La posición de cada país árabe en la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza
El conflicto palestino-israelí se mantiene sin resolver desde 1947. Es por ello que cada país ha ido adaptando su postura conforme al desarrollo de la guerra y evolucionando según la historia.
Más de 1.300 israelíes y 1.000 palestinos han muerto en la franja de Gaza por el cruce de ataques entre Hamás y las Fuerzas Armadas Israelíes (FDI). El conflicto estalló el pasado 7 de octubre, cuando las milicias del movimiento islamista emprendieron uno de los mayores ataques que se recuerdan, al lanzar miles de cohetes contra el sur de Israel y grandes núcleos urbanos como Jerusalén y Tel Aviv, acompañados de una incursión de cientos de efectivos en las localidades fronterizas.
Esta nueva guerra es el culmen de meses de tensión y violencia, particularmente en Cisjordania, donde han muerto decenas de palestinos en operaciones israelíes y sus poblaciones han sido objetos de ataques de colonos, como también han fallecido pobladores israelíes en ataques palestinos en localidades próximas a los asentamientos.
Ahora bien, el conflicto palestino-israelí se mantiene sin resolver desde 1947, cuando la Asamblea de Naciones Unidas -compuesta por 60 miembros por aquel entonces- acordó la creación de un Estado árabe y otro judío en los territorios del antiguo Mandato británico de Palestina y que la ciudad de Jerusalén quedara bajo el control internacional.
Países que apoyan a Israel
Si tenemos presente los países que se han pronunciado desde el inicio del ataque sorpresa de Hamás, Israel cuenta con el apoyo de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, España, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Grecia, Polonia, Noruega, Hungría, Portugal, Rumanía, República Checa, Croacia, Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Islandia, Ucrania, Albania, Luxemburgo, Macedonia del Norte, Montenegro, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos y Baréin.
En cuanto a las relaciones de Israel con los países árabes, lo cierto es que han cambiado mucho desde aquella primera guerra, la de 1948. Tras la declaración de independencia del Estado de Israel de 1947, Líbano, Siria, Transjordania, Irak y Egipto le declararon la guerra.
Y es que el país hebreo tiene abiertas sus fronteras con dos de sus vecinos, Egipto y Jordania, después de firmar tratados de paz en 1979 y 1994 respectivamente. Además, en 2020, Israel firmó acuerdos que establecen relaciones diplomáticas con países de la Liga Árabe como Baréin, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos. Fueron los Acuerdos de Abraham, a los que debería sumarse Sudán.
Irán, su principal enemigo
Para hacerse una idea, el pasado noviembre, Israel y Marruecos firmaron un acuerdo de cooperación militar inédito que permitiría la venta de armamento. Luego, en marzo, ambas naciones crearon lo que se entiende como el embrión de una alianza defensiva frente a Irán.
Entre los países que no tienen relaciones con Israel actualmente se encuentran Irán, Argelia, Afganistán, Venezuela, Kuwait, Líbano, Libia, Sudán, Siria, Arabia Saudita, Omán, Iraq, Pakistán, y Qatar. Pero, su gran enemigo, sin duda alguna, es Irán.
Principalmente, desde que en 1979 rompiera sus relaciones diplomáticas tras la revolución islámica. Ambos países suponen una amenaza existencial mutua, compiten por la hegemonía regional y mantienen una guerra encubierta a través de sabotajes, ciberataques y asesinatos.
Países que apoyan a Palestina
A diferencia de Israel, con los palestinos tienen relaciones diplomáticas países como Afganistán, Argelia, Libia, Egipto, Siria, Qatar, Irán, Venezuela, Yemen, entre otros. Chile, que tiene una de las mayores comunidades de ascendencia palestina fuera del Medio Oriente, ha reconocido al “Estado de Palestina” y mantiene relaciones diplomáticas a nivel de embajadas.
Entre los países que apoyan a los palestinos está Irán, cuyo presidente Ebrahim Raisi, afirmó que su país “apoya la legítima defensa de la nación palestina”. Para los dirigentes iraníes, Israel y Estados Unidos representaban la inmoralidad, la injusticia y la mayor amenaza para la sociedad musulmana y la seguridad iraní. La duradera hostilidad que sienten hacia Israel se debe en gran parte a sus estrechos vínculos con el sha y al papel de Israel en su sostenida opresión del pueblo iraní.