.

El periodista, de 53 años, reside desde hace años en Viena, donde está protegido por los servicios de seguridad austríacos, y cree que Bulgaria es un país clave para los servicios de espionaje rusos. El motivo: “Es mucho más fácil encontrar cómplices y ayudantes debido al bajo nivel de vida en Bulgaria”, ha indicado. Además, asegura que es un lugar “relativamente fácil para infiltrarse”, dice, según le han confirmado “personas de los servicios especiales rusos”, ha añadido.

En la lista negra de Rusia

Durante la última semana de diciembre, Rusia hizo público que había incluido en su lista de personas buscadas al director general del medio de comunicación de investigación Bellingcat, Christo Grozev. De acuerdo al Ministerio del Interior ruso, por la “violación de un artículo del código penal ruso”.

El artículo en cuestión es el 207.3 del Código Penal de Moscú, que sanciona la difusión de informaciones “falsas” sobre las fuerzas militares rusas, según ha informado la agencia de noticias rusa RIA Novosti. Pero, desde que se hizo pública la medida y tras algunas reuniones entre el gobierno búlgaro y la embajada rusa, no se ha vuelto a dar más información acerca de la decisión.

“Una gran amenaza para todos los periodistas”

Ni siquiera el propio Grozev ha vuelto a saber nada más acerca de la medida tomada en Moscú. “Todavía no tengo información sobre el motivo por el que me buscan, y la única explicación es la de la agencia estatal de noticias RIA Novosti, que señala la difusión de declaraciones falsas sobre el ejército ruso”, ha explicado el periodista.

Y, si Rusia lo ha castigado por el motivo que señalan desde RIA Novosti, “la cuestión de mi protección va más allá de mi interés personal”, opina. Se trataría de la “primera vez” que una ley “destinada a los ciudadanos rusos se aplica a los de otros países, en particular a los de la Unión Europea”, ha apuntado. Para, a continuación, concluir con que “esto sería algo sin precedentes y una gran amenaza para todos los periodistas”.

“Por primera vez, una ley destinada a los ciudadanos rusos se aplica a los de otros países, en particular a los de la Unión Europea. Esto sería algo sin precedentes”

Christo Grozev

Grozev cree que la sanción viene motivada por la investigación en la que identificó a los 33 militares rusos que programaban los misiles que Moscú está utilizando en Ucrania. Estos soldados, “fueron sancionados por la UE hace dos semanas y días después apareció mi nombre en búsqueda y captura”, ha apuntado en declaraciones recogidas por Efe.

‘Bellingcat’ es una “amenaza” para Rusia

El medio de investigación que dirige Grozev, Bellingcat, ha indagado en algunos altercados relacionados con Rusia en el pasado y, en los últimos meses, se ha centrado en el conflicto que Moscú y Kiev protagonizan. En este sentido, son conocidas sus publicaciones acerca de los envenenamientos del agente doble Serguéi Skripal o del político opositor Alexéi Navalni.

Asimismo, ha participado en las pesquisas del derribo de un avión de Malaysia Airlines en el este de Ucrania. En el accidente fallecieron 298 personas y, según las investigaciones, dos oficiales rusos estuvieron presuntamente implicados.

Recientemente, desde Rusia han calificado este medio como una “amenaza”. Una opinión que también comparte Grozev, así lo expresó en una entrevista con la AFP en la que aseguró que Bellingrat es “la peor pesadilla del Kremlin”.

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