Así es el armadillo más grande del mundo: “Un tanque de guerra disfrazado”
Un fotógrafo retrata a la especie de armadillo más grande en el Parque Nacional Serra da Canastra, en Minas Gerais (Brasil).
El fotógrafo Alessandro Abdala ha conseguido retratar a la especie de armadillo más grande el mundo, el armadillo gigante, en el Parque Nacional Serra da Canastra, en Minas Gerais (Brasil). El fotógrafo llevaba casi 40 años buscando al animal e hizo “innumerables redadas en su busca sin éxito” para capturar en imagen al armadillo. Tras años de búsqueda, el fotógrafo ha conseguido retratarlo y ha recordado cómo empezó su ‘obsesión’ con este animal.
“Todo empieza en el 2005, solo teníamos seis años, jugando en la calle con los otros niños del barrio, cuando llega un conocido vecino, andando en una moto vieja y, atrapado por el grupo, un ser extraño, de aspecto prehistórico, más grande que cualquier niño allí. En la fértil imaginación infantil, que sólo podría haber venido de “otro planeta”, quién sabe que era un ‘ser mitológico de la antigua Grecia’, quizás incluso un ‘tanque de guerra disfrazado’, ya que era imposible negar la apariencia”, ha explicado en un post de Instagram.
A pesar de sus búsquedas sin éxito, el hombre no perdió la esperanza, y continuó con su incesable búsqueda. Todo comenzó a mediados del mes pasado, un día “gris, monótono, lluvioso. De estos en los que solo se ve niebla en lo alto del parque” iniciaba su relato. Según cuenta, el fotógrafo se encontraba “conduciendo lentamente el Toyota Bandeirante, durmiendo ante el golpe del motor y la monotonía del paisaje... Cuando una visión onírica se materializó bajo la niebla: caminando hacia nosotros venía algo grande, torpe, inusual para esa hora del día. Fueron segundos enigmáticos hasta que la niebla y el sueño se disiparon para que yo entendiera de qué se trataba y gritar embrujado: Armadillo”.
“La esperanza muere al final”
Tras lograr detectar al animal, y después de unos instantes de asombro y emoción, Abdala decidió acercarse al animal, acompañado de otros fotógrafos y guías de observación: “Parecía que los tres nos habíamos teletransportado, tan rápido como la velocidad de la luz, ya estábamos fuera del coche. ¿Despierta? Más o menos. Ojos abiertos y visión borrosa, manos temblorosas, las piernas tambaleantes y corazón acelerado, casi saliendo por la boca” recuerda Luiz. El animal fue descrito como “dócil, tranquilo y sereno” y se cree que puede llegar a pesar más de 30 kilos.
Por último, Abdala ha mostrado su preocupación por la situación desfavorable de muchas especies que viven en peligro de extinción y corren el riesgo de desaparecer, realizando un alegato en su defensa: “La extinción local de algunas especies, debido a la deforestación rampante y a la caza furtiva depredadora, nos deja aún más angustiados, pero como dicen, “la esperanza muere al final.”
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