SOCIEDAD

Alerta en las playas españolas por las carabelas portuguesas: cómo detectarlas

Estos animales presentan un ‘globo’ o ‘vejiga’ llena de gas, largos tentáculos y una tonalidad de color azulado o púrpura que destaca en el agua.

Wikipedia Commons

Las carabelas portuguesas, al igual que cada año, ya han llegado a las costas españolas y suponen una de las principales preocupaciones para los bañistas en verano. Disfrutar de un placentero baño puede convertirse en una experiencia horrible cuando uno de sus temidos tentáculos te roza, pues la picadura puede suponer graves consecuencias para la salud. De hecho, la picadura de estos animales puede resultar mortal para un niño o para un adulto que presente problemas de salud.

Los efectos de su picadura, aunque para una persona con buena salud suele desaparecer en unas horas, lo más común es que provoque escozor y picor en la zona afectada. En algunos casos, también puede venir acompañada de dolores intensos, náuseas, fiebre o vómitos. El veneno de la carabela portuguesa sigue estando presente y provocando consecuencias incluso después de que el ejemplar se encuentre ya retirado en la arena.

¿Cómo reconocer una carabela portuguesa?

Aunque a imple vista pueda parecer similar a una medusa, la realidad es que no lo es. En realidad se trata de un conglomerado de organismos que cooperan como una colonia para sobrevivir, formando un hidrozoo gelatinoso que no puede subsistir de forma independiente. La carabela portuguesa también es conocida como ‘fragata portuguesa’ o ‘falsa medusa’.

Su identificación es muy sencilla, pues posee una forma distintiva de globo o vejiga llena de gas que puede medir hasta treinta centímetros de diámetro. Además, algo inconfundible son sus largos tentáculos, que pueden tener hasta cincuenta centímetros de longitud. Uno de los elementos más característicos de estos animales es su particular color, pues presenta una tonalidad de color azulado o púrpura.

El aumento de estos animales en las aguas se debe, principalmente, a la contaminación orgánica, el incremento de la temperatura del agua y la reducción del número de sus depredadores. El veneno de estos animales se activa cuando se siente amenazado y lo libera a través de sus tentáculos. Cada centímetro cuadrado contiene más de un millón de elementos urticantes, lo que puede causar consecuencias a las personas.

Una actuación rápida, clave ante una picadura

Ante una picadura de estos animales, lo mejor es actuar con la mayor rapidez posible para evitar que el veneno se extienda, retirando todos los restos de tentáculos de la piel. Es importante lavar bien la zona con alcohol o con agua salda, el agua dulce podría intensificar los efectos. A diferencia de lo que ocurre con la medusa común que se recomienda usar vinagre, en estos casos es mejor evitarlo. Tras la limpieza, lo más recomendable es usar una crema con cortisona.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.

Lo más visto

Más noticias