Alcalá 20: 40 años de la mayor tragedia en una discoteca, así sucedió

Se cumplen 40 años de la tragedia en la discoteca ‘Alcalá 20′ en Madrid en la que 81 personas murieron a causa de un incendio en las plantas subterráneas del local. Ocurrió en la madrugada del 17 de diciembre de 1983, en plena época de la famosa “movida madrileña” en la que miles de jóvenes salían de fiesta en la capital. Sin embargo, esa noche pasaría a recordarse como uno de los episodios más trágicos en el sector del ocio.

¿Qué ocurrió?

Eran las 4:45 de la madrugada y la discoteca ‘Alcalá 20′ estaba en un momento de máximo esplendor. En aquel momento, contaba con un aforo de más de 400 personas que estaban disfrutando de la noche y del ambiente festivo. Sin embargo, a tan solo quince minutos de cerrar, las llamaradas de fuego convirtieron la fiesta en un infierno.

El incendio fue generado por una chispa que salió del escenario, a consecuencia de un pequeño cortocircuito, que prendió una cortina que formaba parte del decorado de la discoteca. El fuego se propagó rápidamente debido a que los materiales de atrezo del local eran altamente inflamables, por lo que las llamas y el humo se extendieron con facilidad desatando el pánico entre los asistentes.

El incendio se propagó por los más de 5.000 kilos de atrezo que decoraban la discoteca, por lo que, pese a los intentos de los camareros por apagar el fuego, la extinción de las llamas fue tarea complicada. El hecho de que muchos de los extintores no funcionasen, por tener las fechas de revisión caducadas, y la falta de luz eléctrica contribuyeron a la dificultosa evacuación de los asistentes inmersos en la humareda generada.

Avalanchas para escapar

Debido a la rápida propagación del fuego, muchos de los jóvenes intentaron escapar por la salida principal. Pero debido a la gran cantidad de personas que había en la discoteca, este acceso colapsó en cuestión de segundos, dando lugar a numerosos atropellos y avalanchas. Las salidas de emergencias también quedaron bloqueadas con rapidez, por lo que escapar de las llamaradas se convirtió en una autentica pesadilla.

Casi la mitad de las víctimas mortales de aquella noche lo fueron al ser aplastadas intentando escapar. “Tuvimos que abrirnos paso a puñetazos porque la gente estaba presa del pánico y no podía controlarse”, explicó un superviviente en declaraciones que recoge el periódico 20 Minutos.

El personal que trabajaba en la discoteca sí consiguió abandonar el local, puesto que sabían la única puerta de emergencia que cumplía su misión y permitía la salida al exterior. El resto de asistentes se toparon con la mayoría de las puertas cerradas o bloqueadas. Es más, incluso el jefe de los Servicios de Emergencia de Madrid que se encargó del caso calificó las vías de escape como “difíciles”.

81 víctimas mortales

Según los forenses, 31 personas murieron a causa directa del fuego, 13 fallecieron por inhalación de humo y dificultad para respirar, mientras que al menos 37 personas perdieron la vida en las avalanchas que había en las salidas al intentar escapar. Además de las víctimas mortales, numerosos jóvenes resultaron heridos.

Después del desastre, las medidas de seguridad de las discotecas para prevenir y combatir incendios se incrementaron y endurecieron, para que no se volviese a producir el incidente. Además, los dueños del local fueron condenados a dos años de prisión por un delito de “imprudencia temeraria”. Finalmente, el Ministerio de Interior tuvo que embolsar 2.000 millones de pesetas en indemnizaciones a los afectados y familiares.