SOCIEDAD

Sara Fort, así trabaja la mejor camarera de España: “Nos dejaron 2.500 euros de propina”

Tras recibir el Premio Nacional de Gastronomía, la catalana concede una entrevista a la Cadena SER en la que cuenta su historia.

Real Academia de Gastronomía

En una entrevista exclusiva en la Cadena SER, hemos podido conocer la inspiradora historia de Sara Fort, la “Mejor Camarera de España”. A pesar de que de niña soñaba con ser pastelera, el destino la condujo por un camino completamente diferente, donde demostraría su talento en el trato con las personas.

Desde sus primeros trabajos en una peluquería, una agencia de cambio y una gestoría, hasta su experiencia en una librería en Roses (Girona), su pueblo natal, Sara Fort fue acumulando habilidades que, eventualmente, la llevarían a un encuentro que cambiaría su vida para siempre.

Un día, Sergi Arola entró en la librería, y este encuentro inesperado desencadenó una serie de eventos que la condujeron a abandonar todo y embarcarse en una emocionante aventura en Madrid. El 1 de enero de 1998, Sara tomó la decisión de mudarse a la capital y sumergirse en el apasionante mundo de la gastronomía.

A pesar de no contar con una formación o experiencia previa en el sector, Sara Fort llegó a formar parte del equipo de La Broche, un restaurante que pronto se convertiría en el centro de atención culinaria. En cuestión de meses, el restaurante obtuvo su primera estrella Michelin, un logro que marcó el inicio de su impresionante carrera.

En esta entrevista, Sara comparte su trayectoria en el mundo de la alta cocina y cómo ha evolucionado desde sus humildes comienzos hasta ganarse el reconocimiento con el Premio Nacional de Gastronomía, otorgado por la Real Academia de Gastronomía. Su enfoque en un servicio de sala cercano, cordial y dinámico ha roto moldes y contribuido a una experiencia gastronómica moderna y elegante que se aleja de la rigidez de tiempos pasados.

“Hay que estar a la altura”

Sara puede ser considerada como la mejor camarera de España. Aunque la denominación oficial del premio sea más solemne, su labor es fundamental para brindar a los clientes una experiencia culinaria excepcional. Aunque una jefa de sala realiza diversas tareas, como gestionar reservas, coordinar equipos, atender peticiones especiales y solucionar problemas, el núcleo de su trabajo radica en llevar comida y bebida a los comensales y garantizar que disfruten al máximo.

Fort explica: “La gente viene a celebrar algo especial y tienes que estar a la altura porque es lo que esperan. Ellos vienen entregadísimos y quieren disfrutar”. Para lograrlo, al igual que muestra el personaje en “The Bear”, Sara Fort utiliza algunos trucos. “No llegamos a investigar, pero sí procuramos reunir cierta información de los clientes. De qué trabajan, qué les gusta y qué no les gusta, cuántas veces han venido... Algunos te lo acaban reconociendo al final. Te dicen: ‘El mejor servicio que he tenido en mi vida’”.

A lo largo de sus 25 años de carrera, la satisfacción de los clientes ha sido su mayor recompensa, superando incluso las propinas generosas que ha recibido en ocasiones. Como anécdota, recuerda: “En Sergi Arola Gastro, unos rusos se gastaron 14,000 euros en dos botellas de vino, así que ya no les cobramos el menú... y nos dejaron 2,500 de propina”.

Inspirada en el ‘Per Se’ newyorkino

Cuando se le pregunta sobre sus referentes en la sala, Sara Fort menciona con admiración la coreografía del restaurante Per Se en Nueva York, donde los camareros “aparecían y desaparecían sin que te dieras ni cuenta”. Sin embargo, reserva su mayor elogio para Juli Soler, el gran socio de Ferran Adrià en elBulli. En sus propias palabras, “No he visto a nadie tan capaz de manejar un restaurante”. Humildemente, añade: “No le llego ni a la suela de los zapatos”.

Sara Fort aboga por un servicio “dinámico y discreto” porque es lo que ella valora como clienta. Esta fórmula demuestra ser infalible no solo con los críticos gastronómicos sino también con los inspectores de la Guía Michelin. Ella explica: “Mi táctica es tratar a todas las mesas como si fueran mesas Michelin. Así sé que no me equivoco. Trato a todos por igual”. Esta es la clave de su éxito en la hostelería, una dedicación constante y un trato excepcional para todos sus comensales.

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