SOCIEDAD

¿Por qué si dejas de sudar podrías estar sufriendo un golpe de calor?

Este problema de salud, habitual en el período estival, tiene como uno de sus síntomas la ausencia de sudoración en el cuerpo humano.

Foto: Freepik

España se encuentra envuelta en un aumento de temperaturas extremo. En muchos puntos de la geografía española, se superan los 30 grados de forma amplia, y esta situación puede llegar a generar algunos problemas graves de salud. Uno de los más habituales durante el período estival es el conocido como golpe de calor.

¿Qué es el golpe de calor?

Este fenómeno es una lesión grave, en la que el cuerpo humano puede llegar a alcanzar los 40 grados o más de temperatura. Esto se debe a un aumento anormal, y no se puede reducir el calor que se padece. En este caso, si ocasiona daños en el cerebro u otros órganos vitales, puede llegar a poner en serio peligro la vida de la persona que es afectada por este problema.

Dejar de sudar, uno de los síntomas

Hay una gran variedad de síntomas que permiten detectar si lo que se está sufriendo es un golpe de calor, y uno de los más comunes tiene que ver con la sudoración, o, más concretamente, con la incapacidad del cuerpo humano de generarla.

Conocido como anhidrosis, este síntoma provoca que nuestro cuerpo no pueda generar sudor, lo cual se puede convertir en un grave problema, especialmente en períodos de mucho calor, como el verano. Aunque se pueda sentir un gran aumento de la temperatura, no existe, en estos casos, capacidad de sudoración, por lo que la persona no puede exteriorizar la quemazón que siente, y, por lo tanto, no puede remediarla.

¿Cuáles son los síntomas del golpe de calor?

De acuerdo a la Cruz Roja, existen una gran cantidad de síntomas por los que se puede identificar de forma sencilla cuándo se padece un golpe de calor. Estos son los siguientes:

  • Sed intensa y sequedad en la boca
  • Temperatura mayor a 39º C
  • Sudoración excesiva, e incluso se puede producir la ausencia de la misma
  • Sensación de calor sofocante
  • Piel seca
  • Agotamiento, cansancio o debilidad
  • Mareos o desmayo
  • Vértigo
  • Calambres musculares
  • Agitación
  • Dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos
  • Dolores de cabeza
  • Estado de confusión, desorientación, delirio o incluso coma o convulsiones

Evitar un golpe de calor

Este proceso, que suele ser una consecuencia derivada de las olas de calor, como la que está asediando actualmente a la Península, tiene solución. Hay varias formas por las que se puede controlar un golpe de calor, y una persona puede evitarlas siguiendo diferentes pasos.

En primer lugar, se debe alejar a la persona que está padeciendo un golpe de calor de la luz del sol, por lo que es recomendable acercarle a una localización con sombra. Por otro lado, en el caso de que no haya perdido el conocimiento, otro de los consejos más habituales es darle agua. Sobre el líquido elemento, también hay que añadir que se puede bañar al enfermo con una temperatura de entre 15 y 20ºC.

Por otro lado, en el caso de que este problema de salud se haya convertido en algo más grave y que pueda poner en peligro la vida del enfermo, hay que llevarle de forma urgente a un centro de atención sanitaria. En ese caso, mientras se le lleva al hospital, se le puede dar pequeños sorbos de agua y aplicarle compresas de agua fría.

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