Científicos españoles hacen un nuevo hallazgo caníbal en el lugar más prehistórico: supone violencia entre grupos locales
La cueva de El Mirador oculta restos humanos de hace más de 5.000 años que apuntan directamente a un curioso caso de canibalismo.
Un equipo de investigación liderado por el IPHES-CERCA, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha documentado un episodio de canibalismo humano ocurrido hace 5.700 años en la cueva de El Mirador, en la sierra de Atapuerca (Burgos). Según los expertos, estaríamos antes un caso de violencia entre comunidades neolíticas locales que acabó con el consumo sistemático de al menos once personas, entre ellas niños, adolescentes y adultos.
El análisis de los huesos hallados revela señales claras de despellejamiento, descarnado, fracturas para acceder a la médula, signos de cocinado e incluso huellas de dientes humanos. Estos resultados, publicados en la revista Scientific Reports, apuntan a que no hubo ceremonias de ningún tipo, sino que simplemente se trató de un acto violento y premeditado que se llevó a cabo en unos poco días. En el estudio, que fue liderado por la Dra. Palmira Saladié, también participaron investigadores de la talla de Antonio Rodríguez-Hidalgo y Francesc Marginedas.
Esta investigación ha combinado análisis tafonómicos e isotópicos de estroncio para determinar el origen de las víctimas, confirmando que eran de la zona que se sospechaba. La datación por radiocarbono indica que el suceso tuvo lugar entre 5.700 y 5.570 años antes de nuestros días, durante la última fase de ocupación neolítica de la cueva, justo antes de que pasase a ser usada como espacio funerario. Además, todo indica que el ataque fue rápido y relacionado con un conflicto que poco tuvo que ver con una simple hambruna.
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La península ibérica acogió un violento caso de canibalismo en el neólítico
Los expertos sugieren que este caso pudo ser una medida extrema para eliminar a un grupo enemigo, algo que la arqueología y la etnografía han documentado también en otras sociedades prehistóricas. También se han registrado sucesos similares en otros yacimientos europeos ubicados en Talheim (Alemania), Els Trocs (Huesca) o la Cueva de Fontbrégoua (Francia). Sin embargo, El Mirador es el único sitio en el que se ha confirmado el consumo sistemático de todas las víctimas.
Este descubrimiento se suma a otro caso de canibalismo documentado hace tiempo en la misma cueva, pero en una época mucho más reciente: durante la Edad de Bronce (entre 4.600 y 4.100 años). Así pues, la repetición de estas prácticas convierten a El Mirador en un lugar clave para entender de qué forma la violencia y la ingesta de restos humanos formaban parte de ciertos contextos sociales y culturales de nuestros antepasados.
La investigación ha contado con la financiación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, el Fondo Social Europeo, la Generalitat de Catalunya y la Universitat Rovira i Virgili, entre otros centros. Y según los implicados en el proyecto, entender este tipo de casos ayuda a reconstruir no solo la vida, sino también la muerte en las comunidades prehistóricas que vivieron en la península ibérica hace tantos miles de años.
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